Capítulo quince:
Narra Aleksandra: ↟↟
- En quince minutos, aproximadamente, nos estaremos llendo a casa. - Avisó Absalon luego de hablar por teléfono.
Al parecer, y como supuse, Jumihl envió un Jet privado para que nuestra vuelta sea menos problemática.
- ¿Qué haces? - escucho preguntar a Absalon a mi lado.
Me encontraba sentada frente al gran ventanal del aeropuerto, observando como las personas suben al avión y charlan entre sí.
- Miro sus expresiones- explico sin mucho ánimo.
Seguido me gustaba apreciar los rostros de las personas que me rodeaban. Las emociones que presentaban eran extrañamente particulares y bastantes llamativas, al menos para alguien como yo.
"Acosadora"
- ¿Por qué?- preguntó extrañado.
- Observando se aprende - murmuré un poco ida de la conversación.
Un cómodo silencio se formó entre nosotros. Me sentía relajada a su lado. Tenía la seguridad de que, pasara lo que pasara, Absalon me protegería y no porque confiara en su palabra hacia Jumihl, sino porque a lo largo de los años me demostró su fidelidad.
El ruido de una discusión me espabila de mis pensamientos. Me levanto, lentamente gracias a mi brazo, y me acerco para observar que sucede. Los guardias se encontraban rodeando a la fuente de los gritos, los cuales eran muy conocidos.
- Déjenlo pasar - ordené fríamente. Prefería verle la cara antes de permitirle seguir con este circo.
Todos se apartaron inmediatamente, dejándome verlo tanto a él como a su encaprichada y malhumorada hermana.
- Alek - murmuró. Observé su rostro tranquilamente, el moretón, cortesía de Absalon, comenzaba a tener un color horrible y muy satisfactorio para mí
- Volví a ser Alek - murmuré y , a pesar de que era para mi, el logró escucharlo. - ¿Qué necesitan por aquí?- fui directo al punto.
- Tienes que llevarnos contigo - pidió a la vez que su hermana bufaba detrás de él.
- No tengo razones para ello - aclaré sintiendo como mi sangre comenzaba a hervir. Que descarado
- Claro que si, tú fuiste la que no hizo bien su trabajo y por eso me encontraron - contraatacó con una mirada de superioridad que me sacó de quicio.
- Primero: bajale al tono que, ahora, yo soy tu única esperanza. Segundo: - enumeré - Te advertí que no me metía con los del FBI, por lo que deja de ser mi problema. Tercero: la razón por la que estas es esta situación fue gracias a tu hermana y su revolcón. - terminé dejándolo en total silencio.
- ¡No puedes abandonarnos aquí, perra insensible! -me gritó Alina.
Hasta aquí llegó mi paciencia.
- Escuchame, mujerzuela sin códigos, tú no eres quien para hablarme de esa forma. Te recomiendo que cierres tu boca y te preocupes por como seguir viva. - la veo caminar hacia a mi y ser detenida por Aleksei
- Eres una perra insensible- repitió entre dientes.
- Lo sé - dije copiando su mirada de superioridad.
- Ya basta , Ali. - interrumpió Aleksei - Tienes razón, Alek. - aceptó tragándose su orgullo. Podía ver cuando le dolía aceptar sus errores. - Te pido que nos ayudes...ya no se que hacer - murmuró apartando su mirada. Era la primera vez que lo notaba... vulnerable.
Solté un largo suspiro al entender que no sería "humano" dejarlos aquí. Aunque ella...
Agité mi cabeza de lado a lado dispersando los pensamientos.
- El avión ya debe estar preparado. - avisé antes de adelantarme.
Siento que Absalon se para a mi lado, mirándome minuciosamente
- ¿Van con nosotros?- preguntó algo sorprendido.
- Si, tienen mucha información del jefe de Dimont. - expliqué.
"aja, los llevamos únicamente por su información"
Ignoré aquella vocecita insoportable y volví a mi conversación.
- ¿Dónde están todos?- pregunté al ver que los guardias desaparecieron.
- Subieron al Jet, solo faltamos nosotros. - explicó mientras comenzábamos a caminar.
Noté que Alek y su hermana se encontraban detrás nuestro.
- ¿Cómo está tu brazo?- preguntó mientras observaba el trapo que él mismo había atado a mi cuello para evitar el dolor.
- Duele, pero he pasado cosas peores -
Abrí la puerta del aeropuerto, lista para ir hacia la pista y volar a mi casa. Pero eso no fue posible ya que una fuerte explosión logró lanzarnos al suelo y romper los cristales a su alrededor.
Mi visión era nula, podía sentir el temblor de pasos en el suelo a mi alrededor, sin embargo, un molesto pitido era lo único que escuchaba.
Maldición, esto no me estaba gustando.
Narra Aleksei:↡↡
¡Carajo! Esto no me gusta para nada.
Al momento de la explosión todos los vidrios a nuestro alrededor estallaron, logrando el pánico entre la gente. El temblor en el suelo logró hacernos caer, sin embargo, estábamos lo suficientemente lejos para que la onda no nos alcanzara. No podía decir lo mismo de Alek.
Tambaleándome, logro ponerme de pie con la ayuda de las bancas.
" Que maldito genio "
Pensé al ver los tornillos en la parte inferior de las sillas.
Dejando mis ridículos pensamientos de lado, logro enfocar a mi hermana a unos metros de mi. Me acerco, aún aturdido, y la ayudó a levantarse.
- Hay que irnos, Al- dice lo obvio.
- Pero Alek...-
- ¿Qué mierda importa ella? - me interrumpe. - Hay que salir de aquí antes de que nos encuentren.
Miro hacia atrás, buscandola con la mirada y la encontré en el suelo. No reaccionaba a pesar de que la gente corría a su alrededor.
- Al, hay que salir de aquí si no quieres que muramos - Avisó Ali, entrado en pánico al ver que no contestaba.
¿Qué hago?
¿Tengo que irme? ¿La abandonó a su suerte?
- Soy tu hermana, Aleksei. - intentó hacerme entrar en razón.
Es verdad... mi deber es protegerla por sobre cualquier persona.
Vuelvo a mirar a Alek tirada en el suelo, aún sin reaccionar.
No. Alek no era cualquier persona, jamás podría abandonarla. No otra vez.
Editado: 27.05.2020