Canciones al mar

Capítulo 10

La música me envuelve mientras tocamos y cantamos. Puede que no entienda bien ciertas cosas en condiciones normales, pero cuando le agrego música esas cosas son de lo más fáciles para mí. Y creo que la canción que estamos tocando en estos momentos expresa perfectamente como es que me siento. Esa confusión que no entiendo es atracción una más allá del físico. Me atrae la forma de ser de Arlene, como piensa y actúa con respecto a esos pensamientos.

A veces es tímida, pero por lo general es mucho más extrovertida que yo. Supongo que aunque no fuese realmente extrovertida, lo ha ido aprendido en su corta carrera como actriz. Pero bueno, esa es una suposición. Si se parece a Vicens entonces es extrovertida, y un poco agobiante. Fue bastante difícil para mí acostumbrarme a la forma de ser de mi amigo, pero ahora no me imagino sin su energía desorbitada.

— Parecías fluir.

— Sentí que estaba flotando. – le contesto a Dani.

— ¿Eso tiene que ver con cierta chica?

— ¿Lo sabéis todos?

— Einar, somos bastante observadores en especial con el líder de nuestra banda el cual solo ha tenido una relación en toda su vida.

— ¿Están preocupados?

— No, no como tal al menos. – me palmea la espalda. – Por cierto tu madre llamó.

— ¿Por qué? Si el lunes llegamos a Alemania para el descanso. – le digo un poco confuso, mi madre llama de vez en cuando pero es raro que lo haga cuando faltan a penas un par de días para que estemos de vuelta en casa.

— ¿Le devolverás la llamada?

— No creo que sea necesario, la vemos el lunes. – ella asiente y ya me deja irme.

Miro mi teléfono para saber si Cande me ha respondido los mensajes pero ni siquiera le han llegado. Justo en estos momentos que necesito sus consejos sobre chicas y mis sentimientos, mi hermana no está disponible pero para contarle cualquier cosa que en realidad no es de nuestra incumbencia siempre está ahí. Estoy un poco molesto pero también preocupado, ella siempre me contesta y muy pocas veces tiene el teléfono apagado.

Dejo el teléfono encima de la mesa del camerino y descanso un rato antes de que salgamos del estadio en el que estamos. Cuando salgamos tendré que firmar muchos papeles o imágenes de a banda. No es que no me guste, sino que después de dos horas de concierto uno está cansado pero todo sea por los fanáticos.

— ¿Molesto? – abro los ojos para encontrarme con la cara de Arlene delante de mí.

— Nunca lo haces. – susurro, veo su confusión porque no me ha escuchado. – No Arlene, no molestas. – le sonrío con tranquilidad, de esa forma en que también lo hace mi madre. – ¿Puedo ayudarte en algo?

— No. – sonríe tan brillante como siempre. – Solo decirte que he disfrutado mucho del concierto.

— Todo el mundo disfruta de nuestros conciertos. – le guiño un ojo.

— Un poco de ego, ¿no?

— Arlene, somos una de las bandas del momento. – río. – No es ego, es completa sinceridad.

— ¿Cómo no? – rueda los ojos.

— Acércate un poco Arlene.

Ella me hace caso, me enderezo un poco en la silla y alargo mis manos para abrazarla por la cintura. Ha sido algo espontánea, simplemente quería abrazarla y lo he hecho. Ella está un poco tensa al principio, luego corresponde mi abrazo y acaricia mi espalda como si me estuviese consolando.

— ¿Ocurrió algo?

— No, solo eres abrazable.

Escucho su risa al escucharme, casi me recuerdo cuando era un niño pequeño y competía con Candela por la atención de nuestra madre. A veces incluso la peleábamos con Eda aunque ella al ser la mayor solía ser más paciente pero como cualquier niña su madre es lo más querido tiene.

— Bien, puedes abrazarme lo que quieras.

— ¿Y besarte?

— ¿Por qué dices esas cosas y luego no haces nada?

— Primero tengo que preguntar, siempre hay que preguntar. – digo mirando directamente a sus ojos.

— Si Einar, puedes besarme.

Me pongo de pie rápido aunque la pobre ahora queda muy pequeña a mi lado. No quiero que ella tenga que hacer ningún esfuerzo así que me agacho hasta quedar a su altura y la beso. Sus labios están tan suaves como me los había imaginado. Siento sus manos en mi cuello mientras nuestros labios se mueven juntos. Si, definitivamente yo quería besar a la hermana de mi amigo, a mi compañero de banda. Tenía muchas ganas de besar a Arlene y quiero seguir haciéndolo. Pensé que podría dejar de quererlo si lo hacía, pero no, me gusta. Arlene me gusta, ya no hay forma de que siga negándomelo, me gusta mucho.

— Besas muy bien. – dice cuando nos separamos.

— ¿Va a ser incómodo?

— Espero que no. – saco el aire que no sabía estaba conteniendo.

— Menos mal, porque me gustas mucho y no quiero que sea incómodo.

— ¿Siempre eres así?

— Arrolladoramente sincero. – ella asiente. – Si, mamá solía molestarse antes porque no había u filtro pero con el tiempo se ha acostumbrado, todos lo han hecho.

— Genial.

— ¡Ya era hora!

Ambos miramos a la puerta donde están nuestros amigos, o mis compañeros de banda o como quieran llamarles, en la puerta. Siento mis mejillas un poco calientes y Arlene se aprovecha de que soy mucho más alto que ella y más corpulento y se esconde detrás de mí para esconder su vergüenza.

— ¿Cuánto hacen que están ahí?

— Desde que mi hermana dijo que podías besarla. – dice Vicens con una sonrisa. – Este chico si me gusta. – le grita a Arlene.

— ¡Qué te jodan Vicens! – todos reímos al escuchar su voz chillona por los nervios.

— Déjalos, se emocionan de que alguien me gusta. – ruedo los ojos. – Me van a molestar más a mí que a ti.

— Einar lleva totalmente la razón. – se ríe Konrad. – De todas formas veníamos a avisar que ya nos vamos.

Me giro para sonreírle a Arlene y le agarro la mano y así salimos del lugar donde estamos. Sé lo que puede pasar si en una fotografía de nuestras manos entrelazadas salen por internet pero creo que en este momento no me importa. Mi vida siempre ha sido muy privada y mis fanáticos han sido respetar esa decisión. Siempre que ha salido algún rumor sobre mi vida privada ellos se han encargado de hacerlo desaparecer. En especial de twitter donde en vez de viralizar las imágenes de mi vida, viralizan una foto de la banda o una canción de las antiguas. En resumen, tenemos a los mejores fanáticos y no puedo decir que no. Los adoro.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.