Calles Sin Fin

Capítulo 2

¿Sabes cual es la clave del exito?

—La inteligencia... Supongo.

Ummm.... Si es importante, pero en este negocio la clave está en la reputación; tienes que tener mucho cuidado de no arruinar ningún negocio, sobre todo si se trata de gringos.

Ya veo...

Que, ¿eso es todo? Que frío eres.

No pudo ir tan lejos, la encontraremos más rápido de lo cree.

—Eso espero, el plazo máximo es una semana.

Ummm....

Que pasa ¿quieres decir algo?

—Bueno, ¿no es mas fácil enviar a alguien mas? Digo tenemos como a cuatro que fácilmente la remplazarian.

No es tan fácil, el cliente la pidió exclusivamente a ella. Además es  una locura lo que pagó.

—Ya veo.

Como sea, contacta con la patrulla, entre más mejor.

Claro, pero... necesitaría el permiso del jefe.

—Tomy eh, no te preocupes yo me encargo.

Bien, empezaremos de inmediato.

—Mierda, todo iba tan bien. 
Veamos, Tomy... Aquí está. Alo Tomy, ah bien... ¿La familia? Si bien. Oye necesito un favor si, se trata de eso.

—Mira nada más eso, no terminas de dar la vuelta y aparecen más culos, por cuanto crees que lo pueda tener en la cara.

—No todo es dinero Hugo, no estas en el antro con putas.

Te sorprendería lo que puede hacer el dinero. Por cierto hablando de dinero, ¿el capitán recibió un encargo verdad?

—Ah si, me envió la información está mañana.

¿Encerio? Espero una buena tajada de esto.

Si, la verdad es que necesito una bicicleta nueva para Sofía, ¿ya viste lo caras que estan?

No, no tengo idea, pero juraría que con la quincena sería sufiente.

Sabes que una quincena nunca es suficiente.

Si claro, te la gastaste en putas. Dejame ver la información.

Claro, mira.

—Valla, entonces es mercancía valiosa. Mira nada más esa carita, le falta un poco adelante pero parece que lo compensa atrás.

—De echo lo compensa en el medio también.

¿Que? Mierda un puto trans, por que no me dijiste.

—Bueno, estabas muy emocionado.

Estas enfermo Miguel.

—¿te sorprende? Jaja

Y bien, por donde comenzamos.

—Según esto tenemos que ir a ese barrio; el peor lugar posible. Tenemos que buscar información.

—Supongo que tenemos que ir con el.

Ah, no me agrada la idea pero...

–Bueno, por algo debemos empezar.

Este sitio como siempre es un basurero. Espero acabar con esto pronto.

Ummm....

¿Que tienes?

No se... No parece el lugar de siempre.

Si da esa sensación.

—No importa busque...

¡Ah! Que no es... 

—Si, que suerte ¿no crees?

Es cierto ¿Umm? Nos está viendo..., ah mierda, se echó a correr.

Ya sabes que hacer.

—¡Por supuesto! A trabajar.

—¡Jhony! Que pasa amigo, que grosero de tu parte echarse a correr.

—Ah... Si Bueno, ni los reconocí. Que los trae por aquí.

Bueno necesitamos...

—Ah ya se, de la mejor calidad verdad. Solo se la vendo a clientes exclusivos como ustedes, ¿recuerdas Hugo? Eras irreconocible esa noche.

¡Ajam! Verás no necesitamos de “eso" por ahora ¿verdad Hugo?

Si... Por ahora ¡digo! Claro que no.

—Quiero que le prestes mucha  atención a esto. ¿Te dice algo?

Bueno no es mi fuerte, pero... conosco alguien...

—No, tampoco estamos interesados. Y la verdad es que el tiempo tampoco nos sobra.

Así que, te recomiendo que no te hagas el idiota y empieza a hablar.

Jaja si, bueno ahora que lo recuerdo... Se escucharon rumores de que perdieron mercancía valiosa.

Eso ya lo sabemos, lo que quiero es la ubicación aproximada de la mercancía.

Jejeje, entonces esto es un rescate. O acaso...

—Piensa lo que quieras, solo dime lo que sabes.

—Parece que no sabe nada. 
¿Sabes? llevo un tiempo pensandolo, ya es hora de una limpieza –social—,el numero de ratas es imcotrolable.

–Pues no es mala idea ¿que piensas Jhony?

Ahora que lo dices... La policía se quedaría con la mitad de personal, pero valdría la pena.

Hugo, qué  parezca un ajuste de cuentas.

—¡Bien! Sabes no es personal... De echo lo es, adiós imbécil.

—Esperen, que serios.

Como te dije, no nos sobra el tiempo, si tienes algo que decir...

—Es un ratón tratando de cruzar una calle de gatos callejeros, el resultado es obvio. A menos...

A menos que.

—Que no cruse solo, veamos... Que tal bajo la sombra de un perro.

¿De un perro? Los gatos callejeros hacen pedazos a los perros.

—Podrías ser más claro, así amenos saldras ileso.

—Si lo dices mientras sonríes no parece creíble. Pero eso es lo que llegué a escuchar, el ratón se acercó inteligentemente a él perro; claro no cualquier perro.

De casualidad, el color del perro...

—A sí, negro como la noche.

Jajaja, de que hablan ustedes dos.

—Ya me puedo ir ¿verdad?

—¿Encerio llevas?

¿Encerio preguntas? 

Entonces... 

Si pero no lo olvides, cualquier momento es bueno para una limpieza.

—Trataré de recordarlo.

Oye que fue eso, no tenemos mucho tiempo.

–Ya veo, se nota que llevas poco tiempo. Nos acaba de dar lo que queríamos, ahora sabemos a dónde ir.


 




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