Dos tazas son las piezas de está obra.
Dos corazones bailan en el mismo sentido, se tropiezan con el azúcar, el café y la leche.
Surge el capuccino del amor.
Las campanas suenan, diciembre se acerca y la navidad también.
Dos corazones laten.
Dos tazas chocan entre si, se conectan y percatan del regalo perfecto.
Ella con su sonrisa callada y mirada tierna que expresan Te amo.
Él con su promesa de amor.
Aquella que marcó el capuccino navideño.
Como ya saben, me encanta comenzar con un verso, intro que rime.
¿Me acompañan en está aventura?