28/01/2024

Querido J.

¿Cuántas veces estamos destinados a tocar fondo para poder alcanzar por fin el cielo? ¿O es acaso el abismo una fuerza de atracción permanente, cual agujero negro al cual solo podemos evitar un par de veces sin que nunca podamos salir en verdad de este?

Creo que por eso siento tanta afinidad por Abel, porque sus canciones son un claro reflejo de su fuerza de voluntad por ser una mejor versión de sí mismo, siendo abrumado por su instinto autodestructivo que lo hace caer una y otra vez. Ese soy yo. Un intento de persona que trata de salir de su mierda y vuelve a derrumbarse en el fango, con la falsa premisa de algún día ser libre de sus propios demonios. Ahora entiendo por qué me gusta tanto su música y siento empatía por su historia.

¿Podré ser libre del sabotaje interno que de forma instintiva ejerzo cada cierto tiempo sin que me de cuenta? ¿Podremos serlo? Ya estoy cansado de esto. Es cierto que no soy el mismo que antes, pero siento que por cada paso que avanzo, el camino se extiende otros dos. ¿Cuándo será el día en que podré avanzar a la par, siquiera?

Y aquí vamos... de nuevo.

Con cariño, Juan.