CAPÍTULO 12

«íí«

Tuve que despertar a Decker para que me acompañara al bar, donde estaba Keiran. No me sorprendí que me llamaran para que lo fuera a ver. Suele suceder de vez en cuando, pero su hermano mayor, no le ha gustado nada eso. Es normal. Kei apenas tiene dieciocho años y ya está emborrachándose.

La música de Say name- the neighnbourhood suena alrededor, mientras los demás siguen en su mundo de bebida. Me agazapo a la altura de Keiran, el cual, está recostado en la silla.

—Oye —hablo, picando su rostro. Él frunce el ceño—. Tu hermano fue a pagar todo. ¿Por qué bebes? Pensé que no te gustaba hacerlo. —Jalo su mejilla. Aún no abre sus ojos—. Eres un tipo asocial problemático.

—No me gusta beber.

Arqueo una ceja.

—Eso es contradictorio cuando siempre te encuentro en este estado —replico entre un respiro—. Eres complejo de entender, Kei.

—No me llames así.

—¿Perdón?

—Ella solo puede llamarme de esa manera —murmura—. Nadie puede nombrarme así.

¿De qué habla este niño?

Pico su mejilla y sigo con el ceño fruncido.

—En todo caso, ¿por qué bebes si no te gusta? ¿Eres una especie de hombre que no sabe lo que quiere?

—Es lo único que me mantiene calmado.

—¿Qué dices?

Abre sus ojos y sonríe. En efecto, está ebrio.

—Debo dormir mis deseos. Caso contrario, todo se volvería un caos —explica con su voz distorsionada. Extiende una de sus manos y toca mi rostro—. Odio desear algo que no es mío, pero….. —Acaricia un mechón de mi cabello—. He quedado encantado, igual que esos hombres enamorados de los cantos de las sirenas.

Pestañeo varias veces para reírme.

—Oh, este niño. Tienes una analogía graciosa y cursi.

—Ella me gusta mucho —declara sonriendo—. Quiero tenerla para mí.

Oh, vaya. No pensé escuchar una confesión de este calibre de su parte.

—Es bonito verte confesarte, pero debes hacerlo a ella —digo, jalando su mejilla—. No pensé que fueras cursi, Kei.

—No me llames así.

Carcajeo.

—Me has dado una madrugada graciosa —declaro sonriendo. Él vuelve a cerrar los ojos—. Espero que tu amor se corresponda, pequeño Keiran.

Acaricio su cabeza con ternura.

Ver a Keiran en este estado, es tierno. Lo hubiera grabado para molestarlo al otro día. Es difícil apreciar una expresión amorosa en él. ¿Significa que bebe por una chica? ¿Es la de la universidad?

«♥▬♥«

Decker lo ayuda a llevarlo al departamento.

No para de retarlo, igual que un hermano mayor. Keiran solo gime como respuesta. Es todo un caso verlos en este estado. A medida que llegamos al departamento, Decker lo lanza a un lado, igual que un saco de papa.

—Contraseña.

—0820 —responde Keiran sin abrir los ojos.

Tanto Decker y yo, nos quedamos en silencio.

Se parece a la fecha de mi cumpleaños.

—Eres romántico —murmura Decker tecleando para luego abrir la puerta. Lo vuelve a agarrar y pasa directo al dormitorio, donde lo lanza a la cama—. No pensé que tener un hermano menor fuera problemático.

Río con suavidad, mientras miro el alrededor.

No he venido a su departamento desde que me lo enseñó.

Recuerdo haber escuchado su contraseña, pero no le tomé en cuenta porque no era necesario sabérmela. Observo con rapidez todo el alrededor, deteniéndome en la pequeña cocina.

¿Eh?

—¿Qué pasa?

Hay varias cosas para hacer dulces.

Todas están en cajas. Ni que hablar de las diversas tazas que están sobre los soportes. ¿Por qué él….

—¿Qué tal esta? —pregunté cierto día. Él estaba tecleando en su computadora, pero dejó de hacerlo al llevarle una taza humeante de chocolate—. El diseño es bonito, ¿verdad?

Solo miró un instante a la taza como si no le importara.

—Sí.

—¿Solo dirás eso?

—¿Importa mucho los diseños de las tazas?

—¡Por supuesto! —exclamé emocionada—. Me gusta servir bebidas calientes en tazas con bonitos diseños. Eso da el toque final a todo, Kei.

No evito sonreír.

—Tu hermano menor es muy detallista —musito sonriendo y viendo más de la cocina. Tiene de todo para preparar postres. ¿Por qué no me lo dijo? Mi entusiasmo se detiene al ver la expresión de Decker—. ¿Pasa algo?

—Te llevas bien con él.

—¿Sí?

—¿Siempre vienes a verlo por la madrugada? —pregunta serio—. ¿Es la primera vez que pisas su departamento?

¿Qué es estas clases de preguntas?