Caballero Cosmos

Capítulo 9 (V2)

    Al día siguiente le dieron el alta a Allen, aunque se quedó frente al hospital, apoyado en una pared mientras fumaba.
   Tras unos minutos de espera, en una ventana del hospital apareció un destello azul. Después del destello, los gritos comenzaron a escucharse del interior del hospital mientras la avalancha de personas bloqueaban la entrada en un intento de salir.
   —Mucho tardaba en salirse de control.
   Allen tiró la colilla al suelo y la pisó mientras en su mano derecha aparecía su bastón.
   Caminando lentamente, Allen chocó con algunas personas al intentar entrar en el hospital. Por lo que pudo escuchar, algunas personas hablaban de que habían avisado al grupo de Shinobi, haciendo que Allen se diera mas prisa al entrar.
   Introduciendo el prisma en el bastón, Allen cambió su ropa por su traje blanco mientras que el bastón se volvía una espada que mantuvo apoyada en su hombro.
   Caminando lentamente, miró a la criatura amorfa con forma humana. En la espalda de la criatura había un par de alas esqueléticas mientras que la bata que cubría parte de su cuerpo estaba rota por algunos lugares, mostrando su cuerpo con piel roja y unas venas negras que parecían gusanos.
   Cuando la criatura miró a Allen, su cara tenía varios ojos negros donde antes tenía su cabello y sus ojos originales eran de un blanco puro.
   —¿Sabe usted? Aprecio enormemente la profesión relacionada a la medicina, ya que en cierta manera, sois héroes en vuestro propio campo. Siempre habéis hecho lo mejor para intentar salvar las vidas de las personas que lo necesitaban. Ahora es mi turno de ayudarle a usted.
   El Descontrolado avanzó hacia Allen dando grandes zancadas. Una vez estuvo frente a Allen, lo golpeó con su puño, aunque Allen no se defendió, siendo enviado varios metros de distancia.
   Con una sonrisa, Allen escupió un bocado de sangre de su boca y suspiró.
   —Tienes la fuerza de un categoría 3 debido a la radiación. Perdón, no era mi intención, pero no puedo controlar las gemas, aunque de nada sirve excusarse ahora.
   Allen volvió a suspirar con un destello en sus ojos y sacó de uno de sus bolsillos el Zafiro de la Honestidad.
   —No quiero destruir un hospital, pero tampoco quiero matarte como a los otros.
   Allen agitó la espada en el aire y, envolviéndose en luz, volvió a su anterior estado de bastón.
   —Cambio de Estilo.
   Con sus dedos, Allen lanzó el zafiro al aire antes de que estallara y fuera absorbido por el prisma en el pomo del bastón. Una luz azul irradió del prisma ahora con un tono azul marino mientras que de él comenzó a brotar agua hasta que Allen fue envuelto en una esfera de líquido.
   En el interior de la esfera, Allen atravesó con su dedo índice la pared de la esfera frente a el, haciendo que la esfera estallara como una burbuja y mostrando su nuevo traje azul.
   —Estilo del Caballero Honesto.
   Allen golpeó el suelo con su bastón, haciendo que el agua a su alrededor que había formado la esfera, se moviera a su bastón y la envolviera.
   —Arma del Agua Honesta.
   La madera del bastón absorbió el agua lentamente, cuando la absorbió por completo, el bastón se había vuelto un tridente de un color azul metálico.
   Tras sus palabras, Allen apuntó el tridente hacia el Descontrolado, emergiendo de su extremo agua cristalina y pura que rodeó todo el cuerpo del Descontrolado sin que pudiera hacer nada. Cuando el Descontrolado intentaba quitarse el líquido, se cortaba parte de sus miembros, aunque rápidamente era curado por el agua.
   —Purificación de la Estrella Menor.
   Allen lanzó el tridente al cuerpo del Descontrolado, atravesando su vientre.
   De la boca de Allen salió un poco de sangre y aguantando el dolor, corrió hacia el Descontrolado, golpeando con su pierna derecha el tridente atascado en el vientre y envío al Descontrolado a varios metros de distancia, rompiendo la pared.
   —No aguanto...
   Allen se arrodilló mientras miraba al Descontrolado suspendido en el aire y siendo engullido por una burbuja de agua que se volvió roja. Al estallar, todos sus órganos internos salieron desperdigados por todas partes.
   Cuando Allen escuchó los gritos de asombro del exterior, sonrió levemente mientras se desplomaba en el suelo y el traje desaparecía en un haz de luz blanca antes de desmayarse.

