Cartas para un Escritor

06/07/2021

Querido J.

Son las dos de la mañana y estoy escuchando Plastic Love de Mariya Takeuchi. Estoy solo. No pude rescatarme cuando más lo necesitaba. Soy un idiota, tú eres un idiota también. Por más que desee repararlo todo, ya es demasiado tarde. Maldito dramático, me hiciste perderlo todo. Bah, ¿a quién quiero engañar? Fui yo, todo este tiempo fui yo. 

Hace unos diez días estuve pensando muy seriamente en desaparecer todos mis problemas de un solo golpe, activé el S.O.S. de mi celular y, afortunadamente, tengo amigos que se preocuparon por mí. Llamaron a la policía para evitar que hiciera algo estúpido mientras estaba a lado de la vía del tren en la noche. Vaya manera de llamar la atención, ¿no te parece? 

Eres, bueno, somos demasiado despreciables. Hicimos que la persona que más nos ama nos cargara por años con todos nuestros problemas. Lo hicimos pasar por una infidelidad hace años, por gritos y violencia física. Y no contento con eso, le pasé una enfermedad venérea que se quedará por el resto de su vida. ¿Y aún así dices que lo amas? Vaya manera tan mediocre, tan déspota y tan estúpida de amar. Espero que mueras por el cáncer que te provocaste al acostarte con weyes a lo idiota cuando eras aún un chamaco que no podía ni hacerse de comer por su propia cuenta. Lo mereces. Lo merezco. 

Descubrí que no soy lo suficientemente valiente para hacerme daño, sin embargo, eso no quiere decir que no me odie a mí mismo. He hecho tanto mal, nos he hecho tanto mal que ni siquiera sé si valga la pena el seguir aquí. Debo estar quitándole su lugar a alguien más, de eso no hay duda. 

Ya hablando más en serio, realmente no he hecho nada de mi vida. Llevo tiempo sintiéndome sin algún propósito en la vida, amargándome y desquitando mis frustraciones con quien yo amo. Y sí, yo lo amo, respondiendo a tu pregunta anterior. De la manera más pendeja, más inmadura y sincera posible, sí lo amo. Y lo único que he estado haciendo es dañarlo día con día a través de mis palabras, mis acciones y mi forma de ser cuando él lo único que ha hecho es estar conmigo a pesar de todo. Él me ha perdonado la infidelidad, el que tenga este pedo mental que me afecta con personas cercanas a él, me ha perdonado el contagiarle algo que es de por vida, me cuidó cuando más lo necesité, abrió las puertas de su casa cuando tuve que irme de casa de mis padres debido a todos los problemas que tuve en aquel entonces. Su único pecado fue encontrarse con un adolescente inmaduro, egoísta, egocéntrico, tacaño, avaricioso, malagradecido, enfermo de la cabeza, del cuerpo y del corazón. Su error fue toparse conmigo. Y mi error fue no poder brindarle la mejor versión de mí. 

Yo no era consciente de todo en lo que me estaba convirtiendo. Y en vez de corregirlo, me refugié en un gusto, mi propio escape. Algo que hasta la fecha me tranquiliza por lo irreal que es. En sí, no tiene nada de malo el que haya encontrado algo donde poder escaparme, todos lo necesitamos, ¿no? El problema es que yo lo quise reemplazar, quise que eso suplantara mi realidad cuando no pude ser así. La vida no es un cuento de hadas donde hay un claro villano y el héroe vence al mal mientras se queda con la chica de sus sueños. No funciona así, y no fui capaz de entenderlo. ¿Sabes qué es lo peor del caso? En caso de dicho cuento existir, yo soy el villano, yo soy el que hizo daño acá, el que ha herido a todos los que alguna vez quiso. He alejado tanto a mi familia, a mis amigos, a mi pareja, todo por la forma de ser que tengo. 

Es obvio que tengo que cambiar, tengo que modificar mi forma de ser, tengo que preocuparme por mí mismo, atender la escuela, el trabajo, cuidar de mi salud física, tomar mis pastillas e ir a las terapias para poder mejorar como persona. Aquí la pregunta es, ¿vale la pena? ¿Valgo la pena como para hacer que alguien algún día pueda fijarse en mí como él lo hizo conmigo? Vaya, solo soy un idiota que vive en un mundo de fantasía, un intento de escritor mediocre y sin ideas originales, un enfermo mental, un idiota con una enfermedad que puede costarme el temor de que alguien se quiera involucrar conmigo en el futuro, un loco que le gusta la idea de alguien que se vista de animal para distraerse del mundo real. No eres nadie. No soy nadie. Solo un intento de persona, un intento de pareja, un intento de hijo, un intento de humano mal hecho. Mediocre, engreído, egoísta. 

¿Sabes? Que chingue a su madre la vida por hacerme pasar por esto. No pedí su mejor batalla, es más, esta ni siquiera es una lucha real, es un entrenamiento y me estoy ahogando. Soy alguien débil, alguien que quiere, o mejor dicho, que ya tiró la toalla sin haber siquiera entrado al ring. Y si es que llegué a entrar, no duré ni un round sin perder varios dientes. ¿Quieres que deje de hablar en alegorías? Bien. Alejé a mi pareja, alejé a mis padres y herí a mis amigos con mis aires de superioridad cuando no soy más que un pobre diablo. Estoy solo. ¿Eso era lo que tanto anhelabas? Quisiste arriesgar todo lo que amabas por un simple capricho, ¿o es acaso que es más que eso? No, bueno, en realidad no lo sé, ¿tú sí? 

Después de poner unas siete veces la canción en repetición, me queda claro una cosa en la que estoy de acuerdo. "I've learned this magic: I'm sorry". Es lo único para lo que eres bueno, pedir perdón. Sonará absurdo después de haberte descrito en esa frase pero, discúlpame. Yo sé que no pediste estar conmigo, sé que te debo ayudar a mejorar para que la única cosa irreal en la que pienses sea en los relatos que, con ayuda de Dios o el destino, algún día nos harán famosos, algún día nos harán pasar a la historia. He de admitir que de no ser por tu magia, yo habría cambiado de manera drástica, no tendría sueños y estaría sumergido en una realidad que odio. De alguna manera te odio por todos los males que me has causado, pero, al mismo tiempo, te adoro por hacerme soñar. 

Ya son las tres de la mañana y aquí sigo. Te dejo descansar, espero que algún día cuando leas esto, puedas ser el muchacho del cual puedas sentirte orgulloso, o que al menos estés luchando por ello. Cuídate mucho y, por favor, pase lo que pase, no hagas nada estúpido. Y no me refiero a las idioteces que luego haces, me refiero a que dejes de hacerte daño, deja de pensar en que el mundo estaría mejor sin ti. No importa si es verdad, no dejes que te venza ese pensamiento. Mereces este lugar, y mereces algo mejor. Te quiero, espero que alguien más pueda decir lo mismo por ti, pero en caso contrario, yo te lo he de decir. Te quiero, a pesar de todo lo que me hayas hecho pasar, yo te quiero. Y no estás solo, tienes amigos, tienes gente a la que le importas. Háblales, no se van a molestar por charlar contigo ni por escucharte, todo lo contrario, hasta para eso tienes suerte. Cuídate mucho, sigue tu camino, al final todo valdrá la pena. 




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