Brujalloween

C-4

Sin perder tiempo, Néstor se abre paso entre la multitud y corre hacia el interior de la casa de la anfitriona. Sube las escaleras con pasos frenéticos, buscando una forma rápida de llegar al ático. Al llegar al segundo piso, se detiene un momento y le pregunta a un invitado, que está a medio camino entre ebrio y drogado, si sabe cómo llegar. El chico le señala una pequeña puerta al final del pasillo y le lanza una advertencia casual: en el ático están Rosita y un chico, y probablemente no quiera molestarlos. A Néstor no le importa en lo más mínimo.

Llega a la puerta, la abre con rapidez, y frente a él aparece una escalera en espiral, angosta y empinada, que lo lleva hasta el ático. Su respiración es pesada cuando alcanza el último escalón, pero lo que encuentra lo deja congelado.

Dos cuerpos yacen en un gran charco de sangre, ambos en ropa interior, con profundas heridas en la espalda. Uno de ellos es Rosita. Todo cobra sentido en ese instante: Ángela, al escuchar lo que Rosita le hizo a Néstor, decidió empezar su venganza por ella.

Néstor pasa junto a los cadáveres, con el estómago revuelto, y abre la ventana del ático. Asoma la cabeza, y allí está Ángela, riendo para sí misma, de pie al borde del tejado. Observa cómo los invitados, ignorantes del peligro, gritan y aplauden, incitándola a saltar. Pero solo él sabe que la verdadera tragedia está a punto de comenzar.

—¡Ángela, detente! —grita Néstor, y ella baja la mirada, buscándolo dentro del ático—. ¿Qué piensan hacer?

—Simplemente observa —responde, una sonrisa maniaca dibujándose en su rostro, aterradora.

Ángela eleva un megáfono hacia su boca, y su voz resuena en el aire, superando el alboroto de la fiesta.

—¡Solo saltaré si ustedes se animan a arrojar licor sobre la cabeza de la anfitriona! —grita, y el eco de su voz reverbera en el ambiente—. ¡CERVEZA, CERVEZA!

Ella incita a todos a rociar cerveza sobre Kenia, quien, con su espectacular disfraz, se encuentra rodeada de un grupo de amigas. La invitación de Ángela no tarda en provocar un aluvión de gritos de entusiasmo.

—¡CERVEZA, CERVEZA!

Néstor busca a Kenia entre la multitud; su expresión muestra claramente que no está contenta con la petición de la bruja. Aún así, los demás parecen estar del lado de Ángela.

Jafet, con una sonrisa burlona, levanta un barril de cerveza y corre hacia Kenia. Sin darle tiempo a escapar, vierte el contenido sobre ella.

—¡SÍ! —gritan los invitados, emocionados al ver a la sensual vampiresa empapada, pero algo en el ambiente se torna inquietante.

—¡ARDE, ARDE... NECESITO AGUA! —grita Kenia, llevándose las manos a la cabeza como si sufriera un intenso dolor—. ¡NO! —entra en pánico al notar mechones de cabello entre sus dedos.

Las risas malévolas de Ángela resuenan como ecos en el aire, y desde la ventana, Néstor puede ver cómo sus ojos se iluminan de alegría y satisfacción. Ella está disfrutando de su éxito. Kenia, desesperada, se sumerge en la piscina, buscando alivio del ardor, pero cuando emerge, su cabeza está completamente calva.

—¡MI CABELLO, NO! —llora desconsolada, gritando su angustia al viento.

La bruja continúa riendo mientras los invitados, aterrorizados, huyen de la fiesta.

—¡Maldita zorra, te lo mereces y mucho más! —escupe Ángela a través del altavoz, riendo triunfante. Luego, se dirige a la multitud—. Escuchen todos, mi venganza no termina aquí. Cada uno de los abusadores y acosadores que habitan en esta ciudad sentirá mi ira, mi venganza. —Se gira hacia Néstor y le sonríe de forma siniestra—. Y esta es la forma de activar uno de los mejores productos químicos para perder el cabello —dice, exhibiendo una sonrisa amplia.

Con un movimiento ágil, Ángela se sienta al borde del techo y le hace señales a Néstor para que se aleje de la ventana. Luego, se desliza por el canalón y salta, aterrizando con gracia en el ático. Se levanta, se sacude y se acerca a él.

—Hola, Néstor...

Néstor no puede evitar sentir un intenso miedo, especialmente con ella tan cerca. De repente, el sonido de la perilla de la puerta lo alerta de que alguien más está entrando al ático. Al girar la cabeza, se encuentra cara a cara con Jafet.

—Así que planean vengarse... —dice Jafet, empuñando un cuchillo de cocina que reluce siniestro a la luz tenue.

Néstor siente que el tiempo se detiene en el instante en que Jafet corre hacia él para enfrentarlo con el cuchillo en mano. Su corazón late con fuerza, y un frío helado se apodera de su cuerpo. Antes de que pueda reaccionar, siente un destello de dolor punzante que lo atraviesa; el cuchillo impacta con fuerza en su ojo derecho.

—¡MALDICIÓN! —grita Néstor, cayendo al suelo. El mundo se convierte en una explosión de rojo y negro, y la sangre caliente brota de la herida, empapando sus manos y la madera del piso. El ardor es tan intenso que siente que su cabeza estalla, y lo único que puede hacer es revolcarse en el charco de sangre de los cadáveres, tratando de aferrarse a la realidad, aunque se le escapa de sus dedos.

El dolor es abrumador, casi insoportable, y lo sumerge en una niebla de confusión. Su visión se ha desvanecido, dejándolo a oscuras, mientras su cuerpo tiembla. No sabe si podrá soportar este sufrimiento. La sensación de pérdida lo envuelve como una sombra.

En medio de su agonía, puede escuchar otros sonidos. Pasos, arrastrando algo por el suelo; el ruido es metálico y pesado, resuena en la habitación vacía. Alguien se acerca, y el sonido se intensifica. Es como un eco que se cierne sobre él, cada vez más cerca y más distante al mismo tiempo. Néstor lucha por mantenerse consciente, pero la niebla del dolor lo atrapa, desdibujando la realidad.

Las respiraciones se vuelven más agitadas, y no puede discernir si son suyas o las de otros. En medio de la confusión, Néstor siente una tensión en el aire, como si una batalla se desatara a su alrededor. Las palabras de Jafet se entremezclan con las risas y gritos de Ángela, y el choque de metal contra metal resuena en sus oídos.



#53 en Terror
#272 en Thriller

En el texto hay: terror, sangriento, violecia

Editado: 01.11.2024

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.