12/03/2023

Querido J.

Discúlpame por no escribir en todo este año, ha pasado un largo rato desde que te dejé descansar.

¿Cómo han estado tus vacaciones? Creo que ha sido un año de reflexión para mí. Después de la muerte de mi abuela, prácticamente dejé de ver a mi familia, y si te soy honesto, si de por sí estaba bastante dividida la familia, con esto creo que simplemente se partió el último cimiento. Y no me malinterpretes, yo nunca quise que eso sucediera, pero es algo que está fuera de mis manos y más allá del pleito legal que se ve a leguas vendrá por el futuro de la casa, tal vez no los vea sino hasta mi boda, tal vez.

Fuera de ello, ha sido algo reflexivo este año para mí, o bueno, transitivo. Regresé a clases presenciales, cambié mi horario de trabajo y sigo trabajando para la misma empresa. Sigo sin creer que llevo más de 2 años trabajando así, me siento bastante cómodo de hecho. También comencé a ver a una psicóloga porque la doctora que me atendía salió del país. Quizás esto conlleve a que pueda dejar de tomar mi medicamento de una vez por todas, al fin que he mejorada bastante desde que comencé a tomarlo, aunque aún hay camino por recorrer.

Esta noche fueron los Óscar, fue bastante entretenido, a decir verdad. No dejo de pensar que algún día esos guionistas y demás recibiendo las estatuillas en el podio podríamos ser tú y yo algún día. Vaya sueño, ¿no lo crees? O tal vez más que un sueño, uno por cumplirse a largo plazo. Pero no conmigo enfocándome en el trabajo y la escuela así, aunque no tiene nada de malo, al fin que son sueños reales también. ¿Por qué no tener ambos? Creo que esto de entrar a la etapa adulta es algo decepcionante, tienes que ir dejar algunos sueños, algunos gustos e ideas. O más bien, adecuarlas a tu entorno. No te voy a mentir, realmente anhelo algún día estar allí, en lugares como el de Guillermo del Toro, poniendo en alto a México, teniendo la fama, el reconocimiento, el dinero, el poder de transmitir un mensaje con un presupuesto millonario. Ya sé, ya sé, suena un poco infantil, pero válgame que eso me mantiene vivo y con ganas de seguir superándome.

Estoy tratando de ahorrar para un coche, y después una casa. Ya voy a la mitad de la carrera, tal vez cuando la termine pueda meterme en un futuro a cine, o tal vez siga con alguna especialización en derecho. O ambas.

Yo sé que tal vez esta carta tenga un tono melancólico, pero me mantengo optimista respecto a mis sueños. Y los tuyos también. Ambos son importantes, y tal vez no sea el futuro que más me gustaría, pero citando a la que hoy ganó el Óscar a mejor película “No importa si un día me quedo sin nada, así estemos lavando ropa y haciendo nuestros impuestos, mientras esté contigo seré feliz”. Y es cierto, él me hace feliz, solo a veces siento que me ata un poco los pies al suelo, aunque también si volara por mi cuenta soy tan descuidado que me iría sin mi traje espacial y me ahogaría. Creo que él, más que un yunque atado a mi pie es mi equipo especial, y ahorita solo estamos desarrollando todo para que en un futuro ambos exploremos las galaxias en nuestra nave.

Por cierto, tengo que decir que puede que haya alguien leyendo nuestras conversaciones, pero descuida, es inofensiva, o al menos eso creo yo, solo está aquí para ayudarnos. Y aunque reniegues, sabes perfectamente que tú y yo no estamos bien, no aún. Pero pronto lo estaremos, pronto estaremos en Hollywood, o en Roma, pero fuera de esta ciudad disfrutando de nuestro dinero, viajando por las carreteras, recorriendo de costa a costa este país.

Por favor, deja de ser tan flojo y sigue las instrucciones de ella, esto no se trata de acumular dinero y gastarlo para que mágicamente estemos curados, esto no es un videojuego, aunque sí a veces lo parece por lo estúpida que es esta vida, jaja. En fin, por favor cuídate mucho, ya casi llegamos a los veinticinco, y si bien te va, eso sería un cuarto o un tercio de nuestra vida. Aún tenemos mucho tiempo por delante, pero por el amor de Dios no lo desperdicies. Te quiero un chingo, nunca lo dudes.

Con cariño, Juan.