Cásate Conmigo- Los Carson

CAPÍTULO 16

«íí«

Después de haber tomado la pastilla para mi resaca, me siento un poco mejor. No pensé ver a Decker hoy, ni mucho menos que nos reunamos de esta manera. Casi golpea a su hermano menor por estarlo molestando. Sé que Keiran tiene un carácter muy frío hacia su familia, pero debe estar controlándose y comportándose como un adulto que es.

Tomo un respiro y me arrimo al asiento del copiloto.

—No hicimos nada de lo que tienes en mente —declaro extenuada por este enredo—. No debiste querer golpear a tu hermano menor.

Decker tiene sostenido el volante entre sus manos, listo para manejar.

—Medio que piso la casa de mis padres, tuve que escuchar lo que pasó en esa dichosa reunión —comenta sin mirarme—. Mi dichoso hermano menor, ha dejado en claro delante de otros que está interesado en ti de una manera romántica.

Habla sobre los comentarios que hizo para irse de ahí.

—Lo hizo para huir de ahí.

—¿Eso en verdad crees?

—Parece que no comprendieras a tu hermano pequeño —Observo el perfil de Decker. Está molesto. Todo en él se ha puesto en tensión, incluido el ambiente—. También tienes cargas familiares con eso del tema del heredero.

—No es una carga para mí, Anti.

—¿No lo es?

—No —responde, volviendo a mirarme—. Me casaré y tendré un hijo con mi primer amor de infancia. ¿Eso es una carga? Estoy enamorado de ti y me hace feliz compartir mi vida de ese modo contigo.

Una declaración muy linda y tierna.

No evito sonreír.

—Es injusto que te declares cuando estamos en una pelea.

—¿Estamos peleando?

Buena pregunta.

Lo que dijo es lindo, pero a la vez envidiable.

Yo no gozo con esa sensación. Sé de más que el tema familiar es un peso para mí. Si no fuera porque amo a Decker y mi padre necesita salvar a la empresa, hace tiempo hubiera renunciado a todo.

No. Me equivoco.

Si este hombre que está a mi lado me dice que abandona todo el tema familiar, iría con él sin importarme las consecuencias.

—¿No estás molesto conmigo?

—Ya no —contesta, sujetando una de mis manos—. No quiero pelear contigo, Anti. No me gusta esa sensación de estar separado emocionalmente de ti.

Ni yo.

Ambos sentimos lo mismo en ese término.

—Kei solo siente el peso de la familia —prosigo, aferrándome a su mano—. Nunca me gustó el trato que tenía en la mansión Carson. Los empleados lo veían mal. Solo el mayordomo y el abuelo Benjamín, incluido nosotros, lo hemos tratado bien desde que pisó esa mansión.

—Cielos. ¿Por qué siempre tienes buenos argumentos que dar?

—Porque me preparé para eso —respondo sonriendo—. ¿Y bien? ¿Ya no estás molesto con nuestro pequeño rebelde?

Decker suspira y sonríe leve.

—Ya no. Tus palabras endulzaron mi ira.

—Eso es bueno.

Beso su mejilla con ternura.

—Te amo, Anti.

—Yo también te amo, Decker.

—Te llevaré a casa y en la noche salimos juntos —declara sonriendo—. Así, olvidaremos el tema de la familia.

Asiento con la cabeza.

«♥▬♥«

Pensé llegar a casa y dormir, pero no fue así.

Siento un dolor en mi mejilla caliente por la cachetada que he recibido de mi padre, el cual, está de pie y furioso. Parece ser que la abuela Emily, no ha perdido tiempo en dar noticias de lo sucedido a mi familia. Sabía que algo iba a suceder, pero no pensé que fuera de esta manera.

—¡¿Te volviste loca, Antia?!

—Cariño, deja de gritar. Los vecinos…

—¡¡Pasaste la noche con ese bastardo!! —exclama enfurecido. Lo miro con dolor en el corazón—. ¡¡Tuve que disculparme con la familia Carson!!

—No hice nada indebido con Keiran.

Otra bofetada y el dolor está latiendo.

—¡¿Acaso no te preparamos para esto?! ¡¡Invertí mucho en tu educación!! —prosigue todo encolerizado—. ¡¡Hoy mismo te alejarás de ese hijo ilegítimo!! ¡¡Serás la esposa de Decker Carson!!

Con dolor en mis mejillas, levanto la mirada y anclo mis ojos en él.

—Soy un intercambio para tu empresa. Eso siempre he sido para ti, padre.

—¡¿Qué dijiste?!

—Soy una adulta para que me prohíbas cosas de este calibre —indico sosteniendo su mirada airada—. Keiran es igual que un hermano pequeño para mí. Espero que no lo vuelvas a llamar bastardo.

Con la mirada dolorosa de mi madre, salgo del estudio de padre hasta mi cuarto, donde recojo enseguida unas mudas de ropas. Ante los gritos, me alejo de la casa de mi familia con dolor en mis mejillas y corazón.

Agarro un taxi y me dirijo hacia la familia Carson.




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