Caballero Cosmos

Epílogo (corregido)

Archibald miró a Allen.
 —¿Cómo puedes sonreír así?
Allen negó y miró a Archibald, encogiéndose de hombros.
 —No lo sé. Caballero Crono... le estoy agradecido, yo no hubiera podido tener el valor para matar a Seira una segunda vez.
Archibald chasqueó la lengua, mirando a Allen con repulsión y asco.
 —Ese tipo no vendrá a salvarte, Allen... porque al igual que las otras veces, morirás y servirás de alimento.
Allen hizo aparecer el casco y se quedó mirando a Archibald.
 —Caballero Cosmos, no Allen.
Archibald se rió y sus ojos desencajados miraron a Allen con una sonrisa que se extendía por todo su rostro.
 —Entonces te preguntaré algo, Caballero, ¿prefieres vivir o morir?
Allen apretó sus puños y comenzó a caminar hacia Archibald lentamente.
 —Prefiero la tercera opción.
 —¿Cómo? No hay tercera opc...
 —¡La hay!
Allen interrumpió a Archibald a la vez que una intensa aura negra con múltiples puntos blancos luminosos salían de él.
 —Lo que he aprendido desde que Aegis me secuestró es que no importa las opciones que tengas delante, ¡siempre hay una opción más!
Al mirar a Allen, Archibald comenzó a entender lo que dijo Veldor, con el aura que Allen exudaba le recordaba a esa peligrosa criatura, el Umbralux.
  —Sueño de Hamal.
Allen creó una cúpula de humo que ocupó toda el área, aunque al contrario de lo que esperaba, Archibald seguía en pie, consciente.
 —Con una siesta no puedes detenerme, mocoso.
 —¡Espada de Antares!
Allen corrió hacia Archibald con la espada de cristal rojo en su mano derecha, haciendo un corte vertical hacia el, aunque Archibald usó su antebrazo izquierdo para detenerla.
 —¡Erupción Náutica!
Con su palma derecha abierta, Archibald le dio una palmada en el vientre a Allen, empujándolo varios kilómetros a la vez que incluso le rompió gran parte de su armadura, la cual de entre las grietas salía un leve reguero de sangre.
 —¡Escudo de Altarf!
Allen creó un escudo de cristal rojo semitransparente, evitando que fuera más lejos y haciendo fuerza, saltó sobre el escudo hacia Archibald.
 —¡Copia de Pólux!
Esta vez, Allen no copió el fondo del océano, copió el propio sol alrededor de su cuerpo.
Apretando su puño derecho que brillaba con un intenso dorado, Allen llegó como una bala frente a Archibald, que se defendía con sus brazos, y le lanzó un puñetazo.
 —¡Impacto de Regulus... Modo Solar!
Con el golpe, esta vez fue Archibald quien le tocó ser empujado un par de kilómetros.
Al deshacer la copia, la armadura de Allen estaba ennegrecida por casi todas partes, pero siguió apretando los puños y desapareció en menos de un segundo del lugar.
 —¡Maldito mocoso... por eso no me gustan los niños!
Cuando Archibald se dio cuenta, Allen estaba corriendo a la misma velocidad a la que iba el mismo por la fuerza del golpe.
 —¡Ven aquí... niñato!
Allen esquivó el agarre de Archibald y lo golpeó con una patada hacia el cielo, deteniéndose en el mismo momento.
 —Ahhh... necesito algo más... el sol no es suficiente...
En ese momento, se le ocurrió algo, por lo que saltó al cielo, persiguiendo a Archibald.
Al llegar al lado de Archibald, éste lo miró con odio e intentó agarrarlo, solo para que Allen lo esquivara dando un giro en el aire a la vez que su pierna derecha brillaba con una luz marrón junto al símbolo de Capricornio en la capa.
 —¡Impulso de Deneb!
Allen le dió con el talón en la espalda a Archibald, enviándolo de nuevo a la tierra siguiéndolo de cerca.

 

 —Parece que gané la apuesta.
En una sala negra donde solo había una pantalla con Archibald, convertido en monstruo, y Allen, transformado en su Estilo del Caballero Cósmico, peleaban, conversaban tranquilamente varias personas con túnicas de diferentes colores.
 —Aún no has ganado.
 —Je... Es cuestión de tiempo de todas formas...
 —Pero ninguno esperábamos nada de lo ocurrido en esta línea temporal.
 —La ónix blanca, el arrebato de ira, por no decir descontrol, de Allen... y la aparición de Crono es algo que implica que el bucle se eliminará.
 —Te olvidas de una cosa, la aberración del Draconis Leo apareció antes de lo debido.
 —Umm... es cierto.
 —Aunque se debe decir que Allen ha roto todas las expectativas esta vez.
 —Fijaos... Eso... ¿qué es eso?
Todas las personas se callaron y miraron la pantalla con expectación.

