Calles Sin Fin

Capítulo 3

¿Quieres que mate a alguien por ti?
Umm, parece que subestimas a la muerte, no es tan sencillo ¿sabes?. No importa si es tu primera vez o ya es parte de tu rutina, quitarle la vida a alguien siempre te va ha dejar un vacío, como si parte de ti se fuera con esa vida que arrebataste.

Lo dices por lo de mi padre ¿verdad? Se que no estaba en mis cabales, en ese momento mi mente se puso en blanco, no quería saber de nada. El cuchillo, la sensación del filo atravesando la carne era única; ahora que lo pienso mas que sentirme bien fue una sensación de alivio.

Tu madre... ¿El la mato verdad?

Valla que eres intuitivo, aunque... por el momento no quiero hablar del tema.

—"Es solo un niño, no precionare demasiado".
Como sea, ¿que te hace pensar que mataría por ti?

Bueno, el viejo dijo que ya era hora que aclares la cosas, que dejaras de hacer el tonto y resuelvas de una vez.

¿El viejo? Mierda, así que fue el. Cuando lo vea le enseñaré a no aflojar la lengua tan fácil.

—Umm, el viejo tenía razón.

—De qué hablas.

Es curioso, se supone que eres respetado incluso por los más sanguinarios asecinos, a un así se nota un poco de nobleza en ti.

¿Nobleza? A tu edad a un no saber distinguirla. Por cierto ¿como lograste que el viejo hablara?

Ah, pues fue bastante raro la verdad. Verás estaba vagando por las calles; no tenía un rumbo fijo, asi que parecían no tener fin,  no recuerdo como pero estaba parada al frente de una compraventa; estaba viendo un reloj antiguo muy bonito. Cuando de repente mire un fajo de billetes de los grandes, lo sostenía un viejo despeinado con cara de pervertido. 

No sabía cómo reaccionar, recuerdo que el viejo tomos sus lentes, y despues guardó su dinero, no me imagino la decepción que se llevo jaja.

—Ya veo, entonces no ha cambiado nada.

—Entonces, son buenos amigos ¿verdad?.

—A un no me has dicho por qué te hablo de mi.

Es cierto, después de mirarme a la cara me dio su pañuelo, me dijo que una niña no debería llorar que arruinaria mi cara. Creí que se había dado cuenta pero, al parecer pensó en otra cosa. Me invitó a pasar, aunque se me hizo raro y le pregunté por qué, entonces dijo que le parecía curioso que alguien tan joven observara tanto un reloj viejo. No se porque pero terminé contandole todo por lo que había pasado, por alguna razón llegamos a la conclusión de que si matabamos a ese tipo, tendría un poco de paz.

—Entonces te sugirió venir conmigo.

Bueno, es un pez gordo después de todo.

—Ya veo, por eso mataste a tu padre, por eso te sentías alivió al hacerlo. El quería venderte o ¿me equivoco?. 

Encerio eres muy perspicaz; no sentí alivio porque me librarse de él, más bien sentí alivio por el. Después de matar a mamá ya no era el mismo.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.