Capítulo 42 (V2)

    Shinobi alzó ambos brazos, evocando cientos de miles de relámpagos que salían de sus manos, dio un paso adelante hundiendo sus manos en el suelo frente a él arrodillándose en el proceso.
   —¡Primera Etapa... Tierra de Rayos!
   La electricidad acumulada en sus brazos se hundió en la tierra, y momentos después, comenzó a crecer un bosque en los alrededores. Aunque el bosque tenía cierta particularidad, ya que el suelo era electricidad, los árboles eran enormes y gruesos truenos que se sostenían, e incluso las malezas eran relámpagos interconectados entre sí.
   Sombra desapareció entre las múltiples iluminaciones, dejando a Shinobi mirando a Elisse.
   —¿Éso es todo?
   —No subestimes a un héroe...
   Shinobi habló mientras en sus manos y a sus lados aparecían varios kunais y shurikens que eran formados a partir de la electricidad de la Tierra de Rayos.
   —Segunda Etapa... Cazador Relámpago.
   Shinobi saltó siendo impulsado por la electricidad y se perdió entre las copas de los árboles de truenos.
   Elisse miró al cielo, intentando buscar a Shinobi, pero cuando menos se lo esperó, le lanzaron a su espalda varios kunais y shurikens. Cuando se fue a girar se dio cuenta de algo importante, la "Tierra de Rayos" no podía hacerle nada ya que ella misma era de piedra, pero no podía ver ni distinguir nada debido a la intensa luz.
   No fue hasta que Elisse dio un leve paso hacia atrás que Sombra apareció debajo de ella y la atrapó con un látigo hecho de sombras antes de volver a desaparecer.
   —Tercera Etapa... ¡Monarca del Trueno!
   Shinobi gritó entre los árboles a la vez que la electricidad que formaba gran parte del ambiente convergía en él, creándose encima de su ropa una armadura de relámpagos, apareció frente a Elisse.
   Elisse sonrió bajo el casco y se deshizo del látigo de sombras con fuerza bruta antes de que balancera la lanza contra Shinobi, pero él solo necesitó mover un dedo para formar tras Elisse un círculo sin electricidad del que salió Sombra y ató la lanza con un látigo de sombras a la tierra de la que emergió antes de que el látigo cubriera por completo a Elisse.
   Shinobi volvió a mover un dedo haciendo que frente a Sombra pasara un pequeño destello de electricidad, asintiendo.
   —Etapa Final...
   Shinobi alzó ambas manos y reunió toda la electricidad restante, dándole la forma de una gigantesca espada de electricidad. Sombra apareció detrás de Shinobi y se unió a la espada, haciendo que su color se volviera negro mientras que la rodeaban pequeños rayos de color morado.
   —Versión Doble... ¡Espada del Dios Tormenta!
   Moviendo la gigantesca espada hacia Elisse, Shinobi pudo ver como ella se deshacía del látigo de las sombras y mirara con detenimiento la espada.
   —¡Blasfemo! ¡Sólo hay un Dios, y es Aegis!
   Elisse chocó la espada con su lanza cuando estuvo a punto de tocarla, pero para su sorpresa, era increíblemente liviana. Pero no era eso lo que más le impactó, sino el hecho de que Sombra salió de la espada y atravesó su visera, introduciéndose en su interior.
   Tras unos largos segundos de forcejeo, Elisse se detuvo y la espada de electricidad cayó sobre ella a la vez que Shinobi volvía a su estado original y empezaba a jadear.
   Mirándola con pesadez, Shinobi rezó en su interior, y poco a poco, la armadura de Elisse comenzó a agrietarse lentamente hasta que explotó y Sombra, en su estado original, ocupaba su lugar lleno de sangre negra y diferentes trozos de carne.
   —Estallido Oscuro.
   A diferencia de Shinobi, Sombra estaba claramente mucho mas herido e incluso de su frente brotaba una leve hilera de sangre.
   Todo el lugar estaba plagado de sangre negra, con algunos trozos de armadura o trozos de carne, vísceras o huesos.
   —Shinobi, avisa a Helen de que iremos usando el tren subterráneo.
   Shinobi asintió y mandó un mensaje a través de un dispositivo parecido al reloj de Sombra, comunicándose con Helen y los demás antes de volver al interior de la Federación Heroica.

   Aegis se quedó pensativo incluso cuando vio que ambos héroes escapaban.
   —Laia, procura tener cuidado en Ciudad F... esos "ninja" tienen habilidades que se compenetran a la perfección... puede que seas la Clonadora Zodiacal, pero aún sigues siendo uno de mis peones, y aún tienes un papel que ejercer.
   —Lo entiendo señor Aegis.
   Laia asintió y se arrodilló antes de que Aegis siguiera reprendiéndola.
   —Y respecto a la Forma Imitor...hay que mejorarla... deberían tener al menos su habilidad base. Si el clon de Elisse hubiera seguido teniendo su habilidad espacial, esos dos no serían diferentes de las hormigas...
   —Entendido señor Aegis, haré mi mejor esfuerzo.
   Aegis miró a los demás tras él y se quedó en silencio brevemente.
   —¿No tenéis nada que hacer?
   Rápidamente tras escuchar sus palabras, todos dejaron el lugar, y Aegis se quedó mirando el lugar calcinado y lleno de sangre donde habían luchado Elisse, Sombra y Shinobi, pensando.

   Tras ver el desenlace de la pelea, Archibald estuvo riéndose durante unos minutos hasta que se calmó.
   —Entonces si esos dos se juntan son capaces de igualar a un categoría 9... pufff... seguro que Aegis está echando chispas.... ¡Jajajajajaja!
   Archibald miró el lugar calcinado tras calmarse.
   —Aunque no esperaba que esos hermanos tuvieran semejantes ases bajo sus mangas, como se esperaba de unos descendientes ninja y los futuros dioses de la noche y el cielo... ocultan la mayor parte de sus habilidades... Aunque eso puede ser un punto a favor mío, ahora Aegis pensará que esos dos son héroes de rango S como mínimo y consecuentemente me ignorará.
   Archibald miró la piedra pulida de color morado en su mano y sonrió cínicamente.
   —¿No había nada en la siguiente evolución del Umbralux?... que equivocado estás Aegis... por eso tú necesitabas a Allen... ¿No es así, amatista de las estrellas?
   Archibald acarició sutilmente la amatista y miró el lugar donde se encontraba Aegis, sonriendo con locura y una pizca de satisfacción al saber que el clon de Elisse había sido vencida por otras personas que no eran Allen.