Cásate Conmigo

CAPÍTULO 6

«íí«

La cena termina con un estrés en mis hombros.

No pensé que la relación de esos hermanos, seguía con tensión. ¿Debería de ayudarlos a apaciguar esa situación? Arrimo mi cabeza al asiento del pasajero y tomo un respiro, pero al hacerlo una carpeta aparece enfrente de mis ojos. Volteo a mirar a un lado, encontrando a la señora Emily, la cual, tiene esa expresión gélida.

—Dale a ese niño.

—¿Perdón?

—A Keiran —responde—. Fue una bonita velada. Pude lo que deparará a esta familia en el futuro gracias a ti. Que descanses, Antia.

Con esas palabras se alejan, para luego subirse los protagonistas de esta noche. Decker se sienta a mi lado derecho, mientras que Keiran, en el izquierdo. ¿Qué acaba de decir esa señora? Todo esto, se está volviendo estresante.

No pensé que la familia fuera así.

El chofer arranca y quedamos en silencio con un ambiente pesado, parecido a la que tuvimos en la cena. ¿Siempre será así con estos dos? Respiro profundo y decido entregar la carpeta a Keiran.

—Me lo entregó tu abuela.

Keiran mira la carpeta que tengo en la mano y la toma con suavidad para luego ponerla detrás de nosotros como si no le importara.

—¿Te entregó una lista de futuras prometidas? —cuestiona Decker—. Parece que la abuela no tiene piedad ni contigo.

¿Son futuras prometidas?

¿Tan rápido? Keiran apenas va a cumplir diecisiete años y ya lo están pensando en casarse.

—No necesito enfocarme en este tema sin importancia —habla Keiran con la mirando a la ventana—. Apenas decido algo y no tengo tiempo para estar eligiendo a desconocidas.

Decker resopla.

—¿No estabas planeando tu futuro?

Oh, No. No de nuevo.

—No pensé que te interesaba tanto mi futuro, hermano.

Ambos se miran conmigo en medio.

—Siempre me interesará tu futuro. Después de todo, eres mi hermano menor —responde, tomando mi mano—. Yo ya tengo asegurado una parte de mi vida.

Keiran no sonríe, ni nada por el estilo.

—¿Seguro? A veces los planes cambian a última hora —espeta Keiran—. Sobre todo, si vas a cambiar el ambiente que estás acostumbrado a ver.

Oh, no. No.

—¡¡Basta!! —exclamo molesta—. ¡¡Si quieren soltar indirectas que sea cuando no esté en medio!!

Ambos bajan sus barreras.

—Tranquila, Anti. No te pongas así. Solo es una conversación de herma…

No termina de hablar porque lo miro airada. Él entiende y carraspea.

—Parece que tienes un genio fuer…

Keiran deja de hablar al verme enojada. Carraspea también, mientras saca su celular y unos audífonos, los cuales, se los pone en los oídos y mira a la ventana.

Suspiro y cruzo mis brazos.

No tengo ganas de escuchar indirectas que sueltan estos dos.

«♥▬♥«

Me sumergí en mis estudios y dejé de pensar en los conflictos que tengo en mi mente por la familia Carson y la mía. Falta poco para terminar la segundaria y el cumpleaños de Decker estaba cerca. Estuve preparando su regalo sorpresa y no fue nada fácil. Tuve que escribir las cosas que le gustaban y decirme por una.

Será hermoso este fin de semana.

¿A dónde me llevará? Conociéndolo, sería a un restaurante caro.

Camino sumergida en mis pensamientos que no me fijo que alguien venía de frente, haciendo que chocáramos. Unos cuadernos se caen junto a un gemido de dolor.

—Lo siento —pronuncio, viendo que es una chica de cabello corto. Tiene el uniforme de la misma academia de ingles que Decker. Lleva una diadema en su cabello y un poco de maquillaje en su cara—. Estaba sumergida en mis pensamientos.

—Parece que es verdad lo que dijo Decker sobre ti.

¿Qué dijo? Se levanta y la ayudo a recoger los cuadernos. ¿Es una compañera de curso? ¿Qué hace aquí?

—¿Lo conoces?

—Claro. Estudiamos juntos en las clases de inglés —responde con una sonrisa amistosa—. El dichoso Decker Carson. Muy popular en su pronunciación perfecta del inglés.

Tiene razón.

Decker es bueno en inglés.

—Lo sé. Siempre le ha gustado esa materia.

—Un estudiante perfecto —responde mirándome extraño—. Siempre está hablando de ti. Por él, sé todo de tu vida.

¿En serio habla sobre mí a otros?

Sonrío con sinceridad.

—No sabía qué hacía eso. Yo…

—Mi nombre es Gia Caster. La persona que irá con él al exterior a estudiar la universidad —Se apersona, dejándome sin saber que decir—. ¿No te ha dicho sobre mí?

No me ha dicho nada sobre ella.

No hemos tenido tiempo para hablar de la persona que lo acompañará.




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