Caprichos del destino

CAPITULO 4. TRÁFICO DE APUNTES

CAPITULO 4.  

 

TRÁFICO DE APUNTES

Al llegar a la cafetería la cola del buffet es impresionante, Max coge  una de las bandejas con los cubiertos,  yo hago lo mismo y  me coloco detrás de él. Si he de esperar a que cojamos la comida y nos sentemos para que me explique qué le pasa me voy a morir de la ansiedad. Si alguien tiene algo que decirme, y tan sólo me lo anuncia pero no me informa en su totalidad con la tipica frase de " después te cuento",  hace que mi cerebro convulsione, necesito saciar  mi sed de información, vamos que sí,  finalmente Ethan va a tener razón y soy lo que coloquialmente  conocemos como una auténtica señora cotilla. Voy a afrontar el problema dirigiéndome directamente  a la raíz, creo que será lo mejor. 

- A ver Max, dime,  ¿quién es ese ser que te roba el sueño y  por el que has venido esta mañana con cara de  zombie cansado? ¿soy yo? porque si es así ya te informo desde este momento que te quiero muchísimo, es más, te adoro, pero  como si fueras mi hermano, lo nuestro no puede ser- he dicho, y me quedo más tranquila. Este pequeño discurso dicho así del tirón  ha sido perfecto para despejar dudas. 

- ¿Pero qué...? , pero, ¿pero qué coño dices Summer?  jajajaj nooooo, obviamente  mi objeto de deseo no eres tú-  casi se atraganta al decirme esto, la risa no le permite pronunciar bien. Regoge la bandeja y se gira para buscar asiento. 

- Oye, psss sin ofender ¿eh?  cómo que obviamente jajaa- le contesto de manera más relajada, vale, no soy yo, así que todo bien. 

Vemos una mesa libre en el fondo de la cafetería. 

- Buenos pues suéltalo ya, ¿o me vas a tener todo el día en ascuas?- le pregunto con  prisa, atropellándo cada palabra con la siguiente. 

- Joder Summer no es fácil, ¿sabes? , verás, es que, no sé, nunca he sentido algo por nadie, y no me lo esperaba, en resumen, me gusta alguien- Me está volviendo loca con lo fácil que es poner palabras a las cosas, bueno quizás con los sentiemientos la cosa se complica un poco, pero el Español es una lengua riquísima y sólo le pido un nombre, me exaspera.  

- Si,si, si, eso ya lo has dicho, pero ¿quién es?, ¡dilo ya! no entiendo a qué se debe tanto secretismo, con lo facil que es decir un nombre- le espero sin dilación, con ansiedad de conocimiento, pero me interrumpe el soliloquio..

- ¡Kai es Kai!-  y tras esto enmudece mientras me mira fijamente como esperando  mi reacción. 

 Kai es el surfista del instituto, mide 190cm,  rubio, facciones de Dios griego, cuerpo musculado y entrenado, bronceado,  muchas veces ha de faltar a clase no sólo por los entrenamientos sino también por los campeonatos, se pasa media vida entre Pipeline en Hawai, Jeffreys Bay en Sudáfrica, Australia, etc. no sé ni cómo aprueba, pero el caso es que saca excelentes notas, muy extrovertido y sociable,  para mí lo importante es que saca buenas notas, muy buenas. 

- Mal gusto no tienes, ¿eh, pillín? 

- Pues llevo varias noches desvelándome y soñando con él como si fuera un presagio, lo veo surfear y acto seguido lo veo en una ambulancia de camino a urgencias y me despierto sudoroso, no sé si debería contarle estos sueños y hablar con él o no decirle nada y que muera conmigo esto que siento que ni yo puedo descifra bien lo que es. 

Cuando acabamos de comer aún quedan diez minutos para ir  a clase, por lo que me da tiempo y compro unas chuches en la cafetería, me encantan esas fresas ácidas con pica pica. Como siempre la clase de Historia no me decepciona, ha sido magistral  la explicación de la Revolución Rusa de 1917,  tengo diez hojas por ambas caras, son oro puro, creo que con sólo estos apuntes podría aprobar el examen. Pero bueno ahora loque más me preocupa no es historia sino aprobar el control de este viernes de mates. 

Mientras nos dirigimos a la reunión del Comité de Organización de Eventos, para organizar el homecoming dance le vuelvo  a tocar el tema de Kai a Max pero parece que está ensimismado con el móvil y apenas me contesta. 

- Max, ¿me oyes? ¿que si quieres hablar del tema de Kai?- está super  concentrado  en su móvil. 

- mmmm no no, estoy bien- me responde por decirme algo la verdad. 

Entramos en la sala del gimnasio donde está el mismo grupo de personas de siempre, yo como presidenta debería tener más ideas pero la verdad es que este año no se me ocurre nada creativo como temática para el baile que será en 15 días, el segundo sábado desde que ha empezado el curso escolar. Mientras debatimos ideas para ello me suena el móvil, es un mensaje de Instagram, ¿de instagram? 

 

Gafitas, como ves no necesito tu whatsapp para comunicarme

contigo. ¿Me podrías dejar los apuntes de historia de esta tarde?

 

Estoy flipando, osea, este chico lleva dos días, hace pellas el martes por la tarde y sin miramiento alguno me pide los mejores apuntes de historia de la historia, valga la redundancia, pues lo lleva claro. 

 

no ayudo a quien hace pellas, lo siento, resume el tema del libro

y no me llames gafitas 

 

no he hecho pellas, me he tenido que ausentar

¿no me quieres ayudar? 

 

no, porque no sabes pedir las cosas 

 

vaya vaya, qué veo, si sabes flirtear, 

que sepas que las mejores cosas de la vida

no se piden, se viven jajaja

 

pues como no lo pidas bien vas a vivir una

recuperación  preciosa del examen de historia jajaja



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En el texto hay: pasion, amor, teenlove

Editado: 14.02.2024

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