Prólogo

Prólogo

Tres años antes

Mamá nos mira a los seis del grupo, parece molesta pero sé que no lo está. Desde pequeño me ha apoyado a seguir mis sueños, siempre ha estado a mi lado en las audiciones. Puedo asegurar que mi madre es mi mayor fan y por eso mismo sé que no está molesta, solo está intentando intimidarnos.

– Señora Emerson – le sonríe Daniela – ¿Va a decir algo?

– Estoy orgullosa de los seis.- sonríe.- Especialmente de ti y de mi hijo.- me mira con orgullo.- Dijisteis que debutaríais juntos y lo habéis logrado.- limpia una lágrima rebelde.- Os he seguido a los seis durante todo el programa y me enorgullece que hayan sido los elegidos.

Mamá nos sonríe antes de acercarse y darnos un abrazo a todos. Mi madre ha sido la mamá del grupo, fue la primera en venir y felicitarnos. Me llamaba cada vez que el programa terminaba para decirme lo fantástico que había estado y cuán orgullosa estaba de mí.

– No puedo creer que hayan crecido tanto.- dice conteniendo las lágrimas.

Dani y yo nos apresuramos a consolarla, sé que tengo que conservar mi aspecto de chico malo pero por mi madre soy capaz de perder cualquier apariencia, ella es la mujer de mi vida. No sé que hubiese sido de mí si mamá no me hubiese apoyado en cada uno de mis retos, sino me hubiese ayudado cuando lo necesitaba.

– De verdad me alegro por todos vosotros.- se separa un poco de nosotros.- Espero que no me olviden en sus giras.

– Es imposible olvidar a nuestra fan número uno.- le sonríe Ana, la encargada del teclado eléctrico.

– Bueno, ya dejo que celebren solos su triunfo.- se despide.

Los seis nos miramos con una enorme sonrisa, tres mujeres y tres hombres que no se conocían de nada unidos por la pasión a la música. Ana es la del teclado eléctrico, Dani la baterista, Sonia cantante, Konrad es bajista, Vicens es voz secundaria y guitarra eléctrica, y yo cantante y guitarrista.

– Lo logramos.- sonríe Konrad.- Lo hicimos, somos los mejores.- grita.

Nos abrazamos antes de ser llamados por uno de los que puede ser nuestro manager. Salimos a la calle resguardados por varias personas de seguridad. Somos populares gracias al programa de supervivencia en el que hemos participado.

Nos merecemos debutar, nos merecemos esto tanto como otros pero nosotros hemos sido los favoritos del público casi desde nuestra primera actuación y por eso hemos sido elegidos. Al principio no tenía grandes esperanzas. Temía que solo me eligiesen a mi o que solo eligiesen a Dani. Desde que nos conocimos siempre hemos querido estar juntos en un grupo. Podemos decir que es un sueño que hemos compartido desde que nos conocimos.

Entramos a la furgoneta que nos espera fuera. Reímos y celebramos antes de llegar a la discográfica para firmar nuestros contratos, me tiemblan las manos de la emoción.

Siento vibrar mi teléfono en el bolsillo trasero de mis vaqueros. Me apresuro a sacarlo y atender la llamada de mi hermana mediana.

– EINAAAR.- grita emocionada.- ¿Dónde está Dani?

– Estoy aquí Candela.- se ríe mi amiga.

– ¡Felicidades chicos!- se ríe.- Sé cuanto deseabais esto, me alegro muchísimo de que lo hayan logrado.- puedo ver la felicidad en sus ojos.

A veces me sorprende lo fuerte que es Candela, como tardó su tiempo a recuperarse después de su mierda de relación pero cuando al fin estuvo recuperada volvió a ser ella misma, pero aún más cariñosa que antes. No creo que yo pudiese hacer lo mismo que ella de haber pasado por una relación tan abusiva.

– Cande, ¿Con quién hablas?

– ¿Estás con Kenya?- ella asiente.

Kenya y yo nos llevamos bien, nuestra atracción fue algo infantil de lo que hace mucho tiempo nos olvidamos. Sería un poco incómodo para mi que ella siguiese detrás de mí, en especial porque es la mejor amiga de mi hermana. Debo agradecerle a Kenya, ha sido un punto clave en la recuperación de Candela.

– Se quedó a dormir anoche, también está Andrómeda.- nada más nombrarla mi hermana mayor aparece en la cámara del teléfono.

– Felicidades enanos.- se ríe.- Ahora que van a ser famosos, no se olviden de sus hermanas y amigas.- nos dice.- Bueno, voy a hacerle de desayunar a este par de niñas.- rueda los ojos.- Estoy orgullosa de ti Einar.

– Yo también estoy orgullosa.- me lanza un beso Candela.- Te quiero mucho príncipe.- se ríe.- Te dejo que celebres con tus compañeros.- y cuelga.

Niego divertido, Candela y Andrómeda tienen en sus venas exceso de energía. Sé que ayer se fueron de fiesta, lo que significa que estuvieron bebiendo por horas, es decir, deben de haberse levantado hace bastante poco y de seguro con resaca, pero aún así se veían hermosas y tenían mucha energía.

– ¿Esas eran tus hermanas?- pregunta Konrad con sorpresa.

– Si, mis hermanas mayores.

– ¿Por qué ustedes tres son jodidamente guapos? Vuestra madre es preciosa, pero lo vuestro ya es pasarse.- me río por la expresión consternada de su cara.- ¿Tienes algún otro hermano?

– Si, Max.- digo recordando al chico que mi madre adoptó siendo ya adulto.

No tengo la relación más estrecha del mundo con mi hermano mayor pero no es tampoco mala, solo no es la misma relación de cercanía que tengo con Candela y Andrómeda. Aunque él ha estado en ciertas circunstancias, no ha estado en todas. Agradezco su apoyo y le tengo cariño pero no hablo de mis preocupaciones con él, no siento esa confianza.

– Ya pueden bajar.

Los seis bajamos juntos. Ante nosotros se alza un enorme edificio con grandes ventanales. Todos tomamos una enorme bocanada de aire y la soltamos antes de comenzar a andar para entrar al edificio donde grabaremos discos, donde ensayaremos. El lugar en el que lloraremos, gritaremos de emoción y tristeza, el lugar en el que nuestros sueños se harán realidad.