CAPÍTULO 17

«íí«

Decker no dejaba de disculparse por la reacción de su abuela, mientras que Keiran estuvo metido en los temas de la universidad. Esta vez, mi prometido se quedó más tiempo, alegando que, dentro de poco, estaría a mi lado para podernos casar. Ese tema se alargó por haber seguido una maestría en el exterior.

Por mi parte, no hablaba con mi padre como antes.

Empezó a meter presión y a decir tonterías sobre mi actitud como futura señora Carson. Dentro de unos años, iba a casarme y a tener un bebé. Un acuerdo que hicieron nuestros abuelos cuando éramos niños.

Siempre me repetía eso para no olvidar mi lugar.

—¿Te portarás bien, Anti?

Sonrío y lo abrazo fuerte.

—Deja de decir tonterías, siempre lo hago.

Besa mi frente.

—Lo sé —responde sonriendo—. Falta poco para que podamos vivir juntos y compartir una vida entera.

—Siempre he esperado paciente.

—Te amo, no lo olvides, Anti —declara sosteniendo mi rostro entre sus manos—. ¿Me esperarás?

Siempre lo dice.

—Siempre te espero, Decker.

—Oh, cielos. Quería llevarte de viaje, pero no pudimos por este problema —informa, llenándome de besos por el rostro—. Nos vemos, Anti.

Las despedidas son tristes.

Siempre lo he sabido. Quisiera decir que no se vaya y se quede junto a mí, pero sigo sin poder soltar esas palabras. No soy tan egoísta….

—Eres una mujer egoísta, Antia.

¿Lo soy? ¿En qué sentido lo dijo?

El problema con él, se solucionó después de hablar con el señor Benjamín, pero siento que hemos estado tomando distancia innecesaria. ¿Debería ir a su departamento? Observo a Decker alejarse en el aeropuerto para luego visualizar una botella de chocolatada enfrente de mí. Volteo enseguida, encontrando a Keiran de pie y con su mirada oscura.

—Kei.

—Al menos, ya no tienes esa expresión al verlo partir —habla, escudriñando mi rostro—. Será la última vez que te traigo una chocolatada al aeropuerto tras despedir a mi hermano.

—¿Por qué lo dices?

—Después de la universidad, iré al exterior a estudiar más de mi carrera —contesta, tensándome—. ¿Me extrañarás?

Esta noticia ha sido sorpresiva.

Me ha tomado desprevenida. Sé de más que esto tiene que ver con los Carson. Lo miro con dolor para luego sujetar una de sus manos. Keiran siempre ha estado a mi lado. Pensar que no lo veré por un tiempo, es solitario.

—Sí. Te extrañaré mucho.

—Eres muy…. —Suspira y jala mi mejilla como suelo hacerlo a él—. Solo serán dos años, luego volveré a molestarte de nuevo, mientras tanto, debes mantenerte fuerte. Mi hermano vendrá a tu lado y…..—Hace una pausa—. Puede que llegue para su matrimonio con un regalo.

Sonrío leve.

—Espero que sea un regalo grande.

—Sí. Lo será —responde observándome con un dejo extraño en sus ojos oscuros—. Gracias.

Arqueo una ceja.

—¿Por qué me das las gracias?

—Solo quiero decirlo —contesta sonriendo tenue—. Bien. Vamos a comer algo. Iremos a tu restaurante favorito.

Duele despedirse de un amigo de infancia.

Sin embargo, no puedo hacer para remediarlo. Es posible que sea la mejor decisión. Keiran estará lejos de los Carson. Ya no podrá escuchar comentarios despectivos por su origen de nacimiento.

Sí. Lo veré en unos años.

«♥▬♥«

Hemos venido a su departamento.

He preparado su postre favorito. Keiran tiene todos los instrumentos para hacer tortas. Es posible que las tenga por mí. Quiere que sea su cocinera personal. Algo que no me molesta, porque en este lugar es el único donde puedo cocinar a gusto sin tener miradas de desaprobaciones.

—Sigue estudiando más esto —espeta, comiendo un pedazo de tarta. Lo miro con una ceja arqueada—. Pastelería. Puedes practicar aquí.

—¿Qué?

—Te dejaré la llave de mi departamento para que puedas entrar —informa tranquilo—. Me iré por unos años y volveré a vivir aquí. No quiero cambiarme a otro lugar. Es un estrés llevar las cosas.

—¿No es una excusa para que pueda mantener tu departamento limpio?

Él ríe.

—No lo había pensado así.

—Sería extraño que estuviera quedándome en tu departamento. Aparte, te dije que no seguiré estudiando repostería —comento—. ¿Entendido?

—Sería bonito verte cuando vuelva en este lugar.

Dudo que sea una buena idea estar aquí.

¿Qué pensarán los demás? ¿Esperando a un amante? Jamás he pensado así de Keiran. Al contrario, lo he estado tratando como si fuera mi hermano menor.

Uno petulante y testarudo.

—Sería problemático.