Cásate conmigo

Capítulo 26.

Christina.

- La mejor manera de seducir a un hombre es sentirse segura, relajada y sexy. Y para sentirte segura, necesitas saber que debajo de tu ropa tienes lencería de lujo. - Dijo Iris y me llevó a la tienda de lencería.

Rápidamente escogió varios conjuntos y me hizo probármelos. No podía decir nada malo de ellos, aunque no entendía por qué necesitaba un cinturón sin medias, que nunca usé en mi vida. Pero lo peor fue cuando vi el precio.

- ¡¿Dos mil dólares por unas bragas diminutas?! - exclamé sin contenerme. - Iris, ¿están hechos de oro puro?

- Casi.

- No, no las aceptaré. Estos dos conjuntos son suficientes para mí. - dije con decisión y las dejé a un lado.

- Escucha, si no tienes suficiente dinero, no es gran cosa. Te lo prestaré. Pero hay que llevarlas, brillan en la oscuridad, y si vas a cazar, entonces, tienes que ir con uniforme completo.

- ¿Qué tipo de caza? - No entendí.

- La caza de hombres. Quizás este sea un deporte femenino especial y verdaderamente de élite. - Iris comenzó su fenomenal discurso. - Junto a él, incluso el golf y los deportes ecuestres pierden su toque de patetismo y exclusividad. Muchas mujeres, que me perdonen las feministas, creen que el hombre es el cazador indispensable y que todo está en sus manos. Pero las chicas inteligentes toman la iniciativa y aprovechan hábilmente de las debilidades de los hombres; no sólo eligen ellas mismas a la víctima, sino que también hacen que el hombre piense que él es el cazador.

- ¿Una especie de doble juego?

- Sí. Pero hay que prepararse muy bien. Estas bragas son el arma más precisa. - Dijo Iris con evidente grado académico.

- ¿En términos de? Lo único que mis ex querían hacer, era quitarme las bragas sin dejarme apuntar.

- En primer lugar, no nos referimos a idiotas, pero Oliver me pareció una persona muy inteligente y discreta. Y si es así, entonces tiene imaginación y tú tendrás tiempo de apuntar. En segundo lugar, no es necesario que se las quite en absoluto, simplemente déjelo mirarlos en la oscuridad. - me explicó mi amigo, pero yo todavía no entendí.

Luego fuimos a otra tienda donde Iris insistió en comprar dos vestidos, unas sandalias de tacón. Estaba un poco reticente, porque uno de los vestidos parecía más bien un camisón.

- ¿A dónde puedo ir con este? Es tan fino que se verá todo. - Me indigné.

- Es seda natural y puedes ponerlo para una fiestas, restaurantes y cafeterías con terraza. No temas, no se vea nada, solo resaltará algunas partes del cuerpo. - ella me convenció.

Después fuimos a la tienda para hombres, compramos un par de camisas, un polo y unos vaqueros.

-Por la mañana, después de la noche de pasión, pon su camisa y vete a hacer café. – me giñó el ojo. – Ya verás, que efecto.

Después de hacer las compras, nos dirigimos a casa de Amanda, donde ya nos esperaba Vanesa.

- Mira lo que logré descubrir sobre la ex prometida de Oliver. - Dijo Vanesa y abrió su laptop. - Amelia Bearné, hija de un empresario que posee varias pequeñas fábricas de materiales de construcción, por lo que no es nada pobre.

- Qué extraño, entonces ¿por qué Oliver quería pagarle el vestido de novia? - Dije mis pensamientos en voz alta.

- A juzgar por sus historias, le encanta brillar en las redes sociales y en las portadas de revistas, parece que no tiene otras actividades más. Ni trabaja, ni estudia. Hace un mes dejó a su prometido, porque estaba aburrida de él y ahora tiene uno nuevo, que está loco por ella y le regaló este bolso por casi cinco mil.

- ¡Ella está mintiendo! Hace dos semanas, todavía estaba planeando casarse con Oliver, y si no fuera por un video comprometedor de ella copulando con el hermano del novio, entonces tal vez ya sería su esposa. - objeté.

- Parece que sí, porque hace una semana borró cincuenta y ocho fotos y posts. - señaló Vanesa. - Mira aquí.

Revisamos todos sus feeds y stories, pero no encontramos ni una sola foto con Oliver, pero hubo otras, de las cuales me di cuenta de que yo era completamente diferente a esta muñeca.

- Ay chicas, parece que me emocioné demasiado. Si a él le gustan, - señalé a la pantalla, - las chicas así, entonces, no tengo ninguna posibilidad de enamorarlo.

- No seas tonta. ¡Siempre hay una oportunidad! - exclamó Iris. - Necesitamos un plan.

- Exacto, necesitamos un plan. - Amanda la apoyó. - ¿Qué tipo de vídeo vio Oliver?

- No lo sé, no lo vi. Alguien se lo envió a Oliver, cuando Amelia se estaba probando el vestido, y luego estalló un escándalo y la boda se trastornó. - Expliqué.

- Está bien, lo haremos sin él. Sería bueno hacer amistad con esta Amelia. - sugirió Amanda.

- ¿Para qué? - preguntamos al unísono.

- ¿Quién conoce mejor a Oliver? Su ex novia. Y necesitamos saber todo lo posible sobre él y especialmente sobre quienes lo secuestraron.

- Exacto, de alguna manera me olvidé de ellos. - Me golpeé en la frente. - ¿Incluso en su página Amelia no mencionó su apellido o al menos a qué se dedicaba?

- Si había algo, lo borró todo hace una semana. - Respondió Vanesa.

- No te preocupes, mañana me enteraré de todo por mi cuñada, - me aseguró Amanda. - Por cierto, si quieres, puedes venir conmigo.

- Bien. Creo que, si descubrimos su apellido, será más fácil saber qué le hicieron eso. ¿Quizás querían secuestrarlo por su trabajo?

- Bueno, sólo si fuera un traficante de drogas. – sonrió Iris. - Aunque no se parece a un delincuente, su rostro es demasiado inteligente.

Luego mis amigas la bombardearon con preguntas para que pudiera describir a Oliver. Para ser honesta, me alegró escuchar palabras de exclamación sobre él, aunque comencé a comprender que mi idea de conquistarlo no saldría nada bien.

- En una palabra, este chico guapo debe enamorarse de nuestra Chris antes del sábado. Sus sugerencias, señoras.




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