Capítulo Diez : ¿Enemigo?

Los tacones de Vaneza hacían eco en el azulejo, no era buena idea que hiciera tanto ruido después de todo estaban llegando tarde y no sabían que tan malhumorados eran los encargados de las detenciones y ninguna de las tres quería averiguarlo.

Ahora que las reglas habían cambiado por la directora, ya no había tanto riesgo de que Cassie fuera cambiada de edificio, no ahora era peor.

Corría el riesgo de quedar expulsada de cualquier escuela, con los nuevos reglamentos de la directora de PORS, no era nada fácil, pues si bien PORS era una escuela reconocida nadie había salido expulsado, todos se amoldaban o salían con un lavado de cerebro ¿Pero ¿qué es lo que estaba pasando con esta generación? Que jamás se había visto tanto papeleo en las oficinas del comportamiento.

Una cosa era segura para los del exterior, PORS aplacaba a la rebeldía si o si, entonces si ellos salían de ahí sin un trabajo y por mal comportamiento era obvio que ninguna escuela menor a PORS podría hacerlo mejor que aquel internado privilegiado.

Los días iban pasando, y entre más pasaban más vacío se quedaban los salones, algunos eran porque llevaban ya un largo plazo desde haber recibido su castigo.

Y ya solo quedaban aquellas Tres cotilleras la castaña, la rubia y nuestra pequeña pelinegra de mal humor por recibir tantos sermones, de los profesores encargados de la detención.

-Solo a ti se te acurre traer esos zancos

-Es que son tan monos y cómodos.

-Son bonitos, pero Cassie tiene razón, no comprendo porque los elegiste hoy si sabes todo lo que caminamos para llegar hasta este edificio. - Hablo Chantal mirando como Vaneza arrastraba los pies por ya no querer caminar...

-Vane... -Cassie paro en seco - ¿traes mi celular?

-no te lo devolví en el almuerzo...

-Mierda, no está, no me esperen iré...

- ¡Cassie! - El teléfono de Chantal había vibrado con el nombre de la mencionada en la pantalla -Es tu número el que está marcando - Cassie no tardo en regresar corriendo y antes de tomar el teléfono miro mal Chantal antes de dar un sape sin mucha fuerza en la cabeza de la rubia, pues su foto en el número era ella con la boca abierto mal acomoda en su cama con Vaneza divertida a su lado posaba para la foto

-Diga, habla la propietaria del teléfono.

-salón 99C

Y colgaron, Chantal y Vane esperaban con du cara de intriga, mientras Cassie soltaba un largo suspiro y volvía decir que no le esperasen y buscaba en la mochila de Chantal el Gas pimienta.

- ¡Hey! No vas ir sola - Hablo Vaneza quitándose los zapatos.

-No me pasara nada es solo por precaución.

-No vas sola - también apoyó Chantal.

Cassie asintió dando prisa al paso, mientras Vane disfrutaba del poder caminar sin mucho dolor, debido a que los zapatos ya le habían dejado cansada.

Llegando hasta la puerta que había recitado aquella voz Cassie paro de inmediato.

-Ya saben cuál es la táctica...

-Si son más de dos corremos por ayuda...

-Si son dos o menos, yo golpeo la barbilla, Chantal se enrosca a los pies y tú vas por el estómago.

-aprobadas chicas.

Dijo finalmente Cassie para tomar el pomo, un poco nerviosa, pensó que al girarlo y no tener respuesta era por su indecisión de abrirlo o no... Pero no era así cuando intento por segunda vez y con mayor fuerza... Oh sorpresa, estaba atorado el cerrojo, Cassie trato con más Fuerza, pero nada, sin embargo, no se rindió y dio con el antebrazo para aplicar más fuerza y dio resultado, pero no por su fuerza si no porque alguien había abierto desde dentro para dejar a Cassie caer frente a todos los alumnos de detención que restaban...

-llegan tardé m y sin saber cómo pedir permiso para entrar...

No era su antiguo maestro esta era una señora de edad muy marcada, cabello blanquecino y voz arrastrada sin mucho ánimo.

Eran los compañeros que restaban más aparte otros más que no había visto nunca, Cassie se levantó sin estilo y se dirigió o los primeros asientos vacíos.

-Madan quisiera solicitar su permiso para sentarme, así se hace niña. Ustedes. - señalo a Chantal y Vane y estas rápido pidieron permiso para entrar y sentarse.

-primer regla, mantener silencio, segunda regla, si digo algo se hace sin renegar ni una vez, esta aula no es para hacer más tonteras de niños sin madurez, es una restricción por mal comportamiento que se debe mejorar.

Cassie miro a todos, pensando aún en su celular y quien podría tenerlo, pero todos se veían muy concentrados en la maestra así que decidió dejarlo para cuando terminara...

-Esto es una mierda - Cassie soltó después de ver a la señora salir del aula, no hago la tarea de clases y quiere que haga esto que no vale para nada.

-Te escuche niña - la maestra había entrado de nuevo al aula y las risillas se escucharon, pero rápidamente se aplacaron por el siseo de la maestra - sólo quiero dejar en claro que seré su peor pesadilla de ahora en adelante así que cuiden bien y piénsenlo más de cinco veces en lo que harán o dirán. Señorita, quiero dejar un poco más de tarea para usted.

Un nuevo maestro se hizo presente para las últimas dos horas de detención, pero apenas logro sentarse cuando ya estaba dormido.

Cassie Bufo mirando de nuevo con atención el salón de clases, nada extraño a decir verdad solo un chico que a pesar de tapar mirada este no la bajo para nada en cambio le sonrió, pero Cassie estaba tan poco acostumbrada que frunció el ceño extrañada y miro hacia otro lado, una morenita que le hacía caras de pregunta de "¿Eres tonta o te haces?" a una pelirroja pero esta solo reia por las expresiones de su amiga.

Gyeuol, Adriana y Otros cinco chicos que no se les hacían nada familiares, era jueves por la tarde y ella había tenido no exactamente planeado algo, pero si le hubiera gustado a lo que estaba acostumbrada a cada día estar tirada en su cama quejándose de lo miserable vida y lo inútil que era la tarea, mientras Vaneza y Chantal le regañaban por no hacer sus pendientes, mientras ella rodaba los ojos, sin entender porque tanta histeria.