Cartas para un Escritor

20/05/2019

Querido J.

Renuncié a mi carrera por querer seguir un sueño. Hasta la fecha sigo creyendo que lo hice por una noble razón, sin embargo, siento que mi vida no tiene rumbo. Adquirí responsabilidades a las que no estaba acostumbrado y siento que este trabajo está afectando mi salud mental.

Finalmente logré conseguir el dinero suficiente para la nueva casa, lamentablemente, la casa que teníamos en mente se rentó, así que tenemos únicamente diez días para encontrar una nueva antes de que nos corran de ésta.

Siento que me estoy ahogando en un vaso de agua, veo que todos están tan acostumbrado a dejar sus vidas detrás, abandonar sus sueños y adaptarse a una fábrica o empresa que les absorbe el potencial que tienen por hacer una simple y monótona tarea por horas y horas a cambio de un miserable sueldo. ¿Acaso estaré mal yo? ¿Acaso me estaré ahogando en un vaso de agua o será que todos aprendieron a respirar bajo el agua? Y si ese fuese el caso, ¿hay alguna manera de evitarlo? No me quiero convertir en algo que no soy. No es que crea en cuentos de hadas, pero, ¿realmente es necesario abandonar mis fantasías para poder sobrevivir en un mundo al cual no quiero pertenecer? ¿de verdad estoy mal?

Hoy tuve que salir temprano del trabajo por cuestiones médicas, te juro que al hacerlo me sentí, de alguna manera, libre. Quisiera poder renunciar, tomar un par de cursos de redacción en lo que vuelvo a estudiar, salir, viajar, conocer el mundo; sin embargo, como la mayoría de gente en este planeta, soy esclavo del dinero.

Me refugio en un mundo de fantasía que, a veces, llevo a la realidad en papel porque no quiero pertenecer a la realidad. Muchos dirán que es inmaduro de mi parte y probablemente lo sea, no obstante, no creo ser el único. Y con esto no quiero decir que le tema a la realidad, lo que yo quiero decir es que no me quiero adaptar a algo que parece, más que evolución, un estancamiento. Me encantaría poder cambiar el mundo para bien, y haré lo que esté a mi alcance mientras tenga pluma y papel. No me iré de este mundo sin dejar mi mensaje claro. No me iré sin mostrarle al mundo de lo que es capaz, que tal vez este mundo sea una porquería, pero no tienen por qué adaptarse a ella sino todo lo contrario, tienen que luchar por cambiarlo, tienen que luchar por ser felices. Quiero que mi nombre quede grabado en la historia como el loco soñador que hizo todo lo posible por hacer soñar al planeta con un futuro prometedor.

No sé qué será de mí en un futuro, quiero ser optimista, pero me da miedo pensar que nada de esto se hará realidad, que voy a terminar renunciando a todo este proyecto, obtendré algún empleo y me olvidaré de todo para comenzar a vivir una gris realidad. No te voy a mentir, en el fondo me aterra el futuro, sin embargo, voy a luchar hasta el cansancio, no me rendiré, te lo prometo. Y si algún día lo hago, por favor, cuando esté solo en la habitación y no tenga nada que hacer, ven, acércate y enséñame esta carta. Tú sabrás qué hacer.

Con cariño, Juan.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.