Canto De Sirena

02

En las profundidades del océano, una glamurosa fiesta se estaba llevando a cabo. Criaturas de todo el mar llegaban felices a celebrar.

La música que en ese momento se podía oír dejaba ver un ambiente relajante, cálido. La fiesta del príncipe del mar no debía ser poca cosa; sus 19 años eran algo que muchos esperaban, incluido su padre y sus hermanas.

Solo había un pequeño problema: el príncipe no estaba en su propio festejo.

El mayordomo del Rey, con buenas intenciones, va a su habitación a hablar con él.

Acostado en su gran cama, el joven cumpleañero se cubre con una gran alga tratando de esconderse al escuchar cómo tocan la puerta con la advertencia de entrar.

—¿Su Alteza? Voy a pasar.

Sin esperar respuesta alguna, entra y nada cerca de la cama. Soltando un suspiro, descubre al príncipe y se sienta a su lado.

—¿Qué te preocupa, Garrett?

—¿Por qué lo menciona? ¿es por que estoy aquí y no en la fiesta? —le menciona dándole la espalda.

—Mmh, podría ser.

—No es nada.

—Sabes que no te creo, ¿quieres hablar sobre algo? ¿Algo te molesta?

—Es solo que... —suelta el aire acumulado y al fin voltea— cumplo 19; en pocos años más mi padre se retirará y me tocará tomar el trono. Puede que suene divertido o increíble, pero es una carga muy grande que no estoy seguro si podré soportar.

El mayordomo solo suelta una pequeña risa, la cual cubre rápidamente. Garrett lo mira y no entiende el motivo.

—¿Te… te estás riendo de mí? —sin poder evitarlo, suelta lo que pareciera ser una risa y se levanta, quedando a la altura de su mayordomo.

—No, no. Es solo que esas fueron casi las mismas palabras que dijo tu padre a tu edad.

—¿Ah, sí?

—Claro. Soy mayor que tu padre por unos 2 años; yo estuve en su coronación. Y al igual que tú, me habló sobre sus inseguridades de ser rey. Solo que con él, fue el mismo día que recibía la corona.

Garrett, fascinado, le pidió que le contara más y más sobre cómo era su padre en aquel entonces.

Lo que iba siendo una charla para que fuera a la fiesta, terminó siendo una plática de su pasado.

Pasadas unas cuantas horas, su mayordomo le dio una palmada en el hombro a Garrett para después decir:

—Sé que tienes muchos miedos e inseguridades, podemos trabajar en ellas, pero ahora, es tu cumpleaños, deberías disfrutarlo. Tus hermanas te están esperando desde hace tiempo.

Sin esperar más, el mayordomo sale de la habitación del príncipe, dejando a este un tanto pensativo. ¿Debería salir? La respuesta era clara. Lo haría.

Acomoda su cabello, el cual no dura mucho debido al movimiento del agua. Nada por el pasillo directo al salón, cuando por una de las ventanas que da directo a la superficie se ilumina de una inmensa variedad de colores. Rojos, azules, rosas.

Intrigado, nada fuera del castillo, acercándose cada vez más a la superficie. Sobre ella, mira que hay un gran y glamuroso barco. Nadando por debajo de el para poder observarlo mejor. Siempre fue un curioso por naturaleza. Podía sentir cómo su piel se erizaba a la vez que veía el barco por debajo del agua.

Escuchaba cómo los fuegos artificiales explotaban, dejando ver aquellos colores que lo hicieron subir. Con cuidado, saca la cabeza, solo para ver como dos criaturas de la superficie se daban lo que pareciera ser un abrazo.

Uno de ellos le llamó la atención; algo en su cuello parecía familiar. Quería indagar más, pero al ver que la criatura iba a voltear, se vuelve a sumergir antes de ser visto.

Volvería a la fiesta; debía hacerlo. Al comenzar a nadar de vuelta al castillo, comenzó a escuchar gritos y un abrazador color rojo iluminó el gran océano. No esperó mucho antes de volver a la superficie y mirar lo que estaba pasando. El barco que hacía no mucho estaba contemplando, estaba cubierto de unas amenazantes llamas. Todo era caos y desesperación. Barcos más pequeños esperaban por ellos. No era algo que entendía, pero se alegraba que estuvieran bien, de no ser porque logró distinguir a uno más entre todas aquellas flamas.

Desesperado al no saber qué hacer, nada dando vueltas sobre sí mismo, tratando de encontrar una respuesta. De pronto, escucha como algo cae fuertemente al mar, y cómo este se comienza a iluminar de una luz blanca.

Al mirar, no sabe como reaccionar. Quedó paralizado al ver tal acontecimiento. El cuerpo de aquella criatura comenzó a brillar y las leves quemaduras de su piel comenzaron a sanar. Era un brillo que solo los provenientes del mar lograrían ver. Sin esperar más, nada hacía él y lo toma del brazo llevándolo hasta la tierra más cercana. No antes sin ver como los del barco comienzan a gritar un nombre y empezar a remar.

♡Marj.m13



#1292 en Fantasía
#5158 en Novela romántica

En el texto hay: sirenas, oceano, tisteza

Editado: 12.03.2025

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.