Capítulo 41 (V2)

    Elisse levantó su mano, creando miles de lanzas de luz azul encima de Sombra antes de enterrarlas en el suelo. Una vez que las lanzas formaron una circunferencia alrededor de Sombra, Elisse hizo que brillaran con más intensidad, fue entonces cuando el humo negro que rodeaba a Sombra se empezó a difuminar por algunos lugares de su cuerpo. Las zonas al descubierto por la luz comenzaron a derretirse por la intensa calor de la luz, pero Sombra seguía en su posición sin percatarse de ello.
   Mirando a Sombra a través de la visera del casco, Elisse se rió fríamente e invocó en sus manos dos lanzas de luz y, agitando sus alas, se lanzó contra Sombra que en ese instante la sintió, aunque debido a la luz y a su estado, no pudo moverse.
   Una de las lanzas atravesó el hombro izquierdo de Sombra, pero la otra lanza fue detenida por Shinobi usando dos ninjato.
   —Así que tú eres Ryogen, el hermano de Ryomaru.
   Shinobi solo se limitó a empujar la lanza con las ninjatos, rompiéndolas en el proceso, y pisó la intersección entre Sombra y el suelo, devolviéndolo a su estado físico.
   —Para ti soy Shinobi.
   —Ryogen, Shinobi, ¿qué más da?... por orden de Lord Aegis, seréis encarcelados y juzgados por vuestros crímenes.
   Elisse habló en un suspiro. Aunque Shinobi, al igual que Sombra, no sintió la presión característica que Elisse daba por su poder en categoría 7.
   —¿Crímenes? Es un poco hipócrita de tu parte teniendo en cuenta que querías destruir una ciudad entera, eso es genocidio, por lo que no eres la más indicada para hablarme de eso.
   Sombra, sangrando por varias partes de su cuerpo, se acercó a Shinobi, se apoyó en su hombro y sonrió a Elisse.
   —Creo que ya lo dije Elisse... voy a hacerte pagar por jugar conmigo y Allen... todos tenemos nuestros propios sentimientos e ideales... y tú no eres nadie para jugar con ellos...
   Shinobi asintió junto a Sombra. Elisse, en cambio, los miraba en silencio.
   —Soy un ángel tal y como dice mi título, el Ángel Zodiacal de Virgo... y al igual que en la Biblia, sirvo a un Dios, que en este caso es Aegis, y bajo su mano purgaremos este mundo plagado de maldad.
   Elisse comenzó a temblar, en ese instante, las lanzas que formaban una circunferencia desaparecieron. Sombra y Shinobi aprovecharon el momento para alejarse lo suficiente de Elisse.
   —¡Mi señor Aegis, permítame usarlo! ¡Por favor! ¡Déjeme reprender a estos héroes impuros con el poder del gen en su nombre!
   Shinobi miró a Sombra, aunque al igual que él, no tenía ni idea de a lo que se estaba refiriendo Elisse.
   —Una cosa es clara, a perdido la razón completamente...
   —¿Acaso no la tenía así de antes hermanito?
   Shinobi miró a Sombra, que sonreía tras recordarle los problemas que causó anteriormente.
   Elisse mantenía sus manos frente a ella como si estuviera rezando a su "dios" mientras seguía temblando.

   Aegis y los demás, viendo a Elisse actuar de esa manera, solo pudieron mantenerse en silencio.
   —Laia, activa su forma Imitor... comenzaremos los preparativos para la tercera fase del Proyecto Perfección.
   Laia asintió y abrió su palma en dirección a Elisse.

   Los temblores cambiaron lentamente a una convulsión, e incluso por la visera de su casco, Elisse expulsó sangre antes de que su cuerpo se iluminara con un brillo grisáceo.
   —Prepárate para lo peor hermanito...
   —Sí... en el peor de los casos, he informado sobre nuestra situación... Titán y Tim están viniendo, al menos para recoger nuestros cuerpos...
   Sombra y Shinobi chocaron los puños, y cada uno activó su habilidad. Sombra volviéndose uno con la oscuridad tomando la forma de una niebla negra humanoide, y Shinobi siendo rodeado de electricidad.
   Al despejarse la luz, Elisse poseía una armadura mucho más gruesa de color amarillo grisáceo y sujetaba una enorme lanza del mismo color.
   —¡Ésta es la bendición del Dios Aegis! ¡Imitor Virgo!
   Shinobi solo dio un leve paso y llegó frente a Elisse, golpeándola con su puño desnudo, siendo seguido por Sombra tras él que golpeó a Elisse con varias púas de sombras.
   Sin embargo, ninguno de los dos atravesó la dura armadura de Elisse, por lo que antes de que ella pudiera barrerlos con su lanza ambos desaparecieron.
   —Imitor Virgo... ¿Imitor?... ¿es una especie de copia o clon?
   Shinobi se perdió brevemente en sus pensamientos antes de volver a dar otro paso y aparecer detrás de Elisse con varios rayos en su puño derecho que impactó sobre su armadura, y al igual que antes, seguido de Sombra creando pinchos para atacar a Elisse.
   —¡Es inútil!
   Shinobi no pudo responder a tiempo, por lo que fue golpeado por la lanza de Elisse y enviado a volar por varios metros.
   Sombra apareció detrás de Shinobi y despejó su rostro de la niebla.
   —¿Estás bien?
   —Sí... pero su lanza es de piedra, no es luz... la única forma que se me ocurre de matarla es usar la técnica que ideamos... pero no podrás sentir nada al usar tu habilidad a máximo rendimiento...
   —¿Te crees que me importa? Si Allen le ganó, nosotros no seremos menos... ¿sino cómo voy a mirarle la próxima vez?
   Shinobi se rió y se levantó con esfuerzo seguido de Sombra, ambos utilizando su habilidad al máximo rendimiento.
   Sombra se convirtió en una niebla negra humanoide aún más espesa, ni siquiera poseía los dos brillos donde se encontraban sus ojos. En cambio, Shinobi fue rodeado de pequeños rayos en su cuerpo mientras que sus brazos y piernas se volvieron electricidad pura, e incluso sus ojos se convirtieron en dos orificios donde residía la electricidad.
   Elisse, mirando a ambos hermanos, solo resopló y se quedó en su lugar, expectante de lo que harían ambos héroes contra ella.

   Aegis miró con detenimiento como se comportaba Elisse cuando adoptó la forma de Imitor Virgo, e incluso se detuvo unos breves momentos para mirar a Sombra y a Shinobi cuando usaron sus habilidades.
   —Laia, ¿cuánto puede aguantar el clon de Elisse?
   —Teniendo en cuenta que la Forma Imitor aumenta su categoría en dos, Elisse tiene ahora mismo la categoría 9 y es consciente de sus actos, aunque no tiene ninguna habilidad, es suficientemente fuerte como para destruir una ciudad de unas diez mil hectáreas.
   Aegis sonrió con la respuesta y miró entusiasmado el enfrentamiento.