Capuccino de amor.

Por tu culpa.

Era una noche fresca y Martina estaba cómoda en su sofá, viendo una película con su pijama, la cual era perfecta para una noche tranquila en casa. De repente, el timbre de la puerta la sobresaltó.

Se levantó con prisa, y extrañada sin tiempo para cambiarse, ya que el toque era insistente y abrió la puerta. Al ver a Daniel, borracho y tambaleándose en el umbral, su reacción inicial fue de sorpresa y vergüenza. Instintivamente, se giró un poco, tratando de cubrirse con los brazos.

Sin embargo, al darse cuenta de que él apenas podía mantenerse en pie y estaba demasiado borracho para prestar atención a lo que llevaba puesto, se giró de nuevo.

—¿Daniel? ¿Qué haces aquí? —preguntó Martina, sorprendida.

Daniel la miró con ojos vidriosos y una expresión de enojo.

—¡Es tu culpa! ¡Por tu culpa, Laura me dejó! —gritó, señalándola con un dedo tembloroso—. ¿No has superado que nuestra relación no funcionara en el pasado? ¿Es eso? ¿Querías vengarte?

Martina sintió una oleada de rabia, pero también de preocupación al ver el estado en el que estaba Daniel.

—Daniel, estás borracho. No sabes lo que estás diciendo. Entra antes de que hagas una escena —dijo Martina, tratando de mantener la calma—. No quiero tener a los vecinos reclamando.

Daniel, tambaleándose, entró en la casa de Martina. Ella lo guio hacia el sofá y lo ayudó a sentarse.

—No es mi culpa que Laura te haya dejado. Ella tomó esa decisión porque no estaba feliz contigo. Y no tiene nada que ver con nuestra relación pasada —dijo Martina, con firmeza.

Daniel la miró con ojos llenos de confusión y tristeza.

—Pero… yo la amo. No entiendo por qué me dejó —dijo, su voz quebrándose.

Martina suspiró, sintiendo una mezcla de compasión y frustración.

—Daniel, el amor no siempre es suficiente. Laura necesita encontrar su propia felicidad, y tú también deberías hacerlo. Ahora, necesitas descansar y dejar que las cosas se calmen —dijo, con suavidad.

Martina fue a la cocina y preparó un vaso de agua para Daniel. Al regresar, se lo entregó y se sentó a su lado.

—Bebe esto. Te hará sentir mejor —dijo, con una sonrisa comprensiva.

Daniel tomó el vaso y bebió lentamente, sus ojos llenos de gratitud y arrepentimiento.

—Solo… no sé qué hacer ahora —dijo, con voz temblorosa.

Martina le dio una palmadita en el hombro, tratando de ofrecerle consuelo.

—Lo que necesitas hacer es descansar y pensar en lo que realmente quieres para tu vida. Las cosas mejorarán con el tiempo, pero necesitas darte la oportunidad de sanar —dijo, con sinceridad. Se levantó para irse a su habitación, pero fue detenida por el hombre.

—Es tu culpa, no lo niegues, solo me dices eso para que no te culpe, Mar.

Martina, frustrada por las acusaciones de Daniel, decidió no callar más.

—¿Sabes qué, Daniel? Nunca le conté a Laura sobre nuestra relación porque creo que no tiene sentido revolver el pasado. Pero ya que estás aquí, borracho y acusándome de cosas ridículas, déjame recordarte quién rompió con quién. ¿Te acuerdas de cómo terminaste conmigo sin más? —espetó Martina, su voz teñida de dolor y enojo.

Daniel, tambaleándose, trató de enfocar su mirada en Martina.

—Eso fue hace mucho tiempo. Pero tú… tú estabas celosa de Laura y por eso me envenenaste contra ella —dijo, con voz arrastrada.

Martina se quedó sin palabras por un momento, recordando vívidamente cómo Daniel la había dejado. Había sido un golpe duro para ella, pero lo peor llegó unas semanas después, cuando Laura le contó emocionada sobre el nuevo chico que había conocido y con el que ahora salía.

•┈┈┈••✦ Flashback ✦••┈┈┈•

Laura y Martina estaban tomando café juntas, como solían hacerlo los fines de semana. La primera no podía contener su entusiasmo.

—¡Martina, tienes que conocer a mi novio! Es increíblemente dulce y atento. Recuerda que te dije que nos conocimos hace unas semanas y estoy tan feliz —dijo Laura, con una sonrisa radiante.

—¿De verdad? Me alegro mucho por ti, amiga, y cómo se llama.

—Se llama Daniel.

Martina sintió un nudo en el estómago al escuchar el nombre. Intentó mantener la compostura mientras su mente procesaba la información.

—¿Daniel? —repitió, esperando que no fuera el mismo.

—Sí, Daniel. Te encantará, estoy segura. Deberíamos salir los tres algún día —dijo Laura, sin notar la incomodidad de Martina.

Martina asintió débilmente, sin saber cómo responder. Días después, su amiga organizó una fiesta y fue en ese momento cuando cayó en cuenta de que el nuevo novio de Laura era el mismo Daniel que le había roto el corazón semanas atrás.

•┈┈┈••✦ Fin del Flashback ✦••┈┈┈•

Martina volvió al presente, su mirada fija en el ebrio Daniel.

—La verdad es que nunca le dije a Laura porque no quería arruinar su felicidad. No fue por celos ni venganza. Ella no tiene la culpa de lo que pasó entre nosotros —dijo, con firmeza.

Daniel pareció asimilar lentamente sus palabras, su enojo, disipándose en confusión y tristeza.

—Lo siento, Martina. No sé qué estoy diciendo, pero estoy tan perdido sin Laura —dijo, con voz quebrada.

Martina, aún afectada por la conversación, decidió que era necesario hablar sobre el verdadero motivo de su ruptura con Daniel, esperando que esto le ayudara a entender su error con Laura.

—Daniel, ¿recuerdas por qué terminaste conmigo?

El hombre negó.

—Fue porque no te apoyaba en tus metas, o al menos eso dijiste, y quizás tenías razón, porque nunca estuve dispuesta a sacrificar mis metas por las tuyas. Pero lo irónico es que repetiste el mismo error con Laura. No la apoyaste en sus sueños y metas, y eso la hizo infeliz —dijo Martina, mirándolo fijamente.

Daniel, aún tambaleante, pareció digerir sus palabras con dificultad.

—¿Qué quieres decir? —preguntó, su voz llena de confusión y tristeza.

Martina suspiró, tratando de mantener la calma.




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