Narra Aleksandra; ↟↟
- ¡Regresame mi sostén!-
- ¡Claro que no! -
-¡ Es mío! - gritó enojada Emily
- Está en mi cuerpo, lo que lo hace mío-
- ¿Enserio?- les pregunté a los chicos. Lo que menos pensaba encontrarme al llegar fue una pelea tan ridícula. Noté a Trevor mirarlas divertido mientras que su hermano se moría de la vergüenza. No lo culpo.
- No quiero imaginarme si le roba algo de valor. - murmuró por lo bajo Trevor, logrando sacarme una sonrisa. En los últimos días mi relación con los mellizos había mejorado visiblemente.
- Tyler - lo llamé- ¿Puedo hablar contigo? - lo noto asentir e inmediatamente me dedico a llevarlo al despacho que había creado Jack.
Una vez ahí dentro ambos nos sentamos en los sofás, uno frente del otro. Tyler era como un libro, uno de poesía; con su portada tan aburrida y con un contenido atrapador, con letras delicadas e inteligentes y con ese grado de timidez con la que escribe el escritor indeciso. Era tan fácil leerlo y demasiado complicado el entenderlo. Todo lo contrario a su hermano, Trevor es... él no es un libro. Es más como la película del libro; estupida, incompleta y ruidosa. Sin embargo, bajo toda aquella mierda, Trevor era aquel escritor que escribía y protegía sus letras. Estos dos son una mezcla sorprendente.
- ¿Por qué me miras así?- preguntó Tyler, nervioso bajo mi mirada. Salí de mis pensamientos y me concentré en lo que venía a hacer
- ¿Te gusta mi hermana? - pregunté directamente. Tyler se quedó estático en su lugar, mirándome con los ojos más abiertos de lo normal.
Me giro en cuanto escucho las risas de Trevor a mis espaldas.
- ¿Y así se lo preguntas?- volvió a largar una carcajada al ver a su hermano.
- ¿Estuve mal ?- le pregunté confusa. Trevor negó divertido.
- Solo míralo, el pobre ni siquiera respira del miedo - me aclaró.
- No, no me gusta - murmuró el susodicho. Trevor volvió a reírse.
- ¿Me ves cara de idiota?- la risa de Trevor se detuvo para mirarme
- Un poco - murmuró con la idea de no ser escuchado. Lo miré mal logrando que cierre la boca.
- No me molesta- dije dirigiendome a Tyler, el cual se quedó sorprendido - eres un buen chico y confío en que la cuidarás bien.
- Espera ¿qué?- levantó la voz Trevor. - ¿O sea que le das permiso? Entonces, ¿Yo podría estar con Brook?- sonrió en grande.
- Tú le pones un dedo ensima a mi hermana y te la cortó - lo amenace logrando que me mire asustado. Observé por un segundo como su rostro cambiaba con algún sentimiento que no pude diferenciar.
- De todas formas todo esto es inútil- habló Tyler cortando nuestra "pelea"- ella jamás me verá como algo más que amigos.
La sala quedó en un completo silencio. Nadie sabía que decir, ¿qué era lo correcto? ¿Darle esperanza? Definitivamente no
- No seas estupido, me avergüenza- se burló su hermano luego de unos minutos. Ambos lo miramos mal. Siempre abriendo mal su bocaza - quiero decir, que es estupido ocultarselo - se corrigió rápidamente
- ¿Escuchaste cuando dije que ella no siente lo mismo?- Trevor revoloteo los ojos
- ¿Y eso qué? Si no te lanzas jamás sabrás que siente -
- concuerdo - hablé - Si Em no te acepta siempre puedes conquistarla.
- ¿No debería conquistarla primero? - preguntó dudativo.
- Conozco a mi hermana, ella adora la honestidad. Sería un gran paso - aseguré. Tyler suspiro pensativo antes de asentir lentamente.
- ¡Perfecto! ¿Qué esperas para decírselo?- cuestionó Trevor.
- Tienes razón, iré ahora -
Espera... ¿Qué?
- ¿Eres estupido o estudias?- lo detuve antes de que llegue a la puerta. Ambas copias me miraron confundidos. ¿Hasta sus gestos son iguales? - Me refiero a que necesitas esperar hasta el momento perfecto.
- ¿Cuándo es eso?- bufé estresada por la estupidez de estos dos
- Cuando te sientas cómodo, no sirve si lo haces mientras estás todo nervioso y alterado. -
↡↡↟↟
Los días habían transcurrido con total monotonía. El clima se volvía cada vez más cálido por lo que hoy, las copias habían decidido un viaje hacia nuestra cabaña a las afueras de la ciudad.
- Brook, ¿para que necesitas tanto maquillaje ? ¡vamos a estar en un maldito bosque!- me quejé mientras intentaba meter todo en la parte trasera de mi coche. Brook puso las manos en su cintura y rodó los ojos.
