Tú siempre pintando sueños
yo nunca sin tu perfume
tú siempre con tus virtudes
yo nunca sin mis defectos.
Saber que el «siempre» es eterno
y que mis malas costumbres
nunca evitan que tú alumbres
el letargo de mi invierno.
Vivo huyendo de la duda,
pues cuando me siento ausente
solo tu certeza ayuda