Caballero Cosmos

Capítulo 48 (corregido)

Allen expulsó el humo de su boca a la vez que se sentaba en el suelo encharcado con la sangre de Edward y Titán. Flexionando sus piernas, colocó sus brazos sobre sus rodillas y comenzó a pensar mientras fumaba.
Titán, cuyo cuerpo gigante se derretía dejando un olor acre en el ambiente, miró a Allen a su lado.
 —¿En qué piensas?
 —¿Nunca te has preguntado porqué las personas mienten o hacen algo que no deberían por dinero?
Antes de responder, Titán se rió entre dientes.
 —¿A ese tipo de pensamientos le dedicas tu tiempo libre? No sabía que eras un filósofo.
 —No es ser un filósofo Titán, sino ser alguien que tiene valores y no comprende dicho comportamiento.
Titán respiró hondo, dejando que su piel y músculos se derritieran aún más profundamente, en su rostro ya se podía ver parte de su cráneo así como algunos nervios y vasos sanguíneos.
 —Puede que hable desde la inexperiencia, ya que en el ejército nos preparaban tanto física como mentalmente para ese tipo de casos, pero en mi opinión, siempre hay que escuchar a la otra parte a menos que sea un asesino.
 —¿Y si no responde?
 —Ehhh... esa es realmente una buena pregunta. Pero supongo que si uno no responde significa que es una persona ávida de dinero, aunque también cabría decir que es su trabajo por deleznable que sea.
Allen fumó el cigarro en su mano siendo observado por Titán, que ahora mismo su cabeza no era mas que un cráneo casi descompuesto por completo.
 —Apruebo tu teoría Titán, sin embargo, la cualidad que tenemos los humanos es el libre albedrío, la capacidad de elección sobre nuestras acciones, por lo que somos capaces de distinguir entre algo benigno, de algo maligno.
Exhalando, Allen miró detrás de él, viendo el cráneo gigante descompuesto con los dientes parecidos a brazos humanos cayéndose.
Del pecho del cuerpo gigante, emergió un humano cubierto de sangre con musculatura casi inexistente, haciendo que su cuerpo fuera prácticamente hueso.
 —Por esto no me gusta crecer mas allá de los cinco metros... ahora parezco un muerto viviente.
Titán miró al horizonte mientras se sentaba en el pecho.
 —En cuanto a lo que has dicho, razón no te falta Allen, pero el dinero mueve el mundo, y siempre habrá personas que harán cualquier cosa con tal de obtenerlo, de ahí que antes de que apareciera el Umbralux Draco hubiera guerras entre países. Pero claro... no sé si su aparición fue una bendición para solucionar los problemas de la pobreza, o una maldición que la empeoró...
Allen terminó de fumar, apagando la colilla mientras suspiraba.
 —Razón no te falta Titán... razón no te falta...
En el momento en que Allen se tranquilizó, su ojo derecho volvió a la normalidad, aunque seguía pensando sobre la conversación que había tenido con Titán.
 —Ya viene la ambulancia. Espero que nos hayan traído ropa nueva... yo no se tu, pero por mi parte no tengo ganas de ir con mi cuerpo enclenque al aire.
Allen se levantó a la vez que Titán bajaba de su antiguo cuerpo gigante de diez metros. Cuando vio aparecer la ambulancia, Allen comenzó a marearse.
 —¿Allen?
Allen no respondió a Titán, ya que había caído al suelo y respiraba irregularmente.
Antes de perder el conocimiento, Allen pudo ver como varias personas borrosas azules lo rodeaban y lo levantaban en una camilla.

 

Titán se acercó a Allen y le tocó la frente, dándose cuenta de que estaba ardiendo.
 —Fiebre. ¿Es a consecuencia de estar expuesto a la habilidad de Edward?
Titán miró la ambulancia que paró frente a él y a Allen. De ella salieron varios médicos en un traje azul completo de silicona con guantes, botas y un casco con un cristal cuadrado que mostraba su cara. Los huecos eran sellados con placas de hierro.
Sin impedirlo, Titán dejó a los médicos rodear a Allen y tomarle la temperatura, su presión arterial y su pulso antes de que lo levantaran, colocándolo en una camilla.
 —¿Alguien me puede decir qué demonios le pasa?
Un médico se acercó a Titán con un cuaderno, aunque al fijarse, Titán se dio cuenta de que era Helen.
 —¿Y bien, Helen? ¿Qué ocurre?
 —Hay noticias buenas, noticias malas, y noticias peores. ¿Cuáles quieres escuchar primero Titán?
Titán miró a Allen en la camilla y suspiró.
 —Todas.
 —La buena noticia es que Allen no corre riesgo de morir, la mala es que la habilidad de putrefacción que tenía Edward probablemente haya afectado el corazón de Allen, y la peor...
Helen se detuvo y sopesó sus palabras, aunque solo con ver la reacción de Titán al escuchar que el corazón de Allen estaba pudriéndose, temía que hiciera una locura, como ir a Ciudad A y enfrentarse a Aegis él mismo.
 —La peor es que... en cierta manera... tendremos que lidiar con otro Edward... en el futuro...
Aunque habló pausadamente, Titán la miró fijamente.
 —No me fastidies Helen... tengo suerte de que el contraefecto de mi habilidad me forme un cuerpo nuevo, sino estaría muerto ahora mismo ¿y me dices que hay otro posible bastardo que lo pudre todo?
Helen se quedó mirando la cara de Titán mientras sus piernas temblaban.
 —E-Estuve ojeando la información, y resulta que hay una chica que se llama Laia, tiene una habilidad de clonación. La única información sobre su habilidad es lo que dijeron Shinobi y Sombra sobre la clonada Elisse y su forma Imitor después de usar su forma Gigax.
Helen habló casi tan rápido que Titán solo captó las palabras mas importantes de lo que dijo.
 —Esa mujer, así como el clon y Aegis, pueden esperar. Lo importante ahora es que Allen se recupere, y para eso hay que evitar que su corazón se pudra.
En contestación a Titán, Helen pasó las hojas de su cuaderno.
 —¿Recuerdas que dije en la última reunión que quizá Allen tenga una habilidad? La llamo Crecimiento, y mi suposición es que es como el gen evolutivo pero de menor calidad, no le permitirá usar sus antiguas habilidades, pero creo que sí podría acostumbrarse rápidamente a varias cosas si las experimenta, así como crear anticuerpos contra enfermedades. Necesito una muestra de su sangre para asegurarme, pero creo que mi suposición es correcta en su mayoría.
Titán comprendió lo que decía Helen, si la habilidad de Allen, Crecimiento, contrarrestaba los efectos de putrefacción era posible que su corazón se curara e incluso cuando apareciera el clon de Edward su putrefacción no le afectara en absoluto al tener su habilidad experiencia previa al contrarrestarla.




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