Caprichos del destino

Capítulo 9. ATRACCIÓN BIDIRECCIONAL

꧁༺ 𝓔𝓽𝓱𝓪𝓷 ༻꧂

-Todo el mundo ha probado las mieles del amor y ha caído en el averno del desamor- me responde con grata satisfacción, está vez no la he pillado, siempre la pillo desprevenida pero esta vez sus reflejos han brillado por su agilidad.

-Qué bien se te da fingir gafitas- le suelto de manera presuntuosa.

-¿A qué te refieres?- me pregunta como si no supiera de que le hablo.

Esta chica no deja de sorprenderme, es muy sensible y salta a la vista que es más virgen que la Macarena y Rocío juntas, pero tiene demasiado orgullo y personalidad como para caer rendida ante cualquier primate adolescente que se le cruce. Tal y como ha leído el poema de Lope debe estar esperando al típico príncipe azul, de esos que destiñen a los cinco minutos, todos desteñimos en algún momento, es nuestra naturaleza ir perdiendo color. Adoro cómo ha leído el poema, con esa pasión tan innata en ella, lleva impreso en su ADN: romanticismo. Somos tan diferentes, yo sólo quiero probar cómo se desenvolvería en la cama, bueno ya está, ya lo he asumido y reconocido, me atrae, me atrae mucho pero es más virgen que las amapolas y todos sabemos que desvirgar es un problema porque luego las tias se enganchan y se enamoran en dos segundos y eso no es lo que quiero.

No quiero hacer daño a nadie, me gusta ponerla nerviosa, se ha convertido en mi nueva gran obsesión ver cómo se tropieza cuando quiere escapar de mi. No sabe gestionar bien la atracción, no puede resistirse pero es dura y lo intenta, lo acaba logrando pero para mí es muy apetecible su inocencia.

Ahora sé que su nuevo gran reto soy yo, quiere saber porqué desaparezco de clase, y no parará hasta lograr saber la razón, pero me niego a que cambie la manera de mirarme. Me gusta ser mirado así, con deseo, con nerviosismo, desde la bondad de las primeras veces, con generosidad, no quiero que nadie me mire con lástima y condescendencia.

Ahora no sabe qué hacer y el café con leche es su salvavidas, cuando no sabe qué hacer coge la taza con las dos manos y me mira inquieta, como esperando que yo diga algo y rellene el silencio de sus preguntas.

- me refiero a que debe ser duro estar fingiendo todo el rato que no te atraigo, que no tienes ganas de besarme y estar conmigo, en mi habitación, solos, sin prisa, sin reloj, que no sientes un escalofrio por tu espina dorsal cada vez que te toco o te doy un abrazo- vale, he sido capaz, se lo he soltado, ahora supongo que me caerá la del pulpo, se enfadará pero se recompondrá rápido para seguir contestando como metralleta.

Me dispongo a hablar pero en ese momento llega la camarera con una nota para mí, no entiendo nada, por un segundo dudo haber pagado, pero sí, pagué en el momento de pedir las consumiciones. La nota está doblada y todos sabemos lo que es: o su whatsapp o su insta, ¿qué le voy a hacer ?si es mi castigo por ser guapo.

Veo que Summer la mira por encima de sus gafas con curiosidad, así que me pienso aprovechar de la situación lo máximo posible, cojo la nota, y sin abrirla, la guardo en mi bolsillo, sé que Summer preguntará por ello en cero coma segundos.

- ¿No mepiensas leer la nota? - me pregunta casi atragantándose con el café con leche, y ahí está señores, la Summer predecible.

- No, no es necesario- le respondo casi sin interés.

- ¿Pero no quieres saber qué dice? - todos sabemos que es ella que quiere saber qué dice la camarera y al resto nos da igual, pero es muy sutil y piensa que voy a caer en esos juegos psicológicos.

- No, porque sé lo que dice- le respondo mientras apoyo la espalda totalmente para atrás y apoyo un brazo en la silla, con esto quiero decir que estoy super acostumbrado a que me pasen estas cosas.

- ¿y qué dice?- pregunta ella esta vez con real interés, ha dejado la taza del café con leche en la mesa y ha dejado de estar recostada para poner sus codos en la mesa, es toda oídos.

- ¿qué va a decir? pues que quiere tener algo conmigo, es lógico ¿no?, seguramente me habrá escrito su insta o su whatsapp para quedar, aix gafitas qué poco te pasan estas cosas ¿eh?

- la verdad es que sí, las únicas notas que me dan suelen ser sobresalientes en el instituto, aix presumido..qué poco te pasan esas cosas a ti ¿eh?- ya estamos, ya vuelve a la carga, es tan natural en ella contestarme, creo que es su mecanismo de defensa, en lugar de aceptar que se muere de celos porque ha venido esa chica a darme la nota y está super intrigada, y que la mataría si pudiera, aunque aparenta simpatía a raudales, prefiere contestarme porque se siente segura y no vulnerable.

Así que para qué calmar su ansia de información, le lanzo la nota rozando la mesa, ella la coge y la abre, de repente la veo ojiplática y comienza a reirse de una manera descarada, sus carcajadas son limpias, sin titubeos, abre un poco más la nota, la estira como si la planchara encima de la mesa, le da la vuelta y me la enseña.

🌸 𝐿𝓁𝑒𝓋𝒶𝓈 𝓁𝒶 𝒷𝓇𝒶𝑔𝓊𝑒𝓉𝒶 𝒶𝒷𝒾𝑒𝓇𝓉𝒶 🌸

Madre mía, esa no me la esperaba, bueno quizás estoy perdiendo mi toque, no siempre está uno al 200%.

Pero me encanta oirla reír, me tranquiliza, veo que está relajada conmigo, casi siempre se rie así cuando hago el ridículo o me contesta con alguna genialidad suya pero bueno lo importante es que se siente cómoda.

- ¡Eres muy creído chico! - me lo dice como si hubiera ganado un premio, la verdad es que está tranquila porque en realidad ha visto que la camarera no quería nada conmigo, si me hubiera puesto el instagram se pondría seria, porque me he dado cuenta que cuando algo realmente no le gusta se queda callada y su rictus facial adquiere seriedad, como si quisiera esconder sus sentimientos.



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En el texto hay: pasion, amor, teenlove

Editado: 06.05.2025

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