CAPÍTULO 2: LA JUVENTUD PERDIDA – CÓMO NACEN LAS PANDILLAS

Las pandillas callejeras no surgen de la nada. No son solo grupos de delincuentes organizados al azar. Son el producto de un sistema que ha fallado a toda una generación. En los barrios más pobres de Bangkok, donde las oportunidades son un privilegio y la violencia es la norma, unirse a una pandilla no es solo una elección: a veces es la única opción de sobrevivir.

La Miseria Como Escuela del Crimen

Tailandia es conocida mundialmente por sus imponentes rascacielos, sus lujosos centros comerciales y sus templos majestuosos. Pero más allá del brillo turístico, existe otra cara que pocos ven: los suburbios empobrecidos, donde las casas son de chapa, el agua potable es un lujo y las familias sobreviven con lo que ganan en el mercado negro.

Para muchos niños que crecen en estas zonas, la escuela no es una opción. El abandono escolar es común, y las calles se convierten en su único maestro. Sin acceso a educación, sin empleos dignos y con familias fragmentadas, estos jóvenes encuentran en las pandillas algo que nunca tuvieron: pertenencia, protección y respeto.

El Reclutamiento: Un Camino sin Retorno

Las pandillas no reclutan de forma casual. Buscan a los más vulnerables, a los más desesperados. En los callejones de Bangkok, se dice que hay tres formas de entrar a una pandilla:

1. Por sangre: Si un hermano o un padre ya es parte, la lealtad es obligatoria.
2. Por deuda: Muchos jóvenes deben dinero a prestamistas y la única forma de pagar es sirviendo a la banda.
3. Por iniciación: Si demuestras ser lo suficientemente fuerte y despiadado, te aceptan.

El proceso de iniciación varía según la pandilla. En algunas, basta con cometer un robo. En otras, hay que apuñalar a alguien al azar en la calle. Las pruebas son brutales porque buscan crear soldados sin miedo.

"Me dijeron que si quería ser uno de ellos, tenía que demostrar que estaba dispuesto a hacer cualquier cosa. Me dieron un cuchillo y me dijeron que apuñalara al primer hombre que viera. Tenía 14 años."
— Testimonio de un exmiembro de la pandilla Phi Noi (Los Hermanos Pequeños), en una entrevista anónima.

Las Pandillas Más Temidas de Bangkok

Existen cientos de pandillas callejeras en Tailandia, pero algunas se han hecho infames por su brutalidad y su control de los barrios:

🔹 Phi Noi (Los Hermanos Pequeños): Una de las pandillas más antiguas. Reclutan a menores de edad para cometer robos y asaltos.
🔹 Talok (Los Sin Alma): Se especializan en sicariato y peleas clandestinas. Sus miembros llevan tatuajes distintivos en el cuello.
🔹 Maha Thahan (Los Inmortales): Son conocidos por el tráfico de drogas y la explotación sexual. Los nuevos reclutas deben sobrevivir una golpiza de 10 minutos sin caer.

Las guerras entre pandillas son comunes. Los territorios son sagrados, y cualquier intento de invadir la zona de otra banda se paga con sangre. Los cementerios clandestinos en las afueras de Bangkok son prueba de ello.

El Precio de la Lealtad

Una vez dentro de la pandilla, salir no es una opción fácil. Muchos intentan huir cuando se dan cuenta de que la hermandad es solo una ilusión. Pero la traición se paga con la vida.

"Intenté salir cuando cumplí 18. No quería seguir vendiendo drogas para ellos. Me dijeron que si me iba, matarían a mi hermana. Así que me quedé. No tenía opción."
— Exmiembro de Talok.

Para la mayoría, las opciones son solo dos: la cárcel o la muerte.