Capítulo tres.
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Narra Aleksei Dmitriev↡↡
Maldición.
Llevábamos mínimo veinte minutos golpeando la puta puerta delante de nosotros y nadie se atrevió a salir. La casa estaría en silencio si no fuera por el sonido alto de AC/DC .
Trevor, uno de los mellizos, sostenía mi brazo como si yo fuera un crío que me escapara en cuanto nadie se de cuenta.
Tyler, él otro clon, estaba al teléfono con Jack. Según él, una chica nos tendría que abrir la puerta, pero hasta el momento nadie salió. Tyler llega hasta nosotros mirando su teléfono como su este tuviera la cura contra el cáncer.
- ¿que dijo?- mi voz impaciente y mi, tan normal, cara de amargura se podían notar a simple vista.
"¿tu amargo? Puff naa"
Y ahí está la sarcástica voz de mi cabeza que siempre logra sacarme de quicio al segundo. Nose si será normal y otra personas la tendrán pero para no sentirme tan raro yo la llamo "conciencia".
- ehh, me cortó.. .- el mellizo se rasco la nuca todavía con cara de confusión.
- ¿cómo que te corto? Ósea que tenemos que esperar acá afuera hasta que a la loca de adentro se le de la magnífica idea de abrirnos la puerta ¿No?- Tyler se quedó quieto procesando todo lo que he soltado en menos de 10 segundos y cuando termina sólo asiente con la cabeza- genial...- el sarcasmo nubla totalmente mi voz.
Escucho estacionar un auto, aunque seguro las llantas quedaron marcadas en el asfalto, y bajar un hombre que conozco muy bien y ahora puedo decir que está enojado. Sus puños apretados, su caminar rápido y sus ojos desorbitados me dan esa linda idea -noten el sarcasmo-.
Pasa por nuestro lado sin siquiera lanzarnos una mirada y abre la puerta de golpe entrando en ella como Pancho por su casa. Al momento en el que entramos empiezan los gritos.
-¡¿pero qué demonios te pasa?!- el grito de Jack se escucho por toda la casa.
Deje escapar un suspiro de cansancio, No quería estar aquí , ahora mismo tendría que estar en alguna playa con una mujer sobre mis piernas. Sólo lo acepté porque Jack me suplicó que lo hiciera y por que me comento que la cría con la que tendría que compartir casa es alguien tranquila y educada, nombró también que jamás sale a ningún lado así que mi estadía sería fácil y nada estresante.
"No puedes quejarte, esto es culpa tuya"
Miré a Jack bajar las escaleras con paso más tranquilo.
- Al bajará en unos segundos, lo lamento por la mala educación que tuvo, deben entender que ella no estaba del todo de acuerdo con esta situación- la excusó.
¿con esta situación?
"Genial, nos tocó a una niña mimada"
Caminé por la pequeña sala. Una foto colgada en la pared lograron llamarme la atención. En todas estaban dos niñas idénticas.
Jack comenzó a hablar con los gemelos de cosas que sinceramente no preste mi total atención. Lo que se llevó toda mi atención fueron los pasos en la escalera.
De ella bajaba una chica que, por su estatura, No pasaba de los quince años. El pelo rubio con mechas azules era sostenido por un moño desprolijo, su piel pálida estaba a la vista gracias al top negro y los pequeños shorts de deporte, llegue hasta la parte de su cara y me encontré con unos labios carnosos pero no tanto como para parecer operados, unos pómulos marcadas que le daban figura linda a su cara, una nariz rara, que no podía decir que tenía ya que estaba lejos, y por último unos grandes ojos negros cubiertos por largas pestañas oscuras.
Una sensación para nada buena se instaló en mi pecho cuando sus ojos se posaron en los gemelos detallandolos con atención.
Largue un pequeño gruñido que fue apagado por la voz potente de Jack.
-chicos ella es Aleksandra, las mellizas se encuentran arriba y bajarán en cualquier momento- dirigió su mirada a los gemelos - Tyler y Trevor cuidaran a las mellizas, Al.
"Aleksandra..."
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Narra; Aleksandra ↟↟
El techo blanco con pequeñas grietas fue el sector donde mi mirada se centró las últimas horas. Sus miradas no salían de mi cabeza, todas ellas tan diferentes, sin embargo, compartían un mismo sentimiento; el miedo.
Miedo hacia mi.
Los ojos celestes asustados de mi hermana fueron sustituidos por unas perlas verdes que me miraban con cautela cada movimiento que hacia. Él no me miraban con miedo como los demás, él no nos temian como otros, nos entendieron, él nos entendió.
Traté de sacarme su imagen de mi mente, No tenía que pensar en él de otra forma. Mire a mi derecha y mis ojos chocaron con el reloj.
2:37 AM
Si, falté a la pelea y seguro soy el chisme de todo el club. Me levanté de la cama con lentitud, tenía la boca seca; necesitaba algo de tomar. Caminé por los oscuros y solitarios pasillos arrastrando los pies para no hacer ruido en el piso de madera. Un viento frío golpeó mis piernas haciendolas temblar, traía puesta sólo una remera negra cuatro talles más; debajo de esta llevaba las bragas. Exacto, soy de esas chicas que les molesta el sujetador al dormir.
Llegué a la cocina e inmediatamente tomé una botella de agua del refrigerador. No entendía como había personas que tomaban el agua natural, yo no la pasaba.
-¿Insomio?-
Pegué un salto en mi lugar provocando que un poco de agua se escurra por mi comisura.
- ¡¿Pero qué carajos te pasa?!- grite a la vez que me giraba a encarar a quien fuese.
Mis ojos conectaron con un metro noventa de músculos. ¿Y este quién era ?
Instantaneamente mi mirada se perdió en su torso ¡¿Por qué cojones está sin remera?!
"No es como si te quedaras"
Su piel pálida trazada con tinta oscura lo hacía resaltar aún más. Intenté correr la mirada a su cara fracasando en el intento. No me culpen.
- Mis ojos están aquí, princesita- me recriminó divertido. Corrí rápidamente la mirada hasta su cara poniendo cara de indiferencia.
- Créeme que se bien donde están tus ojos. No es como si intentara verlos a ellos. - comente moviendo mi mano para restarle importancia.
Dejo la botella sobre la mesada y me giro con la idea de volver a mi habitación mientras escucho su risa de fondo. Lo vuelvo a mirar en cuanto caigo en la cuenta de que es un desconocido.
Editado: 27.05.2020