 

Archibald se levantó y miró a Allen con los ojos fuera de sus órbitas.
Allen estaba alejado de el con los brazos cruzados, pero frente a el los doce signos se unieron de tres en tres, formando los estilos del rubí, la esmeralda, el zafiro y el topacio con una persona creada de luz transparente que les daba forma. En medio de ellos se encontraba el estilo del prisma con una persona luminosa al igual que los demás.
 —¿Qué? Espera... ¡¿Qué?!
Siguiendo el estilo del prisma, los demás lo siguieron y comenzaron a golpear a Archibald por todas partes.
Archibald no podía igualar la velocidad a la que golpeaban las copias por lo que alzó las manos contra ellos.
 —¡Tsunami Mundial!
Archibald creó un tsunami contra las copias aunque de poco sirvió, ya que la copia del topacio usó el martillo y golpeó el tsunami, rompiéndolo.
Detrás suya, Archibald recibió dos cortes en la espalda, comenzando a sangrar. Mirando detrás suya, sus ojos se agrandaron al ver dos copias más del ónix y el ónix blanco, ambas con la guadaña y el florete independientemente.
Archibald miró a Allen a la vez que era rodeado por las copias.
 —¡¡¡Allen!!!
Allen se acercó lentamente, caminando hacia Archibald.
 —¡¡¡Te mataré!!! ¡¡¡Mocoso!!!
Archibald apareció frente a Allen, con su palma abierta.
—¡¡¡Erupción Náutica!!!
La copia del prisma se unió a Allen, a la vez que Allen usaba la espada para bloquear la palma de Archibald. La copia del zafiro se unió a Allen esta vez y éste giró su cuerpo, usando la lanza, golpeando a Archibald con ella.
 —¡¡¡Géiser de las Profundidades!!!
Las manos de Archibald apuntaron hacia Allen, de las que salió un torrente de agua negra, aunque la copia del topacio se colocó en medio y destruyó la onda de agua con su martillo. Allen atravesó la copia y agarró el martillo, golpeando el estómago de Archibald.
Antes de que pudiera recuperarse, la copia del rubí y de la esmeralda se introdujeron en Allen, y este hizo estallar su puño derecho en llamas rojas dándole un puñetazo a Archibald seguido por una patada envuelta en un brillo verde, lanzándolo al aire.
 —¡¡¡Aún no!!! ¡¡¡Ira de Poseidón!!!
Archibald, sin dar su brazo a torcer, creó una esfera de agua negra de alrededor de medio kilómetro de diametro y la lanzó hacia Allen.
Sin reaccionar mucho, Allen dio un salto, uniéndose en el aire con la copia del ónix y manejando la guadaña en mitad del aire. Cortó la esfera de agua por la mitad y al llegar frente a Archibald, la copia del ónix blanco se unió a él, golpeando a Archibald con su puño derecho haciéndolo volver a la tierra.
Levantándose, Archibald miró a Allen que se acercaba a él.
 —¡¡¡Reinicio Temporal!!!
Al contrario de lo que esperaba Archibald, Allen también fue afectado por su habilidad y todo a su alrededor se distorsionó, apareciendo en un campo cerca de alguna ciudad por la noche.
 —¡¿Cómo me has podido seguir?! ¡¡Es imposible!!
Allen no respondió, solo blandió el florete y atacó a Archibald que por cada ataque que detenía con su antebrazo, se le formaba una herida nueva y comenzaba a sangrar más.
 —¡Allen no me mates! ¡Las consecuencias pueden ser desastrosas!
 —Esa piedad que pides es la misma que tú nunca has dado
Al recibir esa contestación, Archibald se quedó en silencio.
Allen golpeó con una patada a Archibald y el rubí, el zafiro, la esmeralda y el topacio aparecieron en el broche dorado del florete. El ónix blanco apareció en el centro del broche, y en el extremo del mango el prisma.
En este punto, el florete brillaba como un pequeño arcoiris con diversos colores. Al verlo, Archibald tembló brevemente.
Allen se lanzó hacia Archibald, golpeándolo con otra patada, y a la vez, el broche se giró, formando otro zócalo en el que se introdujo el diamante, ahora el broche parecía una flor de cristal con cinco pétalos.
 —¡Big Bang!
Allen lanzó el florete junto a un torrente de luz multicolor que salía de su mano. Archibald levantó ambas manos hacia el torrente de luz, chocando contra su propio torrente de agua.
 —¡Géiser de las Profundidades!
Aunque el ataque de Archibald fue un intento fútil de defenderse, ya que el Big Bang de Allen se lo tragó. Al llegar frente a Archibald, todo su cuerpo fue absorbido por el Big Bang mientras veía encima de Allen una grieta dimensional y sonreía a la vez que su cuerpo se rompía en trozos y se deshacía hasta que no quedó nada de él.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.