 

   Shinobi, junto al General Titán y otros héroes menores, llegaron al hospital justo cuando el Descontrolado estalló en una sanguinolenta burbuja.
   —¿Otra vez Allen?
   Shinobi asintió en respuesta a Titán antes de dirigirse a los héroes menores.
   —Escuchad todos. Limpien el área y haced un recuento de heridos entre los civiles, yo y Titán comprobaremos el interior.
   Los héroes asintieron y se repartieron entre ellos el trabajo, mientras Shinobi y Titán caminaban al lugar donde había estallado el Descontrolado.
   Tras unos pocos minutos, Shinobi encontró lo que buscaba, un bastón de madera con el pomo hueco, a su lado había dos piedras, una transparente y otra azul.
   —Titán ve a por Allen.
   Titán asintió y caminó al interior del hospital. Shinobi, en cambio, se quedó mirando las piedras e intentó coger la piedra transparente, aunque cuando la sostuvo en su mano sintió una presión sin forma a su alrededor, como si fuera observado por un ente mucho mas peligroso que cualquier monstruo que hubiera visto nunca.
   —¿Qué demonios son estas cosas?
   Sin darse cuenta, Shinobi tenía un sudor frío que le bajaba por la espalda, incluso sus manos sudaban y temblaban sin cesar.
   —Según Allen, son los "ideales" de un caballero.
   Shinobi miró la copa de un árbol cercano, viendo a Sombra Carmesí ocultarse entre sus ramas desde donde le lanzó diversos papeles hacia él.
   —Es todo lo que he podido descubrir. Aunque hay algo que me llama la atención, todavía no tengo pruebas suficientes para probar esa teoría. Además, esas piedras y ese bastón, ni siquiera la Federación tiene información de su procedencia… O bien no saben de su existencia, o bien la ocultan.
   —¿Entonces qué has descubierto hermano?
   Sombra miró alrededor antes de bajar silenciosamente y posicionarse al lado de Shinobi.
   —El Gigax Leo era un Descontrolado, aunque tras hablar con Allen supe de él que era una humana sin habilidad, aunque en el historial de la Federación, en el apartado del Gigax Leo, aparece varias veces las palabras clave "piedras", "emoción" y "arma".
   Shinobi asintió y comenzó a comprender el poder de Allen.
   —Las piedras deben ser las que usa Allen, el arma es el bastón, pero la emoción no lo comprendo.
   —Tras hablar con Allen, comprendí a lo que se refería. Allen llama a las piedras como la piedra azul en tu mano, Zafiro de la Honestidad, basándonos en que la honestidad es un acto, también podría valer como emoción. Por lo que Allen está desde hace mucho tiempo vigilado por la Federación.
   Shinobi cogió el bastón y, mirando el zafiro en su mano, la insertó en el pomo, aunque como se esperaba, no ocurrió nada.
   —¿Has descubierto algo de Allen?
   —Esa es la parte importante... adivina, ¿quiénes crees que son los únicos que pueden ver su información?
   Shinobi se quedó pensativo unos momentos, pero pronto entendió a lo que se refería su hermano, dejándolo impresionado.
   —¿No estarás insinuando...?
   —La información de Allen y Firmamento son únicamente visibles por el creador de la Federación Heroica, y los científicos bajo el mando del creador mismo. Por lo que esa información requerirá más tiempo.
   Sombra miró al hospital y se rió con un suspiro.
   —Échale un vistazo a lo que te acabo de conseguir, mañana te entregaré mas información.
   Shinobi asintió y miró el bastón y ambas piedras.
   —Arma, emoción y piedra... pueden ser muchas variables de lo que pueden significar.
   Shinobi guardó debajo de su gi morado las piedras y se colocó el bastón en su espalda, al lado de su katana, antes de caminar al hospital.




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