- Es necesario - me contradijo - aparte, todo entraría perfectamente si tú no llevaras esa cantidad excesiva de estupidos libros -
La miré mal logrando que cierre la boca. Levantó ambas manos a los lados de su cabeza en señal de paz.
- No te metas con ellos, son más productivos que maquillaje - murmuré aliviada al ver que pude cerrar la puerta. - Bien, podemos ir todos en un auto. No hay necesidad de llevar ambos - expliqué. Todos asintieron al unísono.
- El viaje es de 4 horas por lo que podemos cambiar de conductor cada cierto tiempo. - siguió Tyler.
- Todos al auto ¡ya! - ordenó Trevor mientras aplaudía. Lo miré y él me sonrió - Menos tú, tú puedes tomarte tu tiempo. - dijo logrando sacar una sonrisa en nuestros rostros.
Decidido que yo sería la primera en conducir todos se acomodaron dentro de la camioneta, cada uno con sus cinturones de seguridad por órdenes de Tyler. Los minutos pasaron rápidos, el auto se llenó de risas y discusiones por la siguiente canción que se reproducirá o por quien estaría de copiloto.
Miré por el espejo retrovisor hacia el asiento de atrás. Trevor y Brook se habían sentado juntos por lo que pasaban la hora entre susurros y risotadas. A pesar de que Brook era de risa ligera, jamás la había visto interactuar con nadie como lo hacía con el mellizo pervertido que la cuidaba.
Observé de reojo la espalda de Tyler, el cual se encontraba con el torso girado para poder hablar con Emy sin, casi, ninguna interrupción. A pesar de no estar observándolo de frente podía imaginar su mirada, la misma que tenia siempre que la miraba; brillante, nervioso, transparente. Era sorprendente aquel vínculo que ellos cuatro cargaban.
Doblé hacia la izquierda siguiendo la indicación de un cartel al costado de la carretera. Comencé a observar a lo lejos el espeso bosque que se formaba. Las horas habían pasado y luego de cinco horas, por las cientos de veces que nos detuvimos por órdenes de las mellizas, estábamos por llegar.
- ¿Qué sucede, Al?- escucho preguntar a Brook, pegada al asiento.
- ¿Por qué la pregunta?- respondí evitando, inconscientemente, contestarle correctamente.
- No lo sé... estas rara desde hace días- la escucho moverse para estar más cerca, tanto que sentí sus rodillas detras del asiento. - Pero hace unas horas que es más notable.
Me quedé en silencio, procesando todo aquello que estaba diciendo llegando a la conclusión de que si, me sentía extraña y más aún cuando comencé a notar que éramos cinco. Un número impar.
¿Jamás han sentido aquella sensación de incomodidad ,cuando toqueteas el volumen de la TV y éste termina en un número impar?
"Si alguien escuchara tus pensamientos pensarían que tienes esquizofrenia " escuchó su propia voz en su cabeza.
Ignorando todo aquello intentó centrarse en la carretera , esquivando algunos baches que se atravesaban.
Miró por el espejo retrovisor y se encontró con la mirada inquisitiva de Brook, obligándola a poner aquella máscara de hielo que usaba solo para trabajo.
- Siéntate bien y abrocha correctamente tu cinturón de seguridad - ordené al ver que aquel objeto que le brindaba seguridad estaba debajo de su brazo y no sobre este, como debería ser. Brook ignoró mi orden y se acomodó más cerca de mi.
- ¿ Es por él?- preguntó en un susurro para que solo yo pudiera escucharla. Observo de reojo ,aliviada ,como Trevor comenzó a bromear con su hermano y Emily sin prestarle el más mínimo de su atención a la conversación.
- ¿De quién hablas?- pregunté con la intención de extender un poco más esta conversación. Doblé hacia la derecha en un brusco movimiento y logré vislumbrar la cabaña.
- De Alek, estupida - Contestó mientras rodaba los ojos.
Aleksei... hacía días que se había ido. Me prohibí pensar en él, así sea un segundo. Sin embargo, estaba aquí pensando que todo estaría más cómodo si fueran seis. Un número par.
Detuve el auto de golpe frente a la cabaña y me bajé como si el mismísimo lucifer hubiera entrado en él.
- Llegamos - gruñí de mal humor , rogando que todos bajemos sin rechistar. Pero nada podía ser perfecto....
- Eres una bruta, Aleksandra - vocifera Trevor, quejándose de mi manera de frenar.
- ¿Qué carajos acabas de decir?- pregunté a pesar de haberlo escuchado claramente. Sentia que el aire se trababa en mis pulmones por unos segundo y luego volvía a salir por mi nariz en brusquedad. Estaba molesta , no, estaba enojada y aún no sabía bien el porqué
- Dije que er...- antes de que pudiera terminar de hablar,observé su cuerpo estrellarse contra el agua del río. Para cuando su cabeza salió a la superficie yo ya me encontraba abriendo las puertas de la cabaña. Será un fin de semana largo.
¿Qué estarás haciendo, Alek?
Editado: 27.05.2020