25/03/2021

Querido J.

Hoy aprendí mucho sobre mí, y al mismo tiempo sigo sin entender varias cosas. Por si no lo sabes, desde 2016 fui diagnosticado con Trastorno de Pensamiento Compulsivo, lo cual es una enfermedad que causa, como su nombre lo dice, un ataque de pensamientos sobre los cuales no tengo control ninguno. Esto ha generado que mi vida se complique demasiado y no pueda relacionarme bien con la gente y mi círculo de amigos sea muy reducido.

También he de admitir que me he encontrado con una serie de cambios en mi vida que ha sacado lo peor de mí. ¿Sabes que es lo peor de eso? Que me estoy destruyendo a mí mismo, yo solito he construido tantos sentimientos negativos hacia lo que más amo y eso me hace sentir una mierda de persona. Tanto tiempo llevo haciendo esto sin que me de cuenta y ahora que lo hago ya está muy avanzado. Todavía lo puedo detener. Lo quiero detener. Tengo que hacerlo.

Perdóname por culparte por tantas cosas estos años. Yo sé que no lo haces a propósito, yo sé que muchas veces eres influenciado por todos tus pedos mentales y que necesitas buscar ayuda médica lo más pronto posible antes de que esto empeore. Quiero que sepas que yo también pondré de mi parte, necesito ponerle un alto al ser en el que me estoy convirtiendo. No quiero volverme loco, me niego a perder lo que más amo por la persona en la que me he convertido y que es atacada todos los días por esa maldita enfermedad.

Perdón si sueno exaltado, realmente estoy mal, muy mal por dentro. Pero quiero que sepas que, a pesar de todo, vamos a salir adelante.

Con cariño, Juan.