Parte 22.

Miro la hora en el reloj que colgaba de la pared, eran las ocho de la mañana y luego prendio la televisión pero cuando lo hiso esta no agarro ningun canal. Frustrada pensó que su tía no tenia cable y cuando miro atras de la television vio que si estaba conectado a lo que parecia ser el cable. Lavo su pocillo al terminar su desayuno y luego fue a la sala de estar y encendió una grabadora chica y antigua pero que era lo que se usaba en esa época y para su sorpresa ninguna emisora agarro.
 

—¿ Que diablos pasa aca ? —dijo despues de haber intentado de todo para que le agarrara alguna emisora pero nada.

Asi que reviso en toda la sala hasta que encontró una caja con cds del año dos mil. Eran de bandas de música pop y de rock alternativo y enseguida lo puso en la grabadora y se puso a escucharlo a volumen bajo mientras se recostaba sobre el sofa y miraba hacia la ventana esperando que su tia llegara. Ya había sonado en la grabadora dos discos completos de Linkin Park y Evanescence y la tarde otra vez estaba llegando a su fin. Preocupada se levanto al darse cuenta que la ultima cancion de Evanescence ya habia terminado y que ella se había quedado un buen rato dormida.

Apurada fue al comedor, pero no vio nadie alli, subio arriba y reviso cada habitacion llamando a su tia pero nada. Le extraño que aun no regresaran y entonces decidio revisar en la agenda de números telefónicos que vio en la cocina y luego descolgó el telefono fijo para llamar al numero del movil de Caroline y no pudo hacerlo porque le daba que estaba fuera de servicio. Lentamente camino hacia un taburete de madera que estaba serca del divisor, desayunador y se sento alli y penso ¿ y si a su tia le habia pasado algo malo en esa epoca y ella no lo sabia ? ¿ o y si las chicas no lograban sacarla de alli nunca mas ? ¿ y si su tia volvia y no le creia quien era ella como seguiría con su vida ? O peor aun ¿ y si de verdad estaba sola en esa ciudad ?

Entrando casi en pánico salio afuera y se quedo parada bajo el porche. La tarde estaba algo fresca pero igual se podia andar con una remera mangas cortas y un short corto a cuadros que era lo que ella traia puesto en ese momento. Se cruzo de brazos abrazándose a ella misma y miro hacia cada lado de esa calle y no vio nada mas que las casas de esa cuadra que parecian estar todas vacias y los arboles con alguna de sus hojas que empezaban a florecer y a moverse por la suave brisa.
 

Se decidio a ir a la casa de la vecina de al lado para preguntar que fue lo que paso con su tia, pero nadie le atendió y vio que tambien tenia las ventanas abiertas con las luces de adentro encendidas. Salio de alli y fue a la siguiente casa, se lo iba tomando con calma pero cuando vio que de todas las casas que estaban alli tenian las ventanas abiertas y alguna que otra casa tenia la puerta sin llave pero que nadie le atendia y que en los patios de cada casa habia alguna que otra casa para perros pero que este no andaba por alli, se asusto. Era como si a todo el mundo le hubiese tragado la tierra.

Decidió caminar por en medio de la calle estando atenta a cualquier cosa pero cuando fue llegando al centro de la ciudad y vio que ni siquiera una rata pasaba por su camino corrio hasta la primer tienda que vio en esa cuadra y luego se detuvo al darse cuenta que esa tienda al igual que las demas tenia las persianas cerradas y que ademas ese era la primer tienda que vio al llegar el dia anterior. Solo por las dudas golpeo unas tres veces la puerta pero como nadie contestaba si esta abria y entro. El lugar tenia las luces encendidas y todo parecia estar listo como para que se abriera la tienda en cualquier momento. Asi que sonrio al creer que no estaba sola y que por fin iba a poder hablar con laguien.
 

—Hola... ¿ hay alguien aquí ? —dijo al apoyarse sobre la mesa de la cajera y cuando sintió algo pasar corriendo atras de ella se giro alarmada y miro hacia cada lado.
 

Nada parecia estar fuera de lugar, asi que respiro hondo y sintiéndose atraída por unas bolsas de snack se dirigió a las gondolas y saco una de sabor queso. Solo tenia un par de billetes que por suerte el dia que con las chicas hicieron el hechizo ella ya los tenia metido adentro de su bolsillo pero como luego penso en que tal vez su tia podria tardar en regresar a la casa, se volvio hasta la góndola y quiso sacar dos bolsitas mas pero se sorprendió al ver que de donde ella habia sacado la primer bolsita aparecio otra en su lugar y que lo mismo paso con las otras que saco. Sacudió la cabeza al creer que se lo estaba imaginando pero cuando saco de esa misma góndola otras bolsita mas al instante vio que apareció de la nada otra bolsita de snack de la misma marca y el mismo sabor.
 

—Ok... no pasa nada... —dijo al caminar abrazando dos bolsitas con uno de sus brazos y otra dos que llevaba en su otra mano yendo hacia la caja y entonces se sobresalto al ver a un joven parado y recostado sobre la mesada, mirandola intrigado.
 

—¿ Piensas comerte esas cuatro bolsitas de snack, tu sola ? —dijo sonriendole de lado y levantando sus cejas. El era guapo y mas alto que ella, de tez clara, ojos marrones oscuros y cabello corto de color marrón.

—Eh... si, mira se que esta cerrado pero yo... —el le interrumpió.

—No hay problema —dijo sonriente.

—Ok... —dijo al acercarse hasta la mesada y despues de que dejo los snack sobre la mesada, el se giro de lado mirandola de frente pero sin dejar de apoyar su antebrazo sobre la mesada y ella hiso lo mismo.
 

El estaba fascinado de ver a una guapa morena como las que a el le gustaban y que aparecian cada tanto en sus sueños y ahora la tenia ahi, enfrente de el. Creía que estaba soñando de nuevo viendo a una morena que el idealizaba siendo hermosa y sensual tal como el veía ahora a Elisa o que ya se había vuelto loco despues de tanto años imaginando con ir al mundo real y ver a una chica parecida a ella o a su ex novia para torturarla hasta que esta le implorara perdón o tal vez perseguirla hasta que esta aceptara ser su subordinada y le hiciera caso en todo lo que el le pidiera.