Capítulo 2

Las cámaras me abruman cuando salimos del aeropuerto de Madrid, intento no mirar directamente a las cámaras pero al contrario de mis compañeros no bajo la vista sino que la subo, bajarla significa que me den los flashes directamente a los ojos.

Resoplo con agradecimiento cuando nos subimos a nuestros coches. La fama es definitivamente algo que quería pero de lo que no era consciente cuando me presenté hace tres años a esa audición. No sabía que suponía este estrés de viajes, sentirte constantemente vigilado por las cámaras y ser acosado casi veinticuatro horas por los periodistas. Pero todo eso se compensa cuando salgo al escenario y veo a las miles de personas que nos apoyan día tras día, eso definitivamente es lo mejor de los conciertos. Sentir que nuestra música ayuda, que llega a tantas partes del mundo que llena estadios.

– Pareces más pensativo de lo normal.- se queja Dani.

Todos, incluidas las dos nuevas chicas, se giran a mirarme. Suelo ser el centro de atención más veces de las que me gustaría, pero estoy acostumbrado a que ellos lo hagan, no estoy acostumbrado a ese par nuevo de ojos. Menos a los de la hermana de Vicens, me miran como si quisiera comerme, como si fuese un trozo de carne. No es la primera vez que me miran así, muchas fans lo hacen pero no tengo que verlas durante toda la gira.

– Llama a tu madre.- grita Sonia de repente.- Y ponlo en alta voz, quiero hablar con ella.- me exige.

– ¿Cómo se pide Dracula?

– Por favor.- sonrío y le guiño un ojo.

Saco mi teléfono y busco el contacto de mi madre. Tardo más tiempo solo para molestarlos, llamo cuando comienzo a escuchar reproches, no quiero escucharlos quejarse pueden llegar a ser muy molestos si se lo proponen.

– Hola chicos.- saluda.

– ¿Cómo sabe que está en alta voz?

– Yo lo sé todo Ana.- todos se ríen, menos las nuevas.- ¿Cómo están niños?

– No somos niños.- se queja Konrad con voz infantil.- Podrías ser perfectamente mi hermana mayor.

– Te llevo dieciséis años Konrad, mi hijo mayor tiene tu edad.- hace referencia a Max.- Así que para mi son mis niños.

– Estamos bien mamá Eleanor.- se ríe Dani.- ¿Cómo estás tú?

– Aburrida, mis hijos son mayores y ya no tengo a quien cuidar.- se queja.- Mi marido está en una reunión con mi hermano menor, y mi hermano mayor está demasiado ocupado con sus hijos como para acordarse de que existo.- todos sabemos que es mentira, mi tío Lukas está siempre pendiente de ella.

– Entonces ¿no estás haciendo nada?- pregunto.

– Si estoy haciendo cosas.- se ríe.- Estoy traduciendo unos textos, pero son muy aburridos.- suspira.- Iré a vuestro concierto en Francia.

– ¿Lo dice enserio?- grita Vicens.- Perdón, ¿hablas enserio?

– Claro que si Teletubi.- todos reímos.- Nos veremos dentro de poquito.- puedo verla sonriendo y solo por eso yo también sonrío.- Tengo que seguir trabajando niños, hablamos mañana.- todos nos despedimos de ella.

Mi madre se convirtió en la mamá del grupo casi desde el primer día, era la madre que más nos apoyaba y la que más cerca vivía. En más de una ocasión nos tuvo que traer comida y nos ayudó a componer algunas de nuestras canciones, una de ellas es la principal de nuestro último disco. Además, ella fue la que se encargó de ponernos los apodos, apodos que han adoptado hasta nuestras fans, por lo divertidos y acertados.

– Chicos.- todos me miran.- ¿Qué os parece cantar una canción de la gran Virginia O’Connor cuando vayamos a Francia?

– Sería un hermoso regalo para tu madre.- sonríe nuestra agente.- ¿Qué dicen?

Todos asienten.

Intento no mirar a la hermana de Vicens pero puedo sentir su intensa mirada sobre mi cuello. Debe de estar preguntándose por los tatuajes de mi cuello, todo el mundo se pregunta muchas veces lo que es, y luego el significado.

Al llegar al hotel soy el primero en salir y firmar discos, pancartas, camiseta, gorras y otras tantas cosas que han traído nuestras fanáticas. Logramos entrar casi una hora después, y cuando por fin lo conseguimos, estoy tan cansado que solo tengo ganas de dormir.

Me tiro en la cama nada más llegar a mi cuarto, el colchón de la cama está blandito, justo lo que siempre busco y lo que casi nunca tienen. Este hotel se lleva definitivamente una estrella por mi parte, cuando volvamos a hacer gira quiero volver solo por el colchón, es tan difícil encontrar uno que me guste.

Me levanto cuando resuenan unos golpes en mi puerta. Estiro mis largas piernas antes de abrirle la puerta a Vicens y dejarlo pasar.

– ¿Pasa algo?

– No, solo quería agradecerte por no ponerle muchas caras desagradables a Abril y a mi hermana.

– De nada.- sonrío.- Vicens, no voy a ser desagradable.- le doy una palmada en la espalda.

– Lo sé, solo estoy preocupado, me la he llevado sin decirle nada a mis padres.

– Vicens, ambos son mayores de edad.- nos sentamos en mi cama.- Y tus padres no pueden reclamarte nada, son una porquería y lo sabes.- él asiente disgustado.- Alguien tiene que cuidar de ella si ellos no lo hacen.

– Ella cree que vosotros sois más importantes para mí que ella.

– Es normal Vicens.- suspiro.- Pasas más tiempo con nosotros, casi ni hablas con ella y ni siquiera la has presentado, si lo hubieses hecho a lo mejor se sentía más parte de la gira, del grupo.

– No sé como tratarla.

– Como una amiga por la que te preocupas Vicens, quizás la gira os una.

– A veces se me olvida que tienes un cerebro de oro.- ambos reímos.- Será mejor que descansemos, mañana tenemos un concierto que dar y tenemos que estar al cien para nuestros fans.

Sé que tenemos seis conciertos en España, dos en Madrid, dos en Cataluña, uno en Valencia y otro en Sevilla. Después viajaremos a Francia, allí tenemos siete conciertos pero no he mirado donde. Después de Francia iremos a Italia, Países Bajos, Inglaterra, Estados Unidos, Canadá, México, Argentina, Ecuador, Brazil, Corea del Sur, Japón, Australia y el último concierto de la gira será en Alemania. Es una gira de diez meses con un único descanso de dos semanas, y justo es la gira antes de renovar contrato.