Capitulo dos.
—¡Lleguee, abran la puerta! ¡¿Me escuchan?! —y esa es Chloe gritando, tan bella como siempre.
—¡Fuerte y claro! —respondo también en un grito. Se escuchan pasos cerca, sé que es ella al oír como tararea una canción. La puerta de mi habitación es abierta y de momento siento a Chloe darme una nalgada que me sobresalta.
—Buen culo, de las dos tienes más, bueno también tienes más tetas. Joder, estoy pensando en aumentarme, pero no quiero ser plástica —doy la vuelta y la miro, luce un vestido rojo de tiras que le llega hasta la mitad del muslo. Presentable a donde vaya.
Chloe siempre se ha caracterizado por la palabra desvergonzada y honesta, te dice todo a la cara por más que este loca y te preguntes si creerle o no.
—No me des esa mirada, sé que soy bella pero no para tanto —indica señalándose y dando una vuelta.
—Tardaste veinte minutos —digo colocando una mano en mi cintura y mirando el reloj en mi muñeca momentáneamente—, y lo de aumentarte, ni siquiera sé cómo pensaste en eso si lo odias.
Hubo un tiempo en que sus compañeras le hacían burla por su cuerpo, al final se enteró que todas tenían aumento y las avergonzadas fueron otras. Desde entonces dice que cada uno haga lo que quiera con su cuerpo solo que no critiquen y que si decide aumentarse sería el fin del mundo para las mujeres, que su cuerpo dejaría a los hombres desesperados y babeando por ella, agregó que con poco ya es suficiente.
—Veinte minutos pff para mí fue menos, aparte yo sabía a qué hora estarías lista —esboza una sonrisa y se tira en el suelo como si no hubiera silla ni una cama donde sentarse. Le gusta hacerlo porque es frio y se siente más cómoda.
—Si claro —ruedo los ojos y luego sonrío—, se supone que como tú no me dejaste dormir pagas todo ¿verdad?
—¿Qué? —borra su sonrisa haciendo una mueca— Y yo que creí que tu pagarías.
—Tú invitas, tú pagas.
—Ya que igual tengo dinero de sobra —vuelve a sonreír esta vez como maniática y tira de mi dándome un abrazo de muerte—. Holaa ¡Holaaa! —dice cerca de mi oído.
—Me dejarás sorda estúpida.
—Mis más sinceras disculpas my lady –se levanta haciendo una pequeña reverencia al decir eso.
—Estás loca mujer —exclamo sonriendo.
—Así me amas —dice encogiéndose de hombros—, ¿Nos vamos?
Respondo que si tomando mi celular para guardarlo en la pequeña cartera que Chloe lleva. Al dirigirnos a las escaleras pregunto por la película que iremos a ver.
–Hamilton —me detengo ante esa respuesta y la miro incrédula—. ¿Qué? ¿Por qué esa mirada? ¿Tengo un moco?
—Hamilton, ¿Esa no es la obra musical de la que siempre me hablas? —ella afirma asintiendo varias veces—. Se supone que yo iba a llevarte a ver esa película en tu cumpleaños, te encanta y pensé en sorprenderte, pero las sorpresas me las llevo yo.
—Espera, falta casi tres meses para mi cumpleaños, no aguantaría tanto he esperado con ansias este nuevo proyecto.
—Supongo que debo mejorar mis regalos —digo volviendo a caminar.
—Supones bien —al llegar al primer escalón, ella empieza a saltar emocionada—. ¡Estoy feliz! —si ya veo— ¿Crees que podamos comprar esas latitas donde vienen la cara de los personajes? —cuando estoy por abrir la boca para responder pone la palma de su mano frente a mi cara— No me digas nada que al final lo terminare comprando.
—Y yo que iba a decir para comprarlo con mi dinero —paso por su lado dirigiéndome a la puerta y abriéndola.
—No vale eso es trampa yo no sabía —se queja y arruga su nariz, rio ante esa imagen.
—Vamos que se nos hace tarde —salgo y cierro la puerta detrás de mí y escucho como Chloe se queja al otro lado.
—Se nos hace tarde dices, cuando lo primero que haces es cerrar la puerta en mi nariz ¡En mi hermosa nariz! —dice ella señalando su cara para luego caminar.
—Ajam claro… ¿iremos caminando? —pregunto dándome cuenta de que no detiene a ningún taxi, no trajo su auto y no pidió las llaves del mío.
—Sí, el cine queda a unas pocas cuadras no hay necesidad de gastar gasolina y contaminar el mundo.
—Tienes razón, pero los autos facilitan muchas cosas...
Detengo mi paso para observar una foto en una pantalla LED, en aquella imagen se encuentran cinco chicos, encima de ellos dice ND.8. Nunca los vi y tampoco vi la publicidad o lo que sea aquella imagen.
—¿Quiénes son? —pregunto no obteniendo una respuesta, Chloe ya no está a mí lado sino que se encuentra más adelante hablándole a una chica vestida casi igual que yo y que al parecer quiere escapar. Se da cuenta que no soy yo y se disculpa para luego posarse a mi lado.
—Oye, esa chica es idéntica a ti.
Señalo aquella imagen y vuelvo a preguntar sobre quienes son las personas en ella.
—Son integrantes de la banda ND.8 —repaso a cada chico, son guapos y musculosos hay que admitirlo, pero hay uno que llama mi atención—. ¿No los conoces? —niego con la cabeza y me mira como si fuera broma—, ¿En qué mundo vives? Ellos están en todos lados: revistas; noticias; redes socia...
—No sé si te acuerdas, pero vivo desconectada de todo eso desde ese día o incluso desde antes.
—Oh mierda lo olvide —murmura apenada.
—No te preocupes no lo dijiste apropósito.
—Que clase de amiga soy si no te hago conocer a la banda más fabulosa de todas las bandas que he conocido, sus canciones son la gloria.
****
No entiendo nada de lo que sucede en la película ya que tengo mucho sueño, me recuesto en el hombro de Chloe y poco a poco voy cerrando mis ojos hasta que el cansancio me gana y termino por dormir.
Me levanto asustada al escuchar aplausos y halagos dirigidos hacia la obra musical, me doy cuenta de que ya terminó ¡Al fin!
No lo digo en mala onda sinceramente la hubiera disfrutado si es que no tuviera sueño.
—¡OMG! [1] ¡Me encantó! por todos los cielos sí que lo hizo —mi mejor amiga sigue hablando mientras yo trato de estar realmente despierta.
Editado: 01.02.2021