Carta #8

Querido Ricky

Ya sabes que yo llegué a sentir lo mismo que tú sentiste por mí. Pero las mujeres solemos ser más emocionales y yo, personalmente, suelo ser algo melodramática, así como suelo fijarme en cada detalle que ocurre a mi alrededor.

Fue eso lo que acabo con cualquier posibilidad entre nosotros; tal vez vi cosas que no estaban ahí o solo no te dabas cuenta de ellas y yo sí, pero el resultado fue el mismo.

Nunca te dije que me gustabas, ni tú lo dijiste en ese entonces, aunque todas las señales eran obvias para nosotros y para todos alrededor. A veces pienso que las cosas pudieron haber sido muy diferentes si ambos nos hubieramos confesado en ese entonces, tal vez hubieramos aceptado lo que teníamos y hubieramos sido una pareja oficialmente. Todo hubiera sido fácil y no habría más confusiones.

Pero la realidad fue otra. Y es que por más que me cueste admitirlo, la verdad es que sí soy algo celosa, y si bien no me daba celos tu amistad con Adi, si me molestaba tu amistad con Samira.

Ella había pensado lo peor de mí desde un inicio y me molestaba eso, que ni siquiera intentara hablar conmigo y solo se molestara porque yo estaba contigo. Pero ese no fue el problema, si no el como la tratabas; siempre pensé que no importaba demasiado aunque después empecé a notar los detalles. Lo peor fue que sabías que a ella le gustabas; aún después de que le dijiste que solo la veías como amiga, ella se mantuvo ahí y tú la seguías tratando igual. En momentos incluso pensé que jugabas con las dos. 

Eventualmente, verte con ella hacía que cuestionara como me sentía por tí; hasta que incluso en momentos la preferías a ella que a mí al grado que me ignorabas completamente, creo que esa fue la gota que colmo el vaso.

Fue obvio mi cambio de actitud; empecé a alejarme lentamente aunque necesite de toda mi voluntad para hacerlo. ¿Lo llegaste a notar?¿Cómo de un momento a otro fuí acortando el tiempo de tus abrazos cada vez? Si no lo hiciste, creo que ya sabes por quién fue.

Con cariño, Dani