Carnaval de Barranquilla

La cita

Un día en la no tan tranquila ciudad de Bogotá Colombia un muchacho de 22 años llamado Carlos Rivera yacía en su habitación aburrido sin hacer nada, era un chico moreno, delgado, alto 1.80 sin embargo no muy bien parecido, Carlos se la pasaba saltando de la computadora a su celular en cuanto salía del trabajo, el chico trabajaba en un supermercado a unas cuantas cuadras de su departamento, vivía solo y además con lo que ganaba le daba dinero a su madre y sus 3 hermanos. 


Un día mientras Carlos trabajaba como cajero en el supermercado vio a una chica, ella era la chica más linda que Carlos había visto, piel como lo que el describiría piel canela, ojos y pelo con un brillo negro sin igual, delgada y media 1.70 era la chica ideal según Carlos, al atenderla no pudo evitar ponerse nervioso sin embargo solo la atendió y al ser solo interés físico e chico decidió que era mejor olvidarla ya que era improbable volverse a encontrar con aquella joven. 


Al salir del trabajo como de costumbre Carlos se dirigía a su casa caminando, sin embargo antes de llegar se encontró con la misma chica del supermercado, ella iba acompañada de lo que parecían ser sus padres y con ropa diferente sin embargo él sabía que era ella, no podía creer que aquella chica viviera tan cerca de él y jamás la había visto, Carlos se apresuró y llego a su habitación cuanto antes pues a pesar de todo tenía que seguir una vida de jugador activo. 


Carlos era un friki que se la pasaba en su habitación casi todo el tiempo ya sea viendo anime o jugando alguno de sus videojuegos online, sin embargo a veces tenía problemas debido a que su vecino quien le prestaba su internet le gustaba castigar a sus hijos más durante las noches sin internet y con ellos lo castigaban a él, en esos momentos era cuando Carlos salía a caminar o buscaba nuevas maneras de perder su tiempo solo esperando quedarse dormido y trabajar un nuevo día aunque estos últimos días Carlos había estado algo desanimado ni el mismo entendía porque sin embargo nada lo calmaba, paso del anime a el porno, ajedrez, lectura, películas, escribir, dibujar, música, lo había intentado todo sin embargo nada le quitaba la estupefacción que el pobre tenía encima.

Mientras tanto una joven chica llamada Rosa López, Rosa era una chica bastante linda, delgada, morena, ojos color negro y bastante extrovertida la chica contaba con tan solo 18 años, la chica sabía que era linda y tenía un amor inmenso hacia ella misma por eso, pese a ser superficial tenía gustos bastante varoniles a su consideración, amaba los videojuegos y además sabia sobre deportes, esto inculcado por su padre y 2 hermanos menores que ella, uno de 13 años y otro de 10, ella era la mayor por lo que le había tocado ser la más responsable para cuidar a sus hermanos, en estos momentos la chica se encontraba en su celular pateándole el trasero a alguien en un videojuego online, la chica a veces se aburria por lo que instalaba páginas de citas, no para encontrar a pareja si no para escuchar a alguien más que a su madre y sus amigas recordarle lo linda que era, cuando de pronto un mensaje le interrumpe en su juego haciéndole perder. 


Rosa: (Espero sea algo que valga la pena para hacerme perder) *pensaba la chica con vos molesta en su cabeza* 


Al mirar el mensaje la joven solo volteo la mirada y decidió ignorarla, era un mensaje de un chico según ella bastante feo uno de tantos que le mandaban mensajes en la app. 


Al mismo tiempo Carlos acababa de ser ignorado por una chica en una app de citas, el joven en su aburrimiento acaba de instalar la app y se sorprendió al ver a una joven que le parecía bastante familiar por lo que le envió un mensaje sin embargo para su desgracia las chicas no respondían sus mensajes lo que le empezaba a aburrir sin embargo en lugar de desinstalar la app decidió solo ponerse a jugar videojuegos hasta anochecer cuando rondaban las 11pm y el chico se disponía a dormir el sonido de su celular vibrando llamo su atención y más aún al revisarlo y ver como una de las chicas de la app de citas le había contestado un mensaje. 


Chica: Hola 😊 
Carlos: Hey como estas? 
Chica: La verdad justo ahora con insomnio 🙁 
Carlos: Que mal 
Carlos: Pero, ¿qué hace una chica tan linda como tú en esta app? 
Chica: Jaja no soy linda, por lo menos no lo creo yo 
Carlos: Claro que lo eres y bastante o eso me pareces jeje 


Durante toda la noche ambos chicos se pusieron a platicar de sus intereses y se contaron sobre sus vidas, la chica le conto como estudiaba medicina en la universidad y como eran sus padres de injustos por ponerla a cuidar de sus hermanos, el chico le platico de su familia a la chica sin embargo omitió por completo que trabajaba en el supermercado ya que al joven le daba algo de pena trabajar ahí y para evitarlo utilizaba halagos a la chica para hacerla cambiar de tema ya que el chico se percató como a la joven le encaba que la adularan por lo que este lo utilizaba a su favor, para la sorpresa de ambos chicos tenían bastante en común y simpatizaron muy bien aunque en principio a el chico le pareció molesto no dormir por conversar con ella y la chica solo no podía dormir así que se puso a responder a todos los chicos que tenía ignorados. 


Pasaron días mientras los chicos conversaban y se iban conociendo cada vez más a la chica cada vez le parecía menos feo aquel joven mientras el chico ya no se sentía tan vacío como antes ni aburrido, a el chico de verdad le empezó a gustar la chica pero no se sentía listo para verse en persona, sentía que podía decepcionar a la chica con su aspecto físico al verlo en persona, sin embargo la chica tomo la delantera y le pidió al chico verse el próximo jueves es decir dentro de 2 días, el chico se sintió temeroso sin embargo decidió aceptar para no rechazar a la chica, pese al temor del chico también se sentía ansioso pues quería gustarle a la chica por lo que quería que fuera una cita perfecta, ambos acordaron salir a caminar al parque Simón Bolívar a las 7am. 




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