Brujalloween

Capítulo 1

¿Cómo podría sonreírle a la vida, si es ella quien siempre se ha burlado a carcajadas frente a mí?

Odio estar en este lugar, en la Preparatoria Nocturna de Cerro Oscuro, es aquí donde estudian los alumnos más rebeldes e indisciplinados de la región, ésta es la única escuela nocturna donde pueden asistir aquellos alumnos que deciden trabajar en el día y estudiar en la noche, así como yo.

La clase ha terminado, esta era la última del día, así que todos se disponen a regresar a sus casas, todos menos Terry y yo, él por hacerme buling y yo por ser el peor que estuvo en la clase de hoy. Justo ahora nos encontramos preparando los detergentes dentro de un balde lleno con agua, para así iniciar a limpiar el piso de la cancha de Baloncesto.

—Jóvenes, aquí tienen los trapeadores. —El profesor trae un trapeador en cada mano—. Cuando regrese quiero ver ese piso reluciente, iré a cenar a la cafetería.

El profesor extiende ambas manos para entregarnos los trapeadores, nosotros los agarramos y luego le vemos salir caminando del gimnasio.

—Con razón anda tan malhumorado, es muy tarde como para ir a cenar —opino mientras observo el reloj que está colgando en la parte alta de la puerta del ginmacio, el cual marca las 10: 15 pm.

—Yo me largo de aquí. —Terry estrella el trapeador contra el piso.

—¡¿Qué?!... ¡¿Me vas a dejar todo este trabajo a mí?!

Le veo encoger los hombros

—Pues sí —responde mientras va caminando hacia la salida del gimnasio.

—¡No, no puedes irte!

—Sí, puedo. Mírame —levanta los brazos mientras sigue caminando.

—¡Estas loco, el profesor se dará cuenta y será peor! —exclamo asustado y le sigo los pasos intentando convencerle.

—¡Me vale!... Es Halloween, amigo. Kenia va a dar una fiesta en su casa y, por supuesto, yo estoy en su lista de invitados. —Terry intenta abrir la puerta y parece tener problemas—. ¡Maldición, está cerrado! —Ha empezado a patear la gran puerta metálica.

—¿Es en serio? —pregunto entre el estruendo metálico de cada patada.

—¡Claro, estúpido!

Terry se lleva las manos a la cabeza y jala su cabello por puro estrés, yo aprovecho para intentar abrir la puerta, pero es imposible, parece estar cerrada desde afuera.

—¡Ese viejo panzón nos dejó encerrados! —grita rabioso para luego desatar su furia sobre la puerta.

—Mejor esperemos que el profesor regrese, por mientras empecemos a limpiar —propongo, pero a él parece no gustarle la idea. De repente, me garra del cuello de la camiseta de forma violenta y acerca su rostro rojo en colera al mío.

—¡¿Sabes cuántos chicos van a estar detrás de Kenia esta noche?!

—N-No se… —respondo titubeando y con miedo.

—Esa chica se verá muy provocativa sin importar el disfraz que se ponga, y yo necesito estar cerca de ella para que ningún lagarto se le acerque.

—Ni que fuera tu novia… —respondo e inmediatamente aprieto mis ojos al ver como levanta el puño frente a mi rostro, pero un sonido en los vestidores le detiene.

—¿Qué fue eso? —pregunta mostrándose curioso—. ¿Es posible que haya alguien en los vestidores?

Terry suelta el cuello de mi camiseta, da un par de pasos hacia atrás y luego sale corriendo hacia los vestidores, yo le sigo atrás. Al cruzar la puerta quedo anonadado al encontrar varios cristales de bombillos rotos sobre el piso, en el cielorraso solo hay un bombillo intacto y alumbra con una luz tenue logrando que todo se siga viendo oscuros.

—¿Quién o qué hizo esto? —digo echando un vistazo a mi alrededor—. ¡¿Hay alguien aquí?! —pregunto en voz alta.

Una carcajada burlona y aguda estremece por completo todo mi cuerpo, no me permite descifrar su procedencia, pues se ha escuchado por todas partes.

Rápidamente, Terry empieza a abrir las puertas de los baños esperando encontrar a alguien dentro, pero no encuentra a nadie.

—¡¿Quién está aquí?! —gritan mientras continúa abriendo las puertas del otro extremo del vestido—¡Muéstrate o te irá peor!

Parece que alguien quiere jugarnos una mala broma… y no me gusta, esto me trae malos recuerdos.

—¡¿Y en las duchas?! —Corro hacia las duchas y empiezo a abrir las cortinas, pero no hay nadie.

Estoy horrorizado, no quiero pasar de nuevo por lo mismo.

… Sí, lo recuerdo muy bien. Reconozco esta sensación escalofriante y este silencio perturbador.

Repentinamente, el único bombillo que daba luz se ha apagado, todo ha quedado en absoluta oscuridad.

—¡¿Qué… QUÉ PASA?! —Terry grita aterrado.

… Algo similar pasó hace dos años.

Puedo escuchar un par de pasos andando a mi alrededor…, y de repente…

Sí, justo así… Nuevamente esas carcajadas malévolas que logran descontrolar el ritmo cardiaco de mi corazón…, pero esta vez hay algo diferente, esta vez las carcajadas son aún más terroríficas, se escucha lo desquiciado que está aquella persona que lo origina.

—NESTOR, NO TE HAGAS EL PAYASO… ¿ACASO ERES TÚ EL DE LAS RISITAS? —pregunto sintiéndome sumamente atormentado.

—¡NO!

El bombillo se enciende y entonces es cuando se deja ver..., en el lado más oscuro de la habitación se puede apreciar a una mujer disfrazada de bruja, su piel está pintada de verde y su rostro se ve completamente desfigurado, como si estuviese quemado, tal cual como vela derretida.

Terry empieza a reír intentando ocultar su miedo.

—¿Pedazo de estúpida, crees que puedes asustarme con ese ridículo y barato disfraz de bruja? —pregunta con una sonrisa forzada.

Su sombrero de bruja es anticuado y polvoriento, su castaño y ondulado cabello cae hasta alcanzar sus hombros, trae puesta una túnica larga de bastas rasgadas de tonos oscuros y descoloridos. En su cintura trae amarrada una soga de paja del cual guinda un garfio junto a diferentes tipos de pequeñas botellas.

En medio de la tenue oscuridad, corro hacia donde está la puerta del vestuario, trato de abrirla para salir huyendo, pero no puedo.



#43 en Terror

En el texto hay: bruja, asesinato, halloween

Editado: 29.10.2022

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