Capitulo cinco
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Narra Aleksei ↡↡
- Aleksei, justo estaba por llamarte. ¿Como anda todo por allí? ¿Al se comporta?- preguntó al segundo de descolgar.
- Hola Jack. Todo bien por aquí y si, Aleksandra se comporta bien conmigo. Aunque no llamaba por esa razón- señalé mirando hacia arriba cuando el ruido de los pájaros comenzó a escucharse. Estaba fuera del balcón esperando que alguien en la casa se despierte.
-Lo sé, Alek - suspiró- ya encontré a mi comodín para ti y aceptó ayudarte- informó
- ¿De verdad? - pregunté esperanzado de que todo esto termine de una vez. - ¿podrá sacarme de este lío ?
- Claro que sí. Jamás he visto que haga mal su trabajo, Alek. Puedes despreocuparte-
Joder.
- Eso es genial, Jack. No sé cómo pagarte todo esto que hacer por mi. - murmuré sonriendole a la nada.
Continuamos hablando unos minutos más hasta que una voz grave gritó su nombre obligándolo a terminar la conversación.
Los ruidos en la planta baja comenzaron a escucharse más fuerte. Me puse un jeans holgado azul oscuro y bajé. El olor a café inundaba el primer piso y las risas femeninas gobernaban el lugar.
- ...La noche, le demostraré a esa imbesil de lo que soy capaz - escucho a Aleksandra renegar.
- ¿Podemos ir?- preguntó una de las mellizas.
- Buenos días- interrumpo
- Buenos días, chicas- escucho dos voces al unísono detrás de mi.
Las tres se dan vuelta a la misma vez y es cuando noto que las mellizas solo están en ropa interior y Aleksandra en una remera cuatro talles más. La Repaso de arriba a abajo una y otra vez.
"Dios, ¿de dónde salió esta mujer ?"
Sus largas piernas están descubiertas llevándose la mitad de mi atención. La otra mitad se la lleva su cabello en un moño mal atado, sus mejillas rojas por el calor de la cocina y sus labios más hinchados de lo normal. ¿Era posible que se vea Bonita recién levantada ?
Noto que sale de su trance al escuchar el grito dramático de ambas hermanas. Pone a ambas mellizas tras suyo. Era hasta tierno ver como intentaba taparlas siendo tan bajita.
- ¡De espaldas los tres! - gritó y rápidamente nos dimos la vuelta. Ahí fue donde noté que los mellizos estában solo en ropa interior y to sin remera. Al parecer todos nos olvidamos que ya no vivimos solos. Sonrío arrogante al sentir una mirada quemando mi espalda. La sentía mirarme de arriba a abajo tal y como lo hice yo. Estaba seguro de que esa mirada provenía de unos ojos negros que me traían bobo - Bien, ustedes vayan a cambiarse y luego iremos nosotras. Para no encontrarnos en las escaleras en este estado.
Era buena dando órdenes.
Los tres como robots sincronizados subimos las escaleras cada uno directo a su habitación.
Saqué de mi armario un pantalón de deporte gris y una musculosa del mismo color dejando a la vista mis múltiples tatuajes de mis brazos. Segundos después escucho los pasos apurados de las chicas y las puertas ser cerradas con brusquedad.
Luego de unos minutos bajé encontrándome con los mellizos ¿acaso estos nunca se separan ? Ambos vestían igual con la diferencia del color de la remera; verde para Trevor y azul para Tyler.
- Bien, ya que estamos todos aquí les recordaré las reglas de la casa - soltó Aleksandra apoyada en la encimera. Vestía un pantalón deportivo negro con un top del mismo color y su cabello estaba atado en un moño alto dejando ver sus mechas azules.
- Espera, ¿Qué reglas?- preguntó Trevor.
Al miró seriamente a las mellizas las cuales se escogieron de hombros. - Primera regla: no se fuma ni se toma en esta casa. - me está jodiendo ¿no?- segunda regla: privacidad. Con esto me refiero a no entrar a las habitaciones sin tocar y jamás abrir las puertas C y E del tercer piso.
- ¿Qué hay ahí?- la corté
- Solo conformarte con saber que no tienes que entrar. Tercera regla: nada de cosas ilegales aquí. Drogas, armas, objetos robados, etc. - terminó - ¿Alguna duda?
- Si, yo. - Tyler se adelantó un paso - por obvias razones nosotros estamos armados
- debajo de cada armario hay una caja fuerte sin clave, ahí podrán guardar sus armas para que la policía, por cualquier cosa, no las pueda ver. - Explicó
- Yo tengo una duda - me adelanté logrando que me mire - ¿Por qué las reglas las pones tú?
Genial, haz que te odie.
- Porque es mi casa - señaló simplemente
- Ya, si. Pero ahora somos seis viviendo bajo este techo ¿no tendríamos que poner reglas todos para llevar mejor la convivencia?
La cocina se quedó en silencio. Estoy seguro que si las miradas matasen, yo ya estaría bajo tierra hace un rato.
- Tiene razón, Al- habló una de las mellizas.
- Será más cómodo para todos- siguió la otra.
- Esta bien, pondremos un par de reglas bajo la aceptación de todos - Explicó dudosa, acto seguido comenzó a caminar hasta sentarse en la mesa.
Una de las mellizas, Emily creo, corrió escaleras arriba y bajó al minuto con un papel y una lapicera de color.
-Bien, comencemos. La primera regla se queda tal y como está- afirmó Al
- Hey, baja del caballo, princesita. Podríamos retocar esa regla- propuse. Ella me miró mal cuando todos a nuestro alrededor se aguantaron la risa al escuchar el apodo. - Tal vez podría haber un límite de alcohol y podríamos fumar mientras sea en los balcones ¿Que piensan ?- Los mellizos asintieron con la cabeza. Alek bufo mientras escribía.
-Bien, ya está-
- La de la privacidad es buena- aceptó Tyler.
- Cierto. Podríamos dejarla tal y como está. - lo siguió su hermano. Haciendo que Aleksandra comience a escribir la segunda regla.
- La de lo ilegal también puede quedar así. Es por seguridad más que nada. - dijo Brook
- ¿Puede haber alguna sobre la vestimenta matutina?- murmuró Tyler. Todos asentimos al unísono. Nadie quería volver a pasar aquel incómodo momento.
Editado: 27.05.2020