Caballero Cosmos

Capítulo 72 (V2)

    Helen apuntó al Charibdys con su pistola y disparó. Cuando las balas impactaban en el cuerpo del Charibdys, explotaban, aunque no le hacían prácticamente ningún daño.
    Helen se fijó en los demás por el rabillo de su ojo, descubriendo que estaban congelados.
    —Es...ta...mos... en... un... á...re...a... de... mi... ha...bi...li...dad.
    Helen volvió a disparar, pero descubrió por el sonido que la pistola se había quedado sin balas, por lo que levantó sus puños y corrió hacia el Charibdys, golpeando su hombro izquierdo a la vez que ocurría una explosión.
    Al disiparse el humo, Helen vio que el hombro del Charibdys no tenía ningún rasguño. Por otra parte, el Charibdys abrió su enorme boca y arrancó la parte superior de Helen, tragándosela. Luego miró a Vicky, que empezó a moverse tras su mirada.
    —¿¡Qué demonios...!?
    Vicky tiró la pistola e hizo aparecer en sus manos una gatling junto con suficiente munición para una ronda de disparos. La apuntó al Charibdys y empezó a disparar, aunque el Charibdys lo recibía sin ningún daño.
    Cuando se agotó su munición, Vicky devolvió la gatling a su lugar e hizo aparecer esta vez un lanzacohetes cargado que disparó contra el Charibdys. Con el estallido y la nube de polvo, no pudo ver que el Charibdys apareció detrás de ella y atravesó su nuca con su brazo.
    El Charibdys miró a Leid y sonrió, ya que cuando volvió a moverse estuvo paralizado por la vista frente a él. El Charibdys se acercó a Leid poco a poco, cuando lo tuvo frente a él, abrió su boca y lo devoró. Aunque en ese momento, el tiempo volvió a fluir y los que quedaban, Shinobi, Sombra, Titán, Megan y Tim vieron los cadáveres y lo que quedaba del cadáver de Leid, que en su mano había una anilla de una granada.
    —¡Esa maldita cosa...!
    —No decidió usar su habilidad hasta que se deshizo de Allen.
    En el momento siguiente, Titán miró a Megan solo para ver que tenía su cuerpo desmembrado. Luego miró a Tim, pero en menos de un segundo, vio como su cuerpo caía faltándole la cabeza.
    —¡No me jodas! ¡Ni siquiera le he puesto la mano encima al imbécil de Aegis! ¿¡Quieres guerra bicho raro!? ¡¡¡Te daré la guerra que quieras!!!
    Titán creció de golpe a una altura de quince metros, con su cuerpo rojo expulsando vapores.
    —Veamos si aguantas un puño gigantesco... ¡Forma Titán!
    Titán siguió creciendo, mirando a todas partes buscando al Charibdys. Cuando llegó a una altura de treinta metros, lo vio justo debajo de él, haciendo que sonriera mientras sus dientes estallaban junto con su puño, que de tanta fuerza, empezó a sangrar.
    —¡Rompe Continentes!
    Titán golpeó el suelo donde estaba el Charibdys, aunque siguió golpeando una y otra vez con el mismo puño, creando una fosa que llenó de la sangre que brotaba de su puño en el proceso.
    Tras unos veinte o treinta golpes, Titán se derrumbó y cerca de su columna vertebral salió un Titán delgado.
    —¡Por cabronazo!
    Sin embargo, al contrario de lo que esperaba, el Charibdys apareció frente a él.
    —No me jodas...
    Al Charibdys le bastó un golpe en el pecho semi esquelético de Titán para matarlo. Luego, miró a Sombra.
    Cuando vio todos los cadáveres, y el cadáver de un gigantificado Titán, Sombra se mantuvo tranquilo y sujetó con fuerza en su mano derecha la ninjato mientras que entre los dedos de su mano izquierda aparecían varios shurikens.
    —¿No tenías que matar solo a Allen? ¿Por que ir tan lejos?
    —Los... hé...ro...es... so...is... un... e...rror...
    —¿Un error? ¿Y los monstruos no lo son?
    Ante la réplica de Sombra, el Charibdys se mantuvo en silencio.
    —To...do... es... un... e...rror. Él... de...be... mo...rir...
    Tras sus palabras, el Charibdys apareció detrás de Sombra y le cortó la cabeza, aunque de nada sirvió, ya que su cabeza y cuello volvieron a unirse en cuestión de segundos.
    —¿Y quién es él? ¿Un villano omnipotente? ¿Un monstruo invencible?
    —Sé... qui...én... e...res. Som...bra... Car...me...sí.
    El Charibdys golpeó el brazo de Sombra, aunque al contrario de lo que él esperaba, su brazo empezó a sangrar, por lo que se retiró mientras lanzaba los shurikens hacia el Charibdys.
    —¿Puedes devorar las habilidades también?
    —Ex...cep...to... el... gen... e...vo...lu...ti...vo... to...do.
    Al escuchar esa revelación, la piel de Sombra se erizó, entendiendo que el Charibdys Temporalis era una criatura que solo podía ser superada por el mismísimo Umbralux Draco.
    —¿Sabes que Allen te acabará matando no?
    —A...llen... es...tá... mu...er...to...
    Sombra volvió a su estado físico, en cambio, su ninjato se tiñó de oscuridad como si ardiera en una llama traslúcida negra y la apuntó al Charibdys.
    —Entonces date prisa y llévame con el ¿quieres?
    El Charibdys saltó hacia Sombra, y aprovechando que el Charibdys no podía ver, lo atravesó con su ninjato, dividiéndolo diagonalmente. Aunque el Charibdys desapareció y volvió a aparecer detrás suya, atravesando su columna vertebral y pecho con su brazo.
    —U...no... me...nos...
    Luego, el Charibdys miró a Shinobi, que recuperó su movilidad.
    —Hermanito... aguanta un poco... por Allen... y los civiles.
    Expulsando una gran cantidad de sangre por la boca, Sombra dio un último espasmo y murió con el brazo del Charibdys aún atravesando su cuerpo.
    —Hermano mayor... chicos... tú... bicho ¡estás muerto!
    Los ojos de Shinobi se volvieron blancos mientras saltaban chispas de ellos.
    —Etapa Final... ¡Modo Maximizado!
    Shinobi llenó sus manos de electricidad de la que se formó una katana relampagueante de dos metros.
    —¡Katana del Dios del Rayo!
    El Charibdys escuchó sus palabras y habló en una voz extremadamente baja.
    —¿A... des...per...ta...do...?
    —¡Y ahora!
    Los rayos que salían del cuerpo de Shinobi destruyeron la parte superior de su traje ninja, mostrando su rostro. El cabello de Shinobi era electricidad pura, mientras que de su piel blanca saltaban chispas al igual que sus ojos.
    —¡Ninjutsu: Bendición de Zeus!
    Shinobi manejó la katana con una mano mientras que con la restante formaba varios sellos que cuando los terminó, sus brazos se llenaron de letras chinas azules que impulsaron tanto su electricidad como su katana, haciendo que incluso el sol palideciera en comparación.
    Shinobi, en ese momento, corrió hacia el Charibdys mientras agitaba la katana hacia él, cortándolo en dos mitades.




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