Bruna la sirena y el reino de los cristales

La sorpresa

 

Derrepente Bruna escucha a lo lejos música y decide acercarse, eran todos sus amigos reunidos en una fiesta sorpresa para ella, la habían organizado entre sus amigas las hadas. A lo lejos Bruna divisa un cartel enorme decía: “feliz cumpleaños te desean tus amigos, Bruna que seas muy feliz”. Se hizo presente Turmalina la manta raya, los hermanos caballitos de mar, Zafiro y Ónix, Amatista la medusa, el pulpo Jasper, Serafinita la tortuga, Rubí el delfín, Cornalina la ballena y las estrellas de mar Ágata y Aguamarina. Todos cantaban en coro el cumpleaños feliz, luego compartieron un pastel enorme y delicioso. 
Por último, Bruna abrió sus regalos, entre ellos había una bella cajita multicolor, muy intrigada Bruna la abrió. 
Se sorprendió al ver que contenía polvo de hadas. Con el podría cambiar de forma, tener piernas, alas o lo que quisiera. 
Bruna era muy aventurera. Al finalizar el cumpleaños se rodeó de polvo de hadas y emprendió un viaje junto a sus amigas al reino de Lubulum, ahora transformada en una hermosa hada no dejaba de asombrarse de sus luminosas alas color rosa, lucían igual que su cabellera. 
Y así comenzó una aventura junto a sus amigas hadas, con un reino apasionante por conocer, saludando a la isla ella se despidió con una lágrima de angustia, pero también alegría al saber que haría nuevos amigos y viviría experiencias nuevas. 


Fin 
 




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