Capítulo 43

Daniel

Mi ojos pesan al intentar abrirlos, mi cuerpo adormecido poco a poco comienza a sentir cada vez más calor. Me siento lentamente abriendo ya por completo mis ojos, me los restriego con mi puño derecho y comienzo a enfocar más mi vista en lo que que me rodea, estoy totalmente desorientado.

Un pequeño rayo de luz se abre paso a través de la cortina que oscurece mi entorno, me comienzo a levantar pese al dolor que siente en mi cuerpo, y como ya he dicho antes "el calor".

Volteo a mi lado izquierdo y la veo, ¿Acaso será este un sueño? Me peñizco, 《Auuch no es un sueño, con razón estoy, mmm bueno tengo calor por partes que antes de conocerla no》.

Saco mis pies de la cama y los coloco en el suelo, pruebo a mover primero mis dedos y luego los pies completos. Los afirmo en el piso,  levantándome finalmente poniéndome de pie, me tambaleo al principio, es difícil, pero me esfuerzo. Mis músculos están un poco rígidos, pero funcionan bien, con cuidado para no despertarla me alejo buscando con urgencia un baño.

Enfoco más mi vista y logro ver una puerta a mi derecha, me acerco todavía tambaleante y la abro 《¡y sí! Es el baño》 Cierro olvidándome de ponerle seguro, me quito la ropa que llevo, esta empapada en sudor, 《Ufff ¡que desagradable! ¡Que vergüenza, y ella acostada a mi lado soportando tal olor a transpiración!》

Rápidamente me meto a la ducha, una muy, muy helada, la que necesito con urgencia, estoy ardiendo. 《Dios esta mujer, ¡solo con estar a mi lado me prende!》

El agua fría comienza a caer por mi cuerpo, esta helada sí, pero calmara mis hormonas, mi deseo por ella.

《Bueno eso espero, porque o sino no sé qué voy a hacer. Lo que si sé, es que no la irrespetaré, ella es muy importante para mí, y jamás me aprovecharía de ella. La amo como nunca he amado, en realidad nunca he sentido tal cosa por una mujer. Ella es la primera que desordena todo en mí, me hace olvidarme hasta de mi amado Ferrari rojo, me hace querer besarla, tocarla ¡pero no! Soy un caballero ante todo, nada de cosas lujuriosas, que por cierto me ponen extremadamente nervioso, ansioso, caliente... no sé qué voy a hacer, estoy tiritando y no es de frió precisamente》.

Dejo que siga cayendo el agua por mi cuerpo, mientras mantengo mi cabeza agachada, mis manos puestas con la baldosa de la ducha. Pienso en todo lo que he pasado, lo que he descubierto de ella, al principio tenía miedo pero ya no.

—¿Necesitas compañía?—levanto mi cabeza y la veo en la puerta de la ducha con ropa interior.

— ¡Mierda! ¡¿Qué haces aquí Cielo?!— digo sobresaltándome y muy, muy nervioso, alejo mi mirada de su cuerpo— me pasarías una toalla. —le digo tapándome ciertas partes, que poco a poco se despiertan al verla así, esta un poco despeinada. Lleva puesta sola una camiseta, 《acaso debajo de esa prenda...》 sacudo mi cabeza empujando aquellos pensamientos lejos de mí.— por favor no me mires...

—Eres perfecto Daniel....—se saca la camiseta por la cabeza, y se acerca a mí metiéndose a la ducha— sabes lo preocupada que estaba, pensé que me iba a morir cuando vi que no podías despertar, y ahora... eres mi destinado, mi amor, y no tienes una idea de cuánto te he esperado...—su voz es cada vez más ronca 《¡y yo no sé qué hacer!》

—Cielo por favor...no te acerques...— digo tímidamente.

—Te Amo Daniel...—dice tocando mi pecho desnudo, y me estremezco al sentirla, mi corazón bombea desesperado, mi cuerpo ansia mucho más, pero no debo, y trato de alejarme, 《¡necesito huir! Mierda, esto no esta bien》alejo mi mirada de la suya buscando un lugar para escapar— por favor, Daniel mírame...

—Tengo que salir, eh...mira...—mi respiración se acelera, no me deja terminar de hablar ya que me agarra de la cabeza girándome, y 《¡me besa! Esta besándome》Pasa su lengua por mis labios empujando, trazando insistentemente para que abra mi boca, pero yo me resisto, aunque no por mucho tiempo; por que ella no se da por vencida, y se abre paso a mi cavidad bucal. Tentándome, estimulando con sus caricias mi piel, el deseo me golpea poco a poco intentando apoderarse de mis acciones.  Abro mi boca en un suspiro y le doy paso. 

Nuestras lenguas se enredan, chupan, y todo se intensifica aún más, el beso se vuelve feroz, y se apega más a mí. Nuestras pieles chocando, sintiéndose, quemándose por la necesidad de ir más allá, pero nos separamos en busca de aire.

Nuestras respiraciones son rápidas, y es en ese momento que ella baja un poco la guardia dejando el agarre sobre mí, y yo aprovecho para salir, 《huyendo como un cobarde. ¿Seré un hombre acaso? claro que soy un hombre, es solo que no me quiero aprovechar. Santo cielo soy un estúpido, ya que estoy arrancando de una mujer hermosa que quiere conmigo, y con la que yo por primera vez quiero también》.

Agarro una toalla grande que hay doblada encima de la cómoda que hay en el baño, y me envuelvo la parte de abajo de mi cuerpo, ella me sigue y me toma del brazo con mucha fuerza empujándome a la pared del baño.
《Auch... eso dolió un poco, y casi resbalo, pero no puedo negar que esto es excitante》.