Caballero Cosmos

Capítulo 46 (corregido)

Titán miraba a Edward apretando sus puños cubiertos de sangre a la vez que la mano abierta de Edward, cubierta de pelaje negro con afiladas uñas rojas, se dirigía hacia él.
Dando un salto, Titán rompió la tierra a su alrededor y golpeó la palma con su puño, haciendo que por inercia Edward la retirara. Al volver al suelo ya agrietado, Titán levantó por el impacto varios trozos de tierra y piedra que cogió en sus manos, lanzándoselas a Edward.
Aunque Edward ni se inmutó, ya que los trozos de roca y tierra se descomponían en polvo cuando se acercaban lo suficiente a su cuerpo.
El pecho rojo brillante de Titán se expandía y contraía continuamente, pero su ritmo de respiración se volvió más lenta poco a poco. Mientras respiraba más lentamente, Titán se quitó el reloj en su muñeca y la tiró tras el, fue entonces cuando se sentó sobre el aire inclinándose levemente hacia adelante mientras se agarraba sus piernas.
El humo que salía de los poros del cuerpo de Titán se hizo más denso hasta el punto que no se podía distinguir su cuerpo, solo se podía discernir como crecía rápidamente hasta alcanzar los diez metros.
Edward miró fijamente el denso humo que desprendía el cuerpo de Titán. Sonriendo, lanzó su palma contra el humo pero antes de siquiera poder entrar en la humareda, una gigantesca mano roja con los vasos sanguíneos visibles la sujetó con fuerza. Mientras Edward miraba con interés la mano que lo sujetaba, un puño rojo salió de la humareda y lo golpeó en la barbilla.
Junto al golpe, el humo se disipó por la fuerza centrífuga, revelando a Titán con su cuerpo completo tintado de rojo y las venas visibles aunque seguía expulsando humo de su cuerpo.
 —Forma Gigante.
Titán solo habló esas dos palabras ya que al instante siguiente soltó la mano de Edward y lo volvió a golpear, haciéndolo caer al suelo siendo seguido por Titán, que se lanzó a por él apuntándolo con su codo.
Al recibir el golpe, el suelo alrededor de ambos se resquebrajó casi por completo. Aunque inconforme con el resultado, Titán agarró la cabeza de Edward y comenzó a zarandearlo contra el suelo, golpeándolo una y otra vez, haciendo que la tierra temblara a la vez que se pudría.
Tras zarandearlo, Titán lo miró solo para ver que Edward, sangrando por todos sus orificios, lo miraba con una sonrisa. Apretando su mano derecha en un puño, Titán golpeó a Edward de nuevo, pero su velocidad, así como su fuerza, había disminuido mucho ya que su piel y músculos en ambas manos estaban cubiertas de un tinte verde negruzco, por lo que cuando lo golpeó, Edward ni se inmutó en lo más mínimo.
Titán se levantó del suelo, tambaleándose y dando grandes zancadas hacia atrás siendo seguido por Edward, que miraba sonriente a Titán.

 

Allen, mirando la situación, solo pudo suspirar y negar.
 —Edward tiene una habilidad de putrefacción, degenera todo lo que toca o se acerca a él, un combate cerrado no es la mejor solución...
Al pensarlo, Allen se rió levemente.
 —De hecho, si me enfrentara contra el, no me quedaría más remedio que usar mi Estilo del Caballero de la Verdad, al fin y al cabo, el viento no se puede degenerar... pero... ¿por qué siento que hay algo que me da mala espina...?
Allen dejó de pensar y continuó mirando a Titán y a Edward.

 

Tras estabilizarse, Titán apretó sus dientes aguantando el dolor de sus manos y golpeó la cara de Edward, que le devolvió el golpe e hizo que su mejilla izquierda se tornara verde negruzca.
Llevándose su mano derecha a su mejilla, Titán se la arrancó mostrando sus dientes ensangrentados, procediendo a golpear de nuevo a Edward en su vientre. Aunque Titán se sentía cada vez más débil debido al dolor de sentir su cuerpo pudriéndose lentamente y el de sus manos descompiéndose cada vez que golpeaba a Edward, ignorando por completo sus heridas.
 —Antes... odiaba a Allen...
Titán hablaba en voz baja, pero por su tamaño, era como un enorme altavoz.
 —Pero él... me enseñó... lo que significa... "héroe"...
Haciendo un intento por golpear de nuevo a Edward, Titán perdió el equilibrio y cayó al suelo.
 —Un héroe... siempre defiende... al débil... un héroe... siempre encuentra... una manera... de ganar...
Ejerciendo un enorme esfuerzo, Titán se levantó del suelo y miró a Edward seriamente.
 —Incluso... teniendo... las tornas... en contra... un héroe... mejora... hasta... eclipsar... al enemigo...
Edward se limitaba a mirar a Titán haciendo la extraña mueca en su rostro, parecida a la sonrisa de una cabra.
 —Allen... sigue siendo... el mejor... héroe... que le quitéis... el gen... no significa... que deje... de serlo...
Al pronunciar el gen, Edward se puso serio y caminó hacia Titán, golpeándolo en el vientre. Cuando recibió el golpe, Titán cayó de rodillas y terminó por desplomarse en el suelo.
 —Allen... Firmamento... Caballero Loco... jeje... jejeje... da igual... su nombre... el podría... venceros... a todos...
Viendo su vitalidad, Edward se desesperó y comenzó a patearlo con sus patas cada vez que Titán intentaba levantarse.

 

Allen se apretó el sombrero, ocultándose las lágrimas que fluían por sus mejillas, y sujetó fuertemente la tubería en sus manos.
 —¿Un héroe...? Extrañamente... ahora me gusta el nombre de Caballero Loco...
Sin pensárselo mucho, Allen corrió hacia donde se encontraban Edward y Titán.

 

Tim, al haber observado la lucha entre Titán y Edward, se sentía cada vez más angustiado, sobretodo en el momento actual que Titán estaba al borde del desmayo.
 —¡Señor, Allen..!
Tim miró la mano de un héroe solo para descubrir que Allen, sujetando una tubería, corría hacia Edward.
 —¿Entonces no eres un héroe...? Jejeje... no esperaba menos del héroe que salvó a mi hermana.
Tim sacó debajo de su chaqueta militar roja un colgante en la que había una foto de una mujer, la misma que Allen salvó del descontrolado ganándose el nombre de "Caballero Loco".




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