Pasaban días y noches recorriendo las aguas, luego los utilizaban para curar a los habitantes y animales del lugar, ya que los cristales tienen propiedades esotéricas (efectos espirituales, mentales, psicológicos, emocionales, físicos y terapéuticos. También se lo entregaban a las hadas del reino de Lubulum, quienes bajo al mando de una malvada reina, debían brindarle una cierta cantidad de cristales para sus coronas, cetros, incluso su capa y guantes estaban repletos de cristales.
Las hadas y sirenas eran muy amigas, tenían largas charlas y a cada una le gustaba compartir aventuras acerca de su reino y costumbres.
Las sirenas eran muy coquetas, cuidaban su pelo, lo peinaban y adornaban con hermosas hebillas, cristales y elementos del mar.
Sus nombres representaban los dibujos de su cola y vestimenta.
Coralia (derivado de coral): su cola poseía diversos colores similares al animal.
Aqua (agua): su cola era color aguamarina y tenía hermosos destellos dorados.
Sunny (sol): su cola era amarilla, pero con el reflejo del sol lucia un efecto tornasolado.
Galaxy (galaxia): su cola tenía hermosos dibujos de estrellas, planetas, de la luna y sol.
También lucían hermosos bikinis con dibujos similares.