Cartas para un Escritor

02/04/2024

Querido J.

Últimamente, le perdí un poco de sabor a la vida en general. No sé qué pasó, iba tan bien. Agarré un ritmo impresionante con mis escritos, retomé las salidas con mis mejores amigos, estoy saliendo más frecuente con mis padres, avivé las flamas de mi relación y aun así siento que estoy retrocediendo.

¿Qué me sucede? ¿Por qué, a pesar de hacer mi mayor esfuerzo, siento que los pasos que estoy dando me hacen retroceder en realidad? Me siento atascado.

Creo que perdí un poco de la pasión hacia la carrera, pasé de verla como una meta a lograr a un estorbo, algo que me quiero sacar de encima lo más rápido posible. Respecto al trabajo, el simple hecho de pensar que tengo que conectarme al día siguiente para atender las llamadas me enferma. Estoy a nada de que me corran del trabajo porque llegué a un punto en el que me da igual, no obstante, sé que necesito el dinero para poder subsistir y eso es bastante estresante.

Lo único que me mantiene a flote es perderme en mis escritos, lo uso como un medio de escape de mi realidad, aunque, de hecho, expreso mucho más de lo que siento de forma consciente e inconsciente allí. Ahora que lo pienso, tal vez sea por ello que he mantenido un récord increíble y lleve poco menos de cien páginas en tres meses, cuando esa misma cantidad de hojas me costó unos tres o cuatro años con Caminos Nocturnos. Luna me está consumiendo bastante, pero no necesariamente para mal. Bien dicen que, al menos para un artista, sus mejores obras son en los peores momentos emocionales, es ahí cuando sacan sus obras más brillantes. ¿Será que inconscientemente me provoco sentirme así con afán de brindar lo mejor de mí en mis escritos? Si es así, vaya mierda de cerebro que tengo. Más vale que ese libro me haga famoso, huh.

Estoy un poco frustrado con la forma de vivir que tengo. A veces pienso que seré un famoso escritor, o mejor, el mejor guionista/director de cine que este país haya visto jamás. Sin embargo, a los cinco minutos mi lado realista me dice que nunca voy a triunfar en esto, que soy un mediocre pseudo escritor y nadie leerá lo que salga de mi mente jamás por voluntad propia. Me pregunto quién de los dos tendrá razón.

Quisiera dedicarme a estudiar cinematografía, escritura y demás, pero sé que ello conllevaría un esfuerzo enorme, además de que no podría hacerlo aquí, quizás habría de mudarme a otra ciudad o inclusive a otro país. Y aún teniendo los estudios necesarios, nadie me garantiza que podría llegar a tener la más mínima gota de éxito en mi carrera. Si tan solo hubiese una forma de garantizarlo, de saber que, si yo pongo todo mi esfuerzo, mi sudor, mi dinero, sacrificar lo que tengo con tal de conseguir mi sueño, sin lugar a dudas lo haría. Pero, siéndote honesto, tengo mucho miedo de intentarlo bien, de dar lo mejor de mí y aun así fracasar. Ser uno más del montón que se quedó a medio camino, aquél que tal vez tuvo un poco de talento, pero nunca la suerte que se necesita para triunfar en un mundo tan maravilloso y desilusionante a la vez.

Erick me ha dicho varias veces que no necesita tener fama ni dinero para tener éxito en su vida, ya que de lo contrario, sus abuelos y las personas que él ama se convertirían en un fracaso automáticamente. Él aprendió eso después de mucho tiempo, quisiera saber cómo. Sé que tiene razón, porque asumir que una persona solo tuvo éxito en la vida si nos basamos en su fama, su dinero o su carrera quiere decir que la mayoría de nosotros, de nuestros padres, nuestros hermanos, abuelos, tíos, primos, amigos, todos ellos son un fracaso y creo que no es así. Cada uno brilla en sus propias batallas. Pero, ello no quita el anhelo que tengo por conseguir algo más allá, mi hambre de ser alguien en esta vida, de hacer soñar a la gente, inspirar, hacer reír, llorar por medio del sinfín de historias que pudiese imaginar a lo largo de mi vida.

Supongo que tengo que trabajar en mí. Este tipo de introspectivas frecuentes a través de estas cartas me han dado bastante en qué pensar. Si es que alguien lee esto, de verdad no sé cómo me aguantas. Me fascinaría saber qué piensas de esto, de Caminos Nocturnos, Luna (en su momento).

En fin. Creo que eso es todo por hoy. Descansa, mañana tenemos que trabajar otra vez, por lo menos hasta conseguir algún otro empleo estable donde hagan más que pagarme el mínimo y cambiar de razón social cada año para no pagarme mis prestaciones. Bendito sea que estudiaste derecho y sí prestaste especial atención a las clases de derecho laboral para demandarlos cuando te quieran “renunciar”.

Te quiero mucho, mi pequeño filósofo con crisis existenciales. Cuídate, descansa. Hoy pausaste tu escritura, mañana retómala, por favor.

 

Con cariño, Juan.




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