"Al día siguiente, fue al colegio. Ella era nueva allí debido a que su padre las abandonó, por lo que tuvieron que cambiarse de casa y, por ende, ella debía cambiar de colegio. Ella estaba tan nerviosa que hasta le dolía el estómago. Mientras estaba en su aula, ella se quedó sola en una esquina. De pronto...
"Hola, ¿tú eres nueva, verdad?"
"Eh, sí. Hola, mi nombre es Giselle."
"Pues, qué bonito tu nombre. Ah, solo te quería dar esto. Este es el cuaderno de historia; debes ponerte al día. La maestra me pidió que te lo entregara."
"Ah, muchas gracias."
Ella, en su mente, se preguntaba: "¿Quién era él? ¿Por qué es tan guapo? ¿En qué curso estará? ¿Cuál será su nombre?"
"Oye, disculpa.
¿Podrías saber tu nombre?
¿Mi nombre? ¿Para qué quieres saber?
Solo es curiosidad. Eres la primera persona que se acerca a hablarme el día de hoy.
Mi nombre es Luca."