Camino de nubes

Capítulo 5

Naranja y café, sus anécdotas y mis consejos

Abril

—¡Buenos días, queridos oyentes? —Me despertó el saludo del locutor de radio—. El reloj marca las ocho de la mañana e indica que el fin de semana llegó. ¿Saben lo que significa? ¡Exacto! Ustedes serán los encargados de decidir la programación de estos días, así que hagan sus pedidos por nuestra página web y disfruten de buena música.

«"El fin de semana llegó", pensé».

Son las ocho de la mañana...

SON LAS OCHO DE LA MAÑANA.

Asustada y apurada intenté aventar las cobijas lejos de mi cuerpo, pero mi manía de envolverme en ellas, cual oruga, me jugó una mala pasada y caí de bruces contra el suelo, mientras escuchaba la voz de Madonna resonando por la radio.

El despertador no había hecho su trabajo en aquella mañana, o si había sonado, mi sueño profundo evitó que lo escuchase. Eso me pasaba por intentar mirar una serie completa después de llegar tarde del trabajo, pero ¿había logrado mi cometido? Claro que sí, aunque gracias a eso me encontraba en apuros antes de clases. ¿Lo volvería a repetir? Por supuesto, porque no aprendía.

Con el sueño en las pestañas y el shampoo a medio enjuagar, corrí hacia la universidad con la esperanza de que un milagro aconteciera y la profesora de Significación Plástica no arribara al salón hasta que yo estuviera allí. El llegar tarde ya se estaba convirtiendo en una mala costumbre en mi diario vivir y aunque en ocasiones pasadas me había tenido que conformar con un asiento distante del tablero, donde casi ni llegaba la luz del sol, en aquella ocasión ni siquiera obtuve eso, pues el milagro simplemente no llegó y la puerta del salón siendo cerrada en mis narices fue lo que recibí como premio por mi impuntualidad.

El caerme de bruces por culpa de las cobijas fue un mal gesto, pero tener que lidiar con la idea de un posible y doloroso chinchón en la frente era otro nivel de mal humor mañanero, a pesar de no ser algo característico en mí.

Podría formularle la excusa más estructurada de la historia, pero prefiero asumir mi error y prometerle que no volveré a llegar tarde a la clase exclamé con rapidez, bajo la mirada atenta de la profesora.

Me parece muy gratificante saber que asume su error y que promete llegar a tiempo en la siguiente oportunidad. Sonrió, provocando que yo también sonriera. Después de todo, nunca era tarde para los milagros. No obstante, señorita Morgan, hoy reflexionará sobre la puntualidad en otro lugar, no en mi clase.

Mi sonrisa se borró, mientras observaba como la mujer daba la vuelta y se adentraba en el salón, cerrando la puerta en mis narices. ¡Auch! ¿Milagro? Sí, claro, ni mi ex se había atrevido a ilusionarme a tal magnitud... embustería, Killian ni siquiera conocía el significado de la palabra ilusionar.

"El golpe me dejó más dramática de lo normal", me repetí, asimilando lo sucedido, masajeando mi frente y admirando el color café claro del artefacto de entrada a la sala.

Necesitaba con urgencia aprender a madrugar, de lo contrario, no perdería el semestre por bajas calificaciones, sino por inasistencias, atribuyéndome las burlas de mis amigos por tener que habilitar materias por culpa de mi romance con Morfeo y la falta de compresión en el significado de la frase "un capítulo más y ya".

Me dirigí hacia la cafetería, no había logrado presenciar la cátedra de la primera asignatura del día, pero al menos obtendría el alimento que mi cuerpo necesitaba y que en un principio le fue negado por falta de tiempo. Yo no funcionaba con sueño, y menos con hambre, así que algo tenía que hacer para que, en cierta medida, mis motores arrancasen.

Habían pasado cuatro días desde mi noche de baile, tertulia, comida y bromas con Killian, una noche muy productiva, exceptuando los extraños mensajes, los cuales esperaba fuesen parte de una broma de mal gusto como ya me había sucedido en el pasado por parte de un contradictor del blog. Hasta ese momento, todo parecía indicar que era así, pues los mensajes no habían vuelto a repetirse y confiaba en que siguiesen de la misma manera.

El tiempo junto a Killi se basó en recordar diversas anécdotas personales, recrear viejas rutinas de baile, interpretar algunas canciones y revelar nuevas curiosidades. Le conté sobre mi peculiar incidente mañanero con mi nuevo compañero de trabajo, Gio, y aunque al principio se mostró sorprendido por lo mencionado sobre su actitud, después me comentó algunos datos sobre el chico, cortesía de sus charlas con Jazzy, quien al parecer conocía bastante sobre él.

Se apellida White, estudia Administración de Empresas y Relaciones Públicas, y es un importante integrante del club de teatro comentó mi amigo, junto a su novia, Violet Foster, aunque tengo entendido que ella cursa otra carrera.

El último detalle revelado por Killian sobre Gio me sorprendió, no el hecho de que tuviese novia, sino que perteneciera al club de teatro, ya que nunca lo había mirado en las obras organizadas por el club, aunque bueno, tal vez por mi despiste colosal no me había fijado en aquel ser. Lo que sí recordaba eran algunos de los parloteos de Jazzy sobre un chico de teatro que había llamado su atención en las primeras muestras de vestuario atribuidas a ella, su llamado "Crush de talento y vestimenta".

"¿Sería Gio el diamante en bruto mencionado por mi amiga? Después le preguntaría, tal vez por eso sabía tanto sobre Gio".

Lo único certero era que mi curiosidad por el chico había crecido un poco más después de conocer su gusto por el aspecto artístico del teatro, pues siempre había admirado a las personas que se desempeñaban en dicha disciplina; consideraba al encarnar y reflejar las emociones y características de un personaje como una tarea ardua, además de que el entablar una conexión con el público y lograr un desempeño creíble eran aspectos no tan sencillos de conseguir. Con esa faceta del chico distraído, esperaba poder descubrir más sobre él, preguntarle sobre sus experiencias en el campo y quizás ser su amiga. Me había agradado su compañía en la clase de matemáticas, así que aquella posibilidad no era tan descabellada.



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En el texto hay: humor, drama, amistad amor

Editado: 20.10.2021

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