capitulo 5

Capítulo 5

En los árboles que nos arropan, las hojas acaban de empezar su lenta transformación hacia un bello color brillante solo nosotros dos bajo la luz de la luna, enorme luna que hacen el cuadro perfecto de nuestro amor.

Al llegar a casa mi tía ya se había ido a su habitación, así que Leo y yo nos metimos a la mía quería dormir en sus brazos, amanecer junto a él, nos tendimos en la cama abrazados, besándonos hicimos el amor, durante horas seguimos abrazados la luz del sol nos sorprendió desnudos en la cama, salió sigilosamente de mi habitación hacia la de él, aún no había nadie despierto en la casa, me duche aun el olor de Leo estaba en mi piel, podía sentir sus caricias en todo mi cuerpo, me vestí recogí mi cabello en una cola me fui a la cocina allí estaba mi tía preparando el desayuno.

-Buenos días, Sofí que se hicieron anoche-

-Buenos días tía, nos fuimos a caminar

-Regresaron tarde no les oí llegar

-No nos quedamos un rato en el porche y luego nos fuimos a dormir

Entra Leo en la cocina sonriendo

-Buenos días

-Buenos días Leo- dijo mi tía con cierta ironía- dormiste bien?

-Si muy bien gracias, como estas Sofí

-Bien y tu- sonreí mirándole

-Ustedes dos están muy sospechosos mucho cuidado-dijo ella

-Tía por favor que cosas dices- le dije

-A veces no es necesario decir nada simplemente saltan a la vista- sonrió

-Deja los muchachos Amanda son jóvenes con una vida que disfrutar- dijo Placido abrazándola

-Hoy iremos a comer fuera almorzamos en el parque- dijo ella

-Que bien- acepto Leo

-Bueno asistente Leo debemos ir a pasar revista así que apresúrese que estamos sobre la hora- le dije sonriendo

-Como usted ordene Dra.

Nos fuimos hacia el potrero, íbamos sonriendo tomados de la mano el besaba mi oreja, me susurraba que me quería, era tan apasionado, hermoso. Tom nos veía y sonreía;

-Buenos días, ustedes dos parecen recién casados hoy

-Buenos días si- sonrió Leo

-Buenos días Tom trabajemos hoy en los caballos manda a que los lleven al potrero a nivelar y luego que lo lleven a pastar-

-Está bien Sofí ya tengo a tres afuera que los están acicalando, he revisado sus patas ya hay que cortar las pezuñas, así que tengo a dos trabajadores en eso-dijo

-Ok bueno como ya sabes lo que hay que hacer yo voy con Leo a su fábrica, nos vemos en la tarde-

-Ok

Fuimos a la casa, hable con mi tía le dije que iría con Leo a su fábrica y que llegaríamos temprano para el almuerzo en el campo, subimos a la camioneta con dirección a la fábrica, al llegar nos recibió Deivis, como siempre muy amable le dio detalles a Leo sobre lo empacado y el inventario existente, subimos a la oficina el realizo varias llamadas mientras yo le archivaba las notas entrega y facturas, Deivis entro a la oficina y se sentó frente a Leo hablaban de los pedidos que tenían que entregar esa semana, yo termine de archivar y busque mi celular le escribí a los muchachos, todos me respondieron a excepto de Marcos, pensé será que está ocupado ya contestara.

Hacía frio en la oficina así que tome mi chaqueta de jeans que había dejado allí ayer y me la coloque, Deivis salió de la oficina y quedamos Leo y yo, él se me acerco, me tomo por la cintura;

-No he podido olvidar lo de ayer

-Yo tampoco – le dije

Me abrazo, nos besamos apasionadamente durante un momento el metió sus manos por mi blusa y acaricio mi espalda sus manos me hacían sentir sensaciones que no tienen descripción, mi piel se erizaba, el besaba mi cuello, nos tiramos en el sofá, estaba sobre mí, metí mis manos por su camisa su piel era suave y cálida su pecho era fuerte y musculoso sentía su peso sobre mí, mi corazón latía aceleradamente, hicimos el amor, mi cuerpo temblaba me abrazo fuerte allí estábamos los dos desnudos sobre el sofá.

-Vamos a vestirnos puede venir Deivis- le dije

Me beso y nos levantamos me fui desnuda hacia el baño él se quedó en la oficina, al salir del baño me dijo;