New Year, Same Old Idiot

20/04/2024

Nunca he matado a nadie, pero algunos cuantos se me han muerto. Nunca he robado, pero he tomado algunas cosas prestadas. Nunca digo que no, pero me permito perder muchas cosas importantes.

Por un lado, me siento bien conmigo mismo de lo mucho que he aprendido a lo largo de estos años. Pero, por el otro lado, siento que todo ese aprendizaje ha sido en vano. Sigo siendo el mismo tonto de antes. Quisiera cambiar demasiadas cosas en mi vida, sin embargo, nunca he hecho algo por mí mismo porque me cuesta aceptar que puede que no valga la pena alguien como yo.

Sé que poseo buenas cualidades, me lo han dicho hasta el cansancio mis amigos, mis padres, mi pareja e incluso mi psicóloga. Solo no sé si esas cualidades sean superadas por el mundo de defectos que tengo. Una parte de mí está cansado de escuchar lo mucho que puede que sea alguien bueno, carismático o demás, tratan de hacer de menos los defectos que tengo, como mi egoísmo, la falta de empatía hacia los demás y que soy alguien que le encanta soñar despierto sin ver el panorama completo.

Le estoy perdiendo el sabor a la vida. A veces, aunque estoy acompañado, me siento solo. A pesar de estar rodeado de gente con la que río día con día en la escuela, en el trabajo, en casa, siento que es solo cuestión de tiempo para que termine alejando a todos y cada uno. La ironía que ello representaría es el pavor que tengo ante la soledad, aunque tal parece que busco estar solo a veces.

Algunas veces pienso que esto sea tal vez sea tan solo un vaso de agua al que yo mismo me sumerjo para ahogarme y pedir auxilio, buscando que alguien me salve, me ofrezca una toalla y un chocolate caliente. Tal vez ya lo hice y simplemente se cansó de salvarme y el día en que en verdad necesite la ayuda, nadie vendrá por mí. O quizá sea yo mismo quien me rescate del desastre que estoy provocando, cualquier cosa puede suceder.

¿Sabes algo de mí? Siempre me ha dado mucho miedo el cambio. Me dio miedo cuando mi amiga se mudó con su esposo porque no la volvería a ver. Me dio miedo cuando salí de la universidad porque pensé que mis amigos se olvidarían de mí. Me dio miedo el día que regresé a casa de mis padres porque pensé que jamás tendría a alguien que me amara de la misma forma. Odio el cambio porque nunca sabes qué será, a quién te va a quitar ni si será para bien o para mal hasta que sea demasiado tarde para volver. En los videojuegos solía tener mil puntos de guardado para regresar cuando hubiese cometido un error y así tuviera un récord perfecto. Si tan solo la vida fuera así de sencilla. Soy consciente de que los errores son aquello que nos hace ser quienes somos, porque aprendemos de ellos buscando no cometerlos nuevamente, no obstante, siempre tomamos malas decisiones, estamos rodeados de ellas todo el tiempo. Y cuando afectan a otros, es peor. Temo tomar decisiones erróneas en un futuro cercano y que eso arruine mi vida, después de todo, ya he hecho cosas que se van a quedar en mi piel por el resto de mis días.