capítulo cinco: conectadas...

Gyeuol era más alta que yo, delgada, su cabello era demasiado negro y le llegaba a la mitad de la espalda en ondas, no chino ni tampoco lacio, pálida, con signos de no haber dormido bien en años, con suéteres y bufandas hasta la hora de ir a dormir, porque siempre tenía frio o sueño o las dos, siempre estaba cansada, no tenía actividades físicas su respiración era algo así como delicada así que solo se sentaba a hacer su tarea mientras yo corría 5 vueltas en la cancha.

No se reía de mis tonterías, me miraba como si fuera de otro mundo.

-no es como si lo fueras, eres de otro mundo y con un horrible sentido del humor.

- ¿qué es buen humor para ti entonces? - pregunte frustrada.

Ella busco a los alrededores y señalo aun tipo que iba corriendo con la mochila en la espalda, este resbalo cayendo hacia atrás, yo me asuste y trate de ir a ayudarlo, pero ella soltó una risa nasal y entonces lo vi por una milésima de segundo, fue muy sutil, pequeña y sarcástica, no fue como cuando yo sonrió amigablemente o por mis malos chiste incluso creo que aunque fue breve su sonrisa cualquier tipo que la hubiera visto se enamoraría de ella.

Y después reí con ella cuando el tipo no se podía levantar, pero me sentí mal cuando se burlaron y entonces decidí ayudarlo, pero el evadió mi mano avergonzado. Y regrese cabizbaja con el remordimiento en que tal vez me haya visto reír un poco.

-no importa que tan amable trates de ser te lo tomaran a mal, aquí nadie es amigo de nadie excepto las ridículas esas.

-ya te dije que no son ridículas - Gyeuol enarco las cejas sarcásticas y con la mirada apunto a mis compañeras de cuarto, Robin chica cubría sus ojos al parecer la rubia le había tirado salsa de sus papas en los ojos y yo solo pude hacer una mueca de dolor. Entonces Gyeuol rodo los ojos y hecho su cabeza sobre su mochila cerrando los ojos.

Gyeuol tenía un sentido agrio y ácido de humor, difícil de entender, pero ella no era como los idiotas que se burlaban del mundo, ella podría reírse de las desgracias del mundo, pero jamás provocar alguna y cabe destacar que al igual que Robin chica le molesta que alguien provoqué los "accidentes" o se burlen de alguien, pero no lo quiere aceptar.

-no querrás terminar como ellas - me dijo Gyeuol, mientras yo volvía a mis apuntes -lo de hoy en la mañana fácil se habría evitado si ellas no metieran las narices en todos lados.

Solo había prendido pocas cosas (pero importantes) de Gyeuol en este tiempo, nadie le habla porque responde cosas sarcásticas que hacen quedar mal o como un tonto, siempre tenía sueño, pero, aunque pareciera una holgazana era un genio, una de las más aplicadas, Chantal era quien le pisaba los talones en las calificaciones, pero a Gyeuol poco le importaba.

Defiéndete, a Gyeuol a pesar de parecer "rara" como había escuchado, no sufría humillaciones como a otros donde se metía Robin Chica, solo en dos ocasiones trataron de meterse conmigo entonces Gyeuol intercedió, yo le agradecí, pero solo dijo "no lo hice por ti me encanta humillar a ese tonto" Gyeuol era interesante cundo no estaba dormitando...

-ah yo soy muy torpe porque no has corrido de mi otra vez.

-porque correrías detrás de mi otra vez. Además, estamos conectadas - yo deje de escribir y ella levantó su cabeza y componiendo los codos en la mesa y recargando su cabeza en sus manos. -demás me gusta burlarme de tu cara cuando no entiendes algo, me divierte ver como el Hámster de tu cabeza corre apresurado para entender mi sarcasmo.

Entonces yo puse cara de "no me hizo gracia" y ella sonto una sonrisa nasal, dejándome presenciar un poco de nuevo, otra nota, las sonrisas no le duran mucho.

Pero después de todo no era tan malo convivir con Gyeuol solo tenías que entender su, ácido sentido del humor y que casi no sonríe.










 

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Los golpes eran fluidos y bien adiestrados, podía ver que incluso cuando se alejaba estaba midiendo su nueva táctica, una de dos o yo era demasiado observadora o los chicos eran muy estúpidos.

-dios es muy bueno.

-creo que sus golpes no son tan fuertes solo es la agilidad que tiene para moverse.

Seguía escuchando las opiniones de mis amigos, en todas se referían como a él, dios es que, enserio ¿Nadie se había dado cuenta que la que estaba peleando en el Ring era una chica? Se me hacía estúpido, que no se serían cuenta, pero si empezaba a hacerles entrar en razón tal vez yo saldría mal de aquí e igual que la que se encontraba incluso en las sillas yo era la única mujer, todo seguían siendo así en este internado "el boxeo es algo solo para hombres" si claro dígaselo a la chica que se está haciendo pasar por hombre y está haciendo trizas el ego del verdadero chico.

-Ya me toca - la voz tímida, pero animada de Jungkook me despabilo de mi entretenimiento en la pelea - deséenme suerte - su entrenador estaba masajeando sus hombros con gusto y los chicos empezaron a gritar animados.

-Rómpete una pierna - el me miro fulminante, porque todos habían dicho cosas muy comprometedoras respecto a la pelea entonces yo sonreí y Jin comenzó a reír contagiándome y Jungkook rio también.

HoSeok y TaeHyung, comenzaron a gritar como locos, cuando Jungkook subió al cuadrilátero realmente los siete estábamos muy eufóricos por él, en cuanto regresamos a la escuela y los clubs se abrieron no dudo ni un segundo en volver a entrar al box, había escuchado que antes de entrar al grupo "E" era una leyenda en el Karate pero aún no estaba segura de creer en eso aunque el me lo haya dicho, es como cuando quiso ser el Play-boy de salón de lo único a lo que podía jugar roll era al play-fool.

Aún recuerdo cuando me hizo creer que era un chico serio y de sentimientos fríos, luego me enteré que era tímido y les tenía miedo a las mujeres por eso no quería que le tocara en un principio.