Caballero Cosmos

Capítulo 25 (corregido)

Allen caminaba por el parque hasta llegar frente a un banco y sentarse, mirando el cielo negro antes de sacar las cinco piedras grises en su mano izquierda y el ónix en su mano derecha.
 —Emociones...
 «No las necesitas.»
La voz en la mente de Allen resonó dando su opinión.
 —Pasión...
 «Nadie merece tu llamada "pasión".»
Cada vez que la voz hablaba, el brillo del ónix temblaba, resonando con su brillo.
 —Honestidad...
 «¿De qué sirve que seas honesto con tus sentimientos si los demás nunca lo serán contigo?»
Allen suspiró a la vez que tres de las piedras negras se elevaron en el aire, las cuales fueron el prisma, el rubí y el zafiro.
 —Verdad...
 «Todo el mundo miente. No tengo que decir nada, ¿verdad?»
La esmeralda se unió con las otras tres piedras en el aire, y Allen se quedó mirando la última piedra, el topacio.
 «Y voluntad... la idiotez más grande de la raza humana. Hay que saber rendirse...»
El topacio voló junto con las otras piedras. En ese momento el brillo negro del ónix rodeó las cinco piedras grises, tornándolas de nuevo con sus colores, aunque con diferentes tonos de los que tenían en un principio.
 «Thomas fue un idiota. ¡JA! Por eso recibió el título de "Berserker Zodiacal"... quedan diez personas que matar Allen, y uno de los que han venido puede ser el peligroso Sagitario.»
 —Lektor, el "Arquero Zodiacal"... dudo que Aegis se atreva a usarlo a menos que se vea obligado.
Allen se levantó siendo envuelto por una niebla negra, que al disiparse, el traje del Estilo del Caballero de la Tristeza lo cubría mientras miraba a dos figuras con túnica.
Una de las personas era calva con su cara llena de cicatrices mientras que el otro era un niño pequeño de pelo azul.
 —Hola a ambos, Zack y Nick.
Allen los saludó con una etiqueta noble, haciendo que ambos se sorprendieran.
 —¿No estás siendo controlado por la oscuridad?
Allen miró a Zack, y su boca se tornó en una sonrisa lúgubre y siniestra.
 —¿Controlado? Te equivocas Zack, solo me dejo llevar por mis emociones. 
 —Es lo mismo. El poder cristalizado del elemento oscuridad te está consumiendo Allen. ¿Acaso hace años no decías que ibas a ser diferente a las personas actuales?
Allen dejó de sonreír y miró a Nick, el hombre calvo, de reojo.
 —Y lo soy... soy diferente a todo el mundo, y soy mejor que Aegis... o al menos lo era.
 —Allen, hablo en nombre de todos cuando digo que lo mejor es que dejes la fútil resistencia y vuelvas bajo el ala de Lord Aegis.
La guadaña se materializó en la mano derecha de Allen y comenzó a mirar a Nick con sus ojos que se habían tornado negros con sus iris rojos.
 —No eres el más indicado para aconsejarme cangrejo. Si mal no recuerdo, tú fuiste uno de los que no impidieron a Calibur comenzar la Fase 2, haciendo que Seira acabara descontrolada.
Nick negó, y miró a Allen con unos ojos completamente negros.
 —Ya deberías saber que Lord Aegis tiene el crecimiento más alto, su poder es comparable al planeta mismo, desobedecer sus órdenes es lo mismo que la muerte.
 —¿Muerte...? Eso obtendrás dentro de poco.
Allen sonrió al escuchar sus palabras. De sus ojos salieron dos líneas negras que llegaron a la parte inferior de su mandíbula, elevándose en el aire mientras miraba a Nick.
Zack sólo se limitaba a mirar a Nick, el cual era envuelto lentamente por una capa de agua. Aunque no dijo nada, ya que Zack se retiró de escena rápidamente y desapareció en la lejanía.
 —Allen, siempre fuiste capaz de defender tus ideales, pero ahora... ahora eres una sombra de lo que solías ser. ¿Qué crees que pasará si conoces en tu estado actual a los integrantes del Proyecto Perfección más cercanos a Aegis?
 —Poco me importa, los mataré a todos, y Aegis será el plato final.
Nick resopló desde el interior de la capa de agua.
 —Todavía no lo entiendes. ¿Me creerías si te dijera que Aegis te ha estado vigilando todo el tiempo?
Allen suspiró y negó mirando a Nick.
 —¿Vas a luchar o seguirás hablando?
Nick se calló, siendo envuelto por la capa de agua que crecía rápidamente. A los pocos segundos alcanzó el tamaño de un pequeño edificio de tres plantas, sin embargo, su longitud abarcaba varias decenas de metros.
Cuando la capa de agua desapareció, Nick se había vuelto un enorme cangrejo con el caparazón y sus patas negras, mientras que sus gigantescas pinzas eran rojas.
 —Éso está mejor viejo ermitaño.
Allen cayó en picado hacia Nick con la guadaña frente a él, golpeando el caparazón con la hoja de la guadaña y emitiéndose chispas del choque.

Archibald miraba desde lejos con una sonrisa, a su lado se encontraban Zack y Elisse.
 —Nick posee la habilidad de un cangrejo ermitaño, por lo que si Allen se descuida y Nick está en una situación de vida o muerte, puede cambiar su cuerpo por otra persona.
Zack miraba la situación con ojos fríos, en cambio, Elisse miraba a Archibald como si mirara a un demonio.
 —¿Qué crees que ocurrirá si Lord Aegis se entera de lo que haces Archibald?
 —Poco me importa, yo sólo quiero que Allen mejore, y para ello tiene que dominar el elemento oscuridad. Cuando lo haga dominará en total cinco elementos, solo le quedaría un elemento más y entonces...
Las arrugas del rostro de Archibald se acentuaron con su sonrisa, aunque sus pensamientos se torcieron rápidamente.
 —Pero para que Allen consiga el elemento que le falta necesitaría varias cosas. Tendría que eliminar el pensamiento de la ónix, Allen tendría que conseguir unir los cuatro elementos principales, y por último... enfrentarse a un peligro extremo.
Con sus últimas palabras, Archibald miró a Elisse y sonrió, haciendo que ella tuviera un escalofrío